En el 2013 la concesionaria del puerto local, el Iquique Terminal Internacional (ITI), empezó una serie de estudios con el fin de concretar un proyecto que buscaba extender y profundizar el sitio 4 de sus dependencias, para lo cual necesariamente se debían hacer faenas de dragado del mencionado sitio. Operaciones que hasta hoy están entrampadas por la existencia de vestigios arqueológicos en dos zonas de este lugar.
Lo anterior lo dictaminó el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), luego de que ITI encargara un informe de evaluación arqueológica subacuática, el que arrojó que los restos corresponderían a las fragatas Melpomene (1894) y Pennsylvania (1918), las que habrían naufragado en ese lugar y en el cual también habrían osamentas.
Por lo mismo, la concesionaria solicitó la liberación de estas áreas donde se encontraron los hallazgos, pero desde el CMN, a través de una respuesta escrita, señalaron que si bien en la empresa hicieron bien los trámites requeridos, la información recopilada no sería suficiente para desafectar a estos sitios.
En ese sentido, desde el Consejo piden cuatro puntos a ITI para liberar estas zonas, dentro de los cuales está la excavación de al menos un 5% de las áreas de cada sitio, el establecimiento de un mausoleo subacuático fuera del área de dragado a fin de depositar en éste la totalidad de restos óseos existentes, tomar también muestras de maderas, metales y osamentas humanas, y buscar deudos de aquellos que fallecieron en los naufragios.
Inviable
Las reacciones desde el Iquique Terminal Internacional (ITI) no se hicieron esperar y señalaron que los requerimientos establecidos por el CMN hicieron inviable continuar con el proyecto de extensión y profundización del sitio 4.
«Desde el punto de vista portuario, hipoteca gravemente el desarrollo del Puerto de Iquique, limitando la capacidad de atender adecuadamente naves del tipo Neo Panamax, que son las naves que sirven los tráficos hacia y desde oriente, principales orígenes y destinos de nuestras cargas», sostuvo el gerente general de ITI, Manuel Cañas.
Pocas exigencias
Luis Pérez, arqueólogo iquiqueño y miembro de la comisión asesora del Consejo de Monumentos Nacionales de Tarapacá, cree que las exigencias puestas por el CMN a la concesionaria para liberar los sitios fueron pocas.
«El dragado para el puerto es importante, sin embargo también es importante el desarrollo patrimonial. Yo esperaría que ITI tomara los requerimientos básicos que le hace el Consejo de Monumentos y permitieran a la comunidad incrementar su patrimonio en base a los hallazgos», contó.
Insistió en que lo que le piden a ITI es solo un registro básico de la existencia del patrimonio que hay en el medio submarino, los que son llamados en jerga arqueológica como «pecios».
VALOR
Parte del valor del patrimonio subacuatico del puerto, según el arqueólogo Luis Pérez, es que es un testimonio de la historia de la ciudad. «Hay regiones en donde se hace buceo turístico y científico en torno a los naufragios. (…) Estos contienen registros de restos óseos, que deben haber sido de la tripulación. Se podría descubrir que una de las familias connotadas de la ciudad puedan estar relacionados», dijo.
Fuente: Estrella Iquique
