Para quienes trabajamos en el sector portuario, las noticias relacionadas con la Ley de Cabotaje tienen una considerable importancia. Sin embargo, para la opinión pública sólo tiene relación con una nueva ley que hay que promulgar o posiblemente modernizar.
Por lo mismo, sería bueno conocer bien su significado. Entendemos el Cabotaje, como el tráfico marítimo comercial que se realiza entre puntos de la costa relativamente próximos, siguiendo rutas de navegación cercanas a ella y con naves de bandera nacional.
Si bien la opinión varía según los intereses, también podría ser atractivo analizar ciertos aspectos que vale la pena considerar. Por ejemplo, la conectividad. Hasta hoy, poco y nada se ha hablado sobre el positivo impacto que se produciría el abrir y crear más conectividad entre las regiones portuarias de Chile. Ya que la generación de estas nuevas carreteras marítimas permitiría que muchos productos llegaran a destino de forma más eficiente, redundando quizás, en precios más convenientes para comerciantes y consumidores.
Aquí hay grandes oportunidades que se deberían examinar y discutir, pues quizás, el aumento de la competitividad en la industria crearía nuevos modelos de negocios ante la oferta de transporte tanto marítimo como terrestre. Posiblemente, nos veríamos en la necesidad de más y nuevos servicios que atraigan a exportadores nacionales como internacionales. Tomando una oportunidad que podría abrir las puertas al mundo y a nuevos mercados.
Nuestro Terminal Marítimo Puerto Caldera, ha desarrollado nuevos servicios navieros a través del cabotaje, está abriendo más y nuevas puertas al mundo, nos estamos expandiendo, dando a conocer las bondades de la región y del país. ¿Por qué no pensar en un efecto multiplicador con las demás regiones portuarias de Chile? Quizás sea una oportunidad de desarrollo, avance y modernización acorde a los tiempos actuales. Es fundamental, por ende, analizar si impulsar este proyecto de ley podría, quizás, provocar un efectivo mejoramiento en las condiciones de costos, lo que redundaría en una economía más productiva.
Hoy debemos pensar en el futuro de nuestra región y del país. Y, si el permitir el cabotaje a naves abanderadas en otros países incrementará el uso del mar como vía de transporte, ganando en seguridad vial y ahorro en mantención de infraestructura caminera, es una opción, entonces vale la pena dar el salto a la modernización, porque se hace necesario para no quedarnos estancados en un pasado que nos deja definitivamente en un status quo.
Fuente: Diario Atacama