Muy serio estaba el rostro del canciller Roberto Ampuero cuando, al finalizar el segundo día de alegatos de Chile y Bolivia, bajó las escalinatas del Palacio de la Paz junto al equipo chileno.
En dichos escalones, los mismos donde solo minutos antes el Presidente Evo Morales había posado para las cámaras con toda su delegación sin emitir declaraciones, el ministro de Relaciones Exteriores habló fuerte y claro. Hacía poco había terminado de escuchar la exposición boliviana.
«En estos alegatos orales, Bolivia comenzó planteando que solo pedía una mesa de negociaciones para sentarse junto a nuestro país a conversar del tema de acceso. Ha terminado hoy exigiendo territorio chileno», dijo.
Luego agregó con tono enfático: «quiero subrayar y reiterar que no existe nada pendiente en materia limítrofe con Bolivia. Quiero que eso se sepa, se repita y lo tenga claro el país vecino. Quiero decir también que Bolivia hoy elaboró un manual para horadar y minar el Tratado de 1904, y esto es inaceptable para Chile y el gobierno del Presidente Sebastián Piñera».
A su lado estaba el agente Claudio Grossman. «Me sorprendió lo poco riguroso del análisis jurídico. Y me sorprendieron también las imprecisiones de carácter histórico», dijo, a la vez que agregó que «nosotros vamos a responder desagregando la falsedad y la falta de rigor de esa aseveración», explicó, antes de abordar su auto rumbo al Hotel Hilton.
También el asesor y ex subsecretario de Relaciones Exteriores reaccionó a una alusión que hizo de él la defensa boliviana. «Están citando una declaración a la cual me limité a decir que el tema marítimo era un tema importante para Bolivia. Eso lo puede decir cualquier chileno o cualquier boliviano o hasta un niño. La cita de la frase demuestra la debilidad de la posición de Bolivia. Lo único que pudieron extraer de eso es lo obvio».
También los senadores invitados se mostraron en desacuerdo con la postura boliviana.
Uno de los más molestos era el congresista por Arica José Durana, debido a todas las alusiones que se hicieron a su región. «Eso es inaceptable, ellos han presentado una narrativa que la tratan de hacer continua, pero que está lejana de la historia y la realidad», explicó.
«Esto nos pone en una situación inaceptable. No nos pueden obligar a entregar territorio. Eso tiene que ver con los intereses de los países, no de la Corte Internacional de Justicia», agregó, sobre el mismo tema, Alejandro Guillier.
Otro aspecto tratado por Bolivia, que causaba expectación, era el de las declaraciones de la OEA, debido a la presencia del ex secretario general de la entidad José Miguel Insulza en el equipo.
«Esas resoluciones no constituyen obligaciones ni compromisos».
«No hay base jurídica. No la hay. No existe», dijo. A esto, el senador Jorge Pizarro agregó: «me llama la atención que el propio Evo Morales antes ha repudiado a la OEA, cuando esta ha tomado decisiones que a él no le gustan respecto a libertad, los derechos humanos y la democracia».
En cambio, Felipe Kast se refirió a las implicaciones que la tesis de Bolivia tiene para el mundo. «En caso de que la Corte tome ese supuesto, tendría implicancias a nivel internacional para la diplomacia. Muy graves, porque al final del día, nadie estaría disponible para entrar en conversaciones de cualquier tipo, porque podrías terminar en una Corte como esta».
Tras los alegatos, los senadores, junto a otros miembros del equipo, incluyendo al agente Grossman, se dirigieron a almorzar, cerca del Hotel Hilton, donde se encontraron con otros integrantes de la delegación.
Más tarde, llegó al hotel, para sumarse al equipo, el subsecretario y coagente Alfonso Silva. Para hoy se espera el arribo del ex director jurídico Hernán Salinas.
En la tarde, algunos estudiaron, por separado, las intervenciones, y luego, a las 18:30, asistieron a una recepción otorgada por la embajadora María Teresa Infante.
Hoy, en que hay un receso, será un día de arduo trabajo para preparar la respuesta a lo que, explican, son «tergiversaciones históricas» de Bolivia y dar una nueva revisión a los alegatos orales del jueves y viernes.
El canciller señaló:»Quiero subrayar y reiterar que no existe nada pendiente en materia limítrofe con Bolivia. Quiero que eso se sepa, se repita y lo tenga claro el país vecino».
Fuente: El Mercurio