«No es aceptable que un grupo de personas bloquee el comercio exterior de Chile bajo ninguna circunstancia, y menos aún que afecte la libertad de trabajo de otras personas», afirma el presidente de la Cámara Marítima y Portuaria de Chile, Daniel Fernández. Se refiere al paro de un grupo de 600 trabajadores portuarios eventuales, quienes mantienen un bloqueo en los accesos de los terminales Pacífico Sur (TPS) y Cerros de Valparaíso (Tcval), lo que impide las normales faenas de arribo de barcos, cargas y descargas de materias en el Puerto de Valparaíso.
La movilización cumple hoy 8 días y ya obligó al desvío de dos cruceros de lujo que finalmente fueron atendidos en los terminales de San Antonio.
El conflicto parece estar lejos de terminar, en la medida que los trabajadores condicionaron el despeje de los accesos portuarios al inicio de conversaciones sobre mejoras laborales con las empresas TPS y TCVAL, en tanto que estas firmas descartan cualquier diálogo fuera de los gremios establecidos con los cuales, dicen, no tienen temas pendientes.
Sin embargo, tanto Fernández como el representante de la Cámara Aduanera y el del gremio de dueños de camiones (ver nota relacionada), coinciden en que el daño a la imagen de la ciudad y el país es grave y se requiere, urgente, el inicio de un diálogo que destrabe el normal trabajo portuario.
«El costo de bloquear el puerto de Valparaíso, que moviliza parte importante de las exportaciones e importaciones de nuestro país, es muy alto: se afecta la cadena logística completa, lo que finalmente perjudica a los exportadores e importadores de Chile», expone Daniel Fernández, cuyo gremio, la Camport, reúne a cerca de 40 empresas vinculadas al quehacer marítimo portuario en el país.
Advierte que «las cifras finales de impacto económico sólo se sabrán cuando, terminado el bloqueo, se constate qué naves se han desviado a otros puertos, qué rutas se han cambiado y el nivel de impacto en exportadores que ‘pierden’ la nave de embarque, así como efecto sobre el comercio que recibe tardíamente los envíos de importación. Pero los que más pierden son los trabajadores que no pueden desarrollar sus turnos».
Para el presidente de la Cámara Aduanera de Chile, Cristián Herrera, «este es un problema grave que trae muchas consecuencias nefastas para la imagen de Valparaíso, partiendo por el tema de los cruceros, que se estaba tratando de recuperar, pero con esto ya va a ser bien difícil recuperarlo, porque no se cumple con los servicios que se prometen».
Asimismo, resalta «el daño que se le hace a la economía nacional. Hay procesos de importación y exportación que se ven interrumpidos: contratos, plazos de entrega de cargas, despachos de carga que no se cumplen, con todo lo que eso significa para efectos de lo que es el país, que está basado en la economía abierta, afectar el comercio exterior es nefasto, las consecuencias son gravísimas».
Frente a ese escenario, Herrera subraya que «el país, no solamente Valparaíso o la región, no se puede dar el lujo de ver afectada una operación de comercio exterior, los flujos por los terminales portuarios, porque el daño a la economía, a la credibilidad del país y a su imagen comercial es muy grande».
Añade que importadores y exportadores le han manifestado «los inconvenientes que tienen ellos en términos de que las programaciones de exportación e importación de mercancías, que siempre están asociadas a plazos, a multas, a acuerdos y a confianzas, se ven muy dañadas».
Ante la problemática existente, cree que «los importadores y exportadores van a buscar la forma de poder privilegiar operar por aquellos terminales, por aquellas aduanas donde exista una mayor normalidad en los procesos logísticos, porque es fundamental para ellos que las cargas fluyan y se cumplan los plazos, las programaciones de entrega y de recepción de cargas, y desde ese punto de vista, claro, es razonable que ellos vayan a privilegiar aquellos terminales donde haya una mayor estabilidad en ese aspecto».
TPS PIDE INTERVENCIÓN DE LA AUTORIDAD
A través de un comunicado, el Terminal Pacífico Sur (TPS) pidió a la autoridad el término del bloqueo que afecta al puerto de Valparaíso y el cese de las acciones de violencia provocadas por un grupo de manifestantes. El gerente general de TPS, Oliver Weinreich, afirmó que «hoy vemos cómo un grupo de manifestantes está impidiendo operar el terminal y ejercer sus labores a nuestros trabajadores portuarios. La violencia y los bloqueos son absolutamente condenables y representan una seria amenaza a la integridad física de nuestros trabajadores». La firma agregó que hasta ayer, un total de 9 recaladas de naves portacontenedores anunciadas para el puerto de Valparaíso, que transportaban alrededor de 20.000 contenedores, y un buque de carga general, se han debido desviar al puerto de San Antonio. Como consecuencia de lo anterior, los trabajadores portuarios ya han perdido al menos 3.300 turnos.
«El costo de bloquear el puerto de Valparaíso, que moviliza parte importante de las exportaciones e importaciones de nuestro país»
Daniel Fernández, Presidente de la Camport
Fuente: El Mercurio Valparaíso