La organización internacional del conservación marina Oceana hizo un llamado al Gobierno a establecer medidas drásticas a través de la implementación de planes de manejo y de recuperación, esto luego de los preocupantes resultados entregados en el informe sobre el estado de las pesquerías chilenas en 2015, elaborado por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), el cual revela que más del 70% de estas pesquerías se encuentran sobreexplotadas o colapsadas.
«Cada año se deteriora aún más la crisis pesquera, adicionándose una nueva especie en estado de colapso y otra en sobreexplotación, este es un claro signo de que el Gobierno no ha podido revertir este grave problema que se arrastra hace más de una década. Los planes de manejo son herramientas claves para la recuperación de estos recursos, pero a más de dos años de promulgada la Ley de Pesca, no han sido publicados como señala la normativa», indicó Liesbeth van der Meer, directora ejecutiva interina de Oceana Chile.
El informe anual de la Subpesca evidencia el crítico escenario de 18 pesquerías chilenas, de las cuales 9 están «sobreexplotadas», al incluir este año al langostino colorado, y otras 9 «agotadas o colapsadas», tras agregar en la lista a la merluza de tres aletas. Dicho de otra manera, el 72% de las pesquerías chilenas no tienen capacidad de ser sustentables en el tiempo y el nivel de capturas es muy inferior a su nivel histórico debido a la significativa disminución de estos recursos.
Crítica
El reporte de 2013 ya advertía un panorama desalentador con un 48% de las principales pesquerías chilenas en situación crítica, registrando ocho en estado de sobrexplotación y ocho en colapso. Esta cifra se mantuvo en 2014, según el documento de ese periodo, lo que evidencia la falta de políticas administrativas para revertir la situación.
Si bien la institucionalidad gubernamental ha reconocido el delicado estado de conservación de gran parte de estas pesquerías, en dos años aún no se han logrado establecer planes de manejo para estas especies, entre las cuales se encuentra la merluza común, para la cual Oceana propuso un Plan de Recuperación que incluye el establecimiento de cuotas bajas (menos de 15 mil toneladas), la ampliación de la temporada de veda a dos meses para permitir la reproducción y desove de esta especie, la instauración de una talla mínima de captura de 38 centímetros, la prohibición de la pesca de arrastre y el combate frontal contra la pesca ilegal a través de un sistema de trazabilidad que otorgue certificado digital que acredite su origen.
«El mar chileno tiene el potencial para ser uno de los ecosistemas más productivos del mundo. Algunas especies tienen una capacidad excepcional de recuperación a corto y mediano plazo, pero si no tomamos con seriedad el desafío de la recuperación bajo las medidas establecidas por la ley, el colapso de estas especies será irreversible. Por eso hacemos un llamado urgente al Gobierno, ya que estamos en un momento crítico para recuperar la productividad de nuestros recursos hidrobiológicos, y asegurar la continuidad de esta actividad económica de gran impacto social», concluyó van der Meer.
«Si no tomamos con seriedad el desafío de la recuperación (…) el colapso de estas especies será irreversible», Lisbeth van der Meer, Directora ejecutiva Oceana Chile
Fuente: Estrella Chiloé