Colombia estrenó un nuevo Estatuto Aduanero el pasado 7 de marzo, bajo el que ya opera. Este Estatuto Aduanero fue presentado por el presidente Juan Manuel Santos en la Casa de Nariño, después de más de cinco años de debate en torno a la expedición de una reforma al código aduanero.
Si bien estaba prevista para la última semana de febrero, la expedición se aplazó con el objetivo de que la Secretaría Jurídica de la Presidencia diera la última revisión al documento.
El decreto, que busca armonizar la regulación aduanera con los convenios internacionales y fortalecer los criterios de gestión del riesgo de modo que le permita tanto facilitar el comercio internacional a los colombianos como garantizarle un control más efectivo al gobierno, será implementado paulatinamente y contará con alrededor de 50 artículos adicionales al estatuto que está vigente desde 1999.
De acuerdo con Camilo Reyes, director ejecutivo de la Cámara de Comercio Colombo Americana (Amcham Colombia), el nuevo estatuto busca que la normatividad colombiana se posicione a nivel internacional en materia de facilitación del comercio.
Reyes añade que “esto contribuye a que se dé cumplimiento a los tratados de libre comercio y eventualmente a que el país, en la medida que pueda importar más, también exporte más y aproveche la gran cantidad de compradores a los que nuestra nación tiene acceso a través de estos acuerdos”.
El nuevo estatuto trae cambios tanto de forma como de fondo. Uno de los ejes centrales de la norma es la gestión del riesgo. De acuerdo con José Francisco Mafla, socio de Brigard & Urrutia y líder de su equipo de aduanas y comercio internacional, esto es clave para los empresarios del sector porque determina bajo qué régimen sancionatorio operan y con qué beneficios cuentan bajo el estatuto.
“El régimen sancionatorio de la nueva norma responde a una visión en donde la confianza en el usuario aduanero y la gestión del riesgo son primordiales en la medida que el estatuto pretende ser menos fiscalizador. En este sentido, los errores de tipo formal en las declaraciones aduaneras que no afecten el menor pago de tributos o incumplan restricciones legales o administrativas no dan lugar a sanciones”, explica Mafla sobre las sanciones en la nueva norma.
Por otro lado, Mafla agrega que “los beneficios de los diferentes regímenes van a depender de la calificación de cada usuario en el perfil de riesgo, por lo que dicho perfil se convierte en el elemento esencial que después le permitirá al operador saber a qué beneficios acceder y de qué régimen hacer uso”.
Juan David Barbosa, director de Comercio Exterior en Posse Herrera Ruiz, coincide con que el perfilamiento que la DIAN haga de las compañías es crucial para los operadores regidos por el estatuto.
“La pregunta es cómo generar esa confianza ante este organismo, qué hacer para mantenerla y en qué casos podría perderse. Precisamente, un logro de los intensos debates que ha propiciado la DIAN ha sido el de aterrizar este tema en la propia norma, por ende en necesario estar atentos a la implementación”, advierte Barbosa.
Javier Díaz, presidente ejecutivo de la Asociación Colombiana de Comercio Exterior (Analdex), asegura que es vital la implementación de una infraestructura adecuada a las nuevas tecnologías en materia de seguridad y facilitación en la cadena logística.
“Para garantizar que existan los medios de control efectivos que faciliten el comercio internacional, uno de los retos que tiene el gobierno es la implementación de un sistema informático electrónico en los procesos aduaneros, puesto que existen deficiencias en el actual sistema que dilatan las operaciones”, puntualiza Díaz.
Por otra parte, Colombia va a suspender temporalmente los aranceles impuestos a las importaciones de ciertos alimentos con el objetivo de minimizar el impacto sobre la inflación, que se encuentra muy por encima de la meta señalada por el Banco Central.
Fuente: noticiaslogisticaytransporte.com
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