Esta fórmula le permite al Ejecutivo evitar ruidos sobre el gasto fiscal, lo que es bien visto por el FMI. Se busca que la administración trascienda a un gobierno puntual.
Finalmente, los ministerios de Hacienda y Obras Públicas llegaron a un consenso respecto de la figura que tendrá el fondo de infraestructura, mecanismo anunciado en agosto pasado por la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, que prevé financiar nuevos proyectos de inversión de uso público.
El acuerdo consiste en la creación de una empresa, de origen estatal, que administrará al menos US$ 9 mil millones en activos de concesiones -principalmente carreteras-, que servirían para producir nuevos recursos para la construcción de autopistas e infraestructura de transporte como metro o trenes en todo el país. Esta opción se barajaba dentro de la industria desde hace semanas y fue adelantada por «El Mercurio» en un reportaje del domingo 1 de noviembre pasado.
El ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, comentó ayer que «la definición final se la llevaremos a la Presidenta de la República los ministros de Haciendo y quien habla, y será ella quien tome la decisión». Pero el secretario de Estado afirmó que con el jefe de las finanzas públicas, Rodrigo Valdés, «estamos de acuerdo que la mejor forma de implementarlo es a través de una empresa».
Undurraga señaló que esperan durante este mes -diciembre- entregarle el planteamiento final a la Presidenta.
El titular del MOP aseguró que se cuenta con «los elementos de gestión adecuados para poder desarrollar de mejor forma» la empresa y sostuvo que «ha sido bien recibida por los distintos actores a quienes les hemos preguntado, tanto por públicos como privados».
Indicó que el fondo administrará un piso de US$ 9 mil millones y que la mejor manera de hacerlo «tiene que ver con un gobierno corporativo que tenga una empresa y en ese punto en particular, tanto el ministro de Hacienda como quien habla tenemos bastante sintonía de miradas para proponérselo a la Presidenta».
Sobre esta definición, Daniel Hurtado, presidente del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), dijo que «me parece bien que exista un acuerdo, que empiece a operar luego y que tenga un destino en la infraestructura para retomar el crecimiento y ser un país desarrollado».
Gobierno corporativo
Según indican quienes conocen la fórmula de la empresa estatal, esta figura le permite al Ejecutivo no introducir ruido al gasto fiscal, lo que sería bien visto por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En algún momento, también se analizó que operara como una especie de «banco de segundo piso», vinculado a garantías para el financiamiento y tasas de interés, lo que no habría sido del gusto de Hacienda.
Uno de los pilares que se busca tenga la nueva compañía es su gobierno corporativo que la administre. La intención es que sus integrantes trasciendan a un gobierno puntual para darles continuidad a las inversiones que se realicen.
Además de carreteras, el fondo o empresa buscará impulsar proyectos de transporte ligados a trenes o metro en todo el país.
«El ministro de Hacienda y quien habla estamos de acuerdo en que la mejor forma de implementarlo es a través de una empresa», señaló el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga
Fuente: El Mercurio
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