Abogados internacionales exponen, en agresivos términos, que Chile era «intransigente», que había incumplido el compromiso «de negociar un acceso soberano al mar» y que, en esas condiciones, tenía responsabilidad en las condiciones económicas actuales de ese país.
Los duros mensajes contra Chile que había emitido Evo Morales en días anteriores al alegato boliviano terminaron por anticipar el tono en que expusieron los abogados que representan a ese país en la Corte Internacional de Justicia.
En el Palacio de la Paz abrió los fuegos el agente Eduardo Rodríguez Veltzé: «Bolivia comparece ante esta Corte con una solicitud (…) Y es que la obligación de Chile de negociar un acceso soberano al mar sea reconocida y declarada por esta Corte».
A continuación, señaló que ese tribunal reconoció en el fallo de las excepciones preliminares presentadas por Chile (2015) que este caso no se trata de una disputa en torno al Tratado de 1904.
Bolivia como víctima de «una injusticia»
Y agregó que Bolivia no le pide a la Corte que determine las modalidades específicas del acceso soberano al mar, sino que «simplemente le pide» que Chile «regrese a la mesa de negociación». A partir de esos dichos, la exposición se volvió cada vez de corte más político, y menos jurídico, señalaron al interior del equipo chileno.
Dio a entender que Bolivia fue víctima de una «agresión» que le generó un «desmembramiento territorial», que el país ha vivido 139 años «una injusticia», que la falta de litoral ha tenido un «efecto devastador en el desarrollo» de Bolivia. Asimismo, que las condiciones de libre tránsito comercial para La Paz del Tratado de 1904 «no eran precisamente un cuento de hadas».
El canciller Roberto Ampuero rebatió: «Bolivia no se refirió a las razones del origen de la Guerra del Pacífico. No dijo que Bolivia rechazó la intervención de un tribunal para que pudiera dirimir de forma pacífica las diferencias entre ambos países. También dejó de lado el hecho de que fue Bolivia la que expropió y ocupó empresas chilenas que trabajaban en la región».
Además, destacó sobre el Tratado de 1904 que «Bolivia tiende a olvidar las facilidades perpetuas que Chile le otorga», con exenciones impositivas, almacenamiento de mercaderías de manera gratuita en puertos y con inversiones de 400 millones de dólares en infraestructura.
El duro alegato de la abogada francesa
El abogado iraní Payam Akhavan enfatizó que «Chile ha prometido reiteradamente una forma de acceso soberano al mar a Bolivia», y que «debe reparar una injusticia histórica». A la par, señaló que «la intransigencia de Chile causa perplejidad».
En tanto, la francesa Monique Chemillier-Gendreau, considerada una de las más duras durante el alegato, se refirió a distintos acercamientos diplomáticos entre ambos países, citando 1895, 1950 o 1975. «No concuerda con la realidad decir que no ocurrió nada», dijo en alusión irónica a la defensa de Chile, resaltando que era incomprensible que todos esos episodios no tuviesen «un alcance jurídico». En el mismo tono, calificó a Chile de «invasor».
En este contexto, en el equipo chileno consideraron que esta exposición revela una debilidad del equipo boliviano, al no poder dejar de aludir ni al Tratado de 1904 ni a lo ocurrido en 1895, que no puede ser considerado un tratado que entró en vigor.
Remiro Brotóns se centra en supuesta obligación
Quien también expuso fue el llamado «artífice» de la demanda boliviana, el español Antonio Remiro Brotóns, quien se centró en la teoría de la «obligación de negociar».
«La estabilidad de las relaciones internacionales depende del respeto de las obligaciones asumidas por los Estados y sus negociaciones, dijo, al tiempo que planteó que «Chile no puede liberarse de manera unilateral de sus acuerdos y sus promesas».
El asesor chileno Luis Winter rebate este punto. «La pregunta es: ¿De dónde emana esta supuesta obligación de negociar?». Además, planteó que los acercamientos citados «no constituyen tratados» y que «la revisión de los tratados no está permitida en el derecho internacional, salvo que las dos partes estén de acuerdo».
El sorpresivo alegato de Lowe
El abogado Vaughan Lowe desarrolló un argumento basado en el artículo 2 (párrafo 3) de la Carta de las Naciones Unidas para justificar la supuesta obligación de negociar de Chile. Leyó: «Todos los miembros deben resolver sus disputas internacionales por medios pacíficos en una forma en que la justicia, paz y seguridad internacional no peligren».
Este alegato sorprendió al equipo chileno, por cuanto se interpreta que Bolivia le estaría pidiendo a la Corte que expanda los límites de su jurisdicción para resolver, también, conflictos políticos.
En este sentido, hay muchos que consideran el alegato de Lowe como una «oportunidad» de contraatacar a Bolivia.
Fuente: El Mercurio