No solo de cobre vive la economía nacional. Pero pese a la diversificación de las exportaciones chilenas, el metal rojo sigue siendo nuestra exportación más competitiva y relevante. No solo por su aporte a las arcas fiscales, sino también porque hay dos productos de cobre -minerales de cobre y sus concentrados, y cátodos de cobre refinado-, en que Chile se erige como el mayor exportador mundial, según un balance hecho por ProChile y la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon) para el 2017. En el caso de estos bienes, los envíos chilenos aportan el 29,1% y el 26,6% de las exportaciones mundiales.
En total, en la lista hay 21 productos de los que Chile es el primer exportador mundial. Entre ellos, uvas frescas, filetes frescos de salmón, yodo y manzanas deshidratadas (ver infografía).
Asimismo, destaca en términos de participación de mercado el caso de los erizos, de los que Chile genera el 86,6% de los envíos mundiales.
Guerra comercial
Pese al buen desempeño de las exportaciones nacionales el año pasado, hoy nos encontramos en medio de una fuerte disputa arancelaria entre Estados Unidos y China, que comenzó oficialmente el jueves a la medianoche, y en la cual está aún por verse cómo podría ser afectado Chile. Pese a la incertidumbre, Jorge O’Ryan, director de ProChile, llama a la calma. «Estamos monitoreando el desarrollo de este tema», señala. Y añade que la entidad está «en constante coordinación con el sector privado, quienes pueden darnos el feedback necesario sobre los posibles efectos directos e indirectos para los envíos chilenos».
Además de los productos en los que Chile lidera la exportación mundial, ProChile y la Direcon destacan el liderazgo nacional en mercados específicos. En China, las cerezas importadas provienen en el 70% de nuestro país, y también triunfamos en nectarines, arándanos y paltas. Chile ocupa también el tercer lugar como origen del vino importado, con 12% de participación en el mercado chino.
Chile es, además, el principal origen del salmón fresco exportado a Estados Unidos, con 70% de participación, superando a proveedores tradicionales como Noruega y Canadá.
Respecto del año anterior, la exportación que más sufrió en 2017 fue la cereza fresca. En 2016 Chile fue líder mundial, pero el año pasado se ubicó en el segundo lugar. Según ProChile, la caída no es motivo de preocupación. «El grueso de los envíos que se esperaba exportar en enero y febrero de 2017 se envió en diciembre de 2016, debido a su maduración temprana», explican. Y proyectan que en 2018 Chile vuelva a liderar, ya que tan solo en enero y febrero ha exportado más que en todo el año pasado (US$ 797 millones contra US$ 513 millones de 2017), y aún falta la cosecha de diciembre.
Desde ProChile también destacan a los productos con el mayor potencial de liderar las exportaciones en el mediano plazo. Entre ellos están las semillas de hortalizas para siembra, como las de sandía, lechuga y girasol; el aceite de oliva, en que Chile saltó del 31° al 9° lugar, y el vino espumoso, cuyo destino para más de la mitad (56%) de su exportación es Japón.
Fuente: El Mercurio
