Chile podría tener sensores en el fondo del mar para detectar maremotos

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Instrumentos anclados a boyas o en cables submarinos permiten dimensionar el tamaño del tsunami y predecirlo. Su instalación serviría para mejorar las alertas de evacuación.

Actualmente, cuando ocurre un movimiento sísmico en Japón, los instrumentos en tierra miden su magnitud y localización y, según corresponda, se genera una alerta de tsunami . A continuación se analizan los datos de los tres sistemas de medición que tienen instalados en el mar y se vuelve a emitir una alerta, pero esta vez más precisa.

Aunque Chile está lejos de contar con toda esta tecnología e inversión, pronto podría tener instrumentos instalados fuera de la costa para medir los maremotos.

Dentro del programa de colaboración chileno-japonés «Sience and Technology Research Partnership for Sustainable Development» (Satreps) y en conjunto con la Agencia Meteorológica de Japón, un equipo de ingeniería de la Universidad Federico Santa María está analizando la posibilidad de emplazar este tipo de instrumentos en las costas chilenas.

Patricio Catalán, académico del Departamento de Obras Civiles de la Universidad Federico Santa María (USM) y líder del equipo, cuenta que lo que se está definiendo ahora es dónde se deberían ubicar los instrumentos para que la toma y posterior transmisión de datos sea lo más eficiente posible.

«La forma en que se propaga el maremoto es una de las cosas que hay que considerar», explica el académico. Así como también dónde se ubica la fosa, el lugar más óptimo para medir las variaciones del nivel del agua. «También debemos determinar cuántos instrumentos son necesarios para poder tener datos de calidad», agrega.

Son dos tipos de instrumentos los que están en evaluación. El primero son boyas ancladas en el fondo marino que miden el cambio de presión del agua, datos que luego transmiten vía satélite. La otra opción son cables submarinos instalados en el fondo del mar, los que no solo tienen aparatos que pueden medir la presión de la columna de agua, sino que también contener otros instrumentos como sismógrafos y acelerómetros.

Con estos últimos, dice Sergio Barrientos, sismólogo y director del Centro Sismológico Nacional (CSN), «se podría soñar con un sistema de alerta temprana de terremotos, al predecir el momento en que ocurre el sismo y su magnitud».

Hiroaki Tsushima, investigador de la Agencia Meteorológica de Japón, y quien ha estado trabajando con el grupo de la USM, explica que estas tecnologías permiten actualizar de forma confiable y rápida las alertas de maremoto. «Con estos instrumentos se puede medir el maremoto antes de que llegue a la costa, con lo que se logra actualizar las alertas de forma muy precisa», dice.

«El que los sistemas sean redundantes y, por ende, se tenga más información siempre va a ser beneficioso», asegura Patricio Catalán. Con los instrumentos instalados costa afuera, se podría conocer con 10 minutos de anticipación la llegada a la costa de un maremoto.

Los beneficios de instalar este tipo de instrumentos no solo van por la optimización de las alertas, explica el científico. Ellos permiten caracterizar mejor los terremotos y así obtener más datos para entender el comportamiento y ocurrencia de los sismos.

Fuente : El Mercurio