El comercio marítimo mundial sigue a un ritmo insostenible. Los barcos nuevos son demasiados para una carga cada vez más escasa. Las navieras operan con buques más grandes para ahorrar, sin que se genere carga suficiente para llenarlos.
De hecho, la diferencia entre tamaño y volumen de carga ha provocado el desplome de los precios y está llevando al límite la rentabilidad de las operaciones del sector y de las navieras. En realidad, las empresas más fuertes económicamente intentan salir a flote con fusiones en un mercado complicado.
Además, la industria vio por primera vez en la historia como el volumen del comercio marítimo mundial superó los 10.000 millones de toneladas el pasado año, mientras que los envíos se expandieron un 2,1% en 2015, lo que supone la tasa más baja desde el estallido de la crisis financiera internacional.
Por el contrario, la capacidad de la flota mundial creció un 3,5% el año pasado. De hecho, los contenedores han conseguido una diferencia aún más preocupante, mientras la carga crece a un ritmo del 2%, el tonelaje que los buques pueden transportar lo hace al 8%.
Por otro lado, la conferencia de las Naciones Unidas sobre comercio y desarrollo (UNCTAD) ha publicado su ‘informe anual 2016’ que reafirma la desaceleración en el crecimiento del comercio marítimo mundial.
Fuente noticiaslogisticaytransporte.com