El Año Nuevo chino o fiesta de la primavera es una de las fechas más esperadas por los exportadores de cerezas chilenos. Los chinos le entregan un gran valor a esta fruta, ya que, según la cultura de ese país, es un regalo que trae suerte: su color rojo es símbolo de prosperidad y fortuna; la redondez, de perfección y eternidad. Para el Año Nuevo chino -que en 2017 cae el 28 de enero, aunque la celebración se extiende por 15 días- su demanda se dispara. Una tradición que conoce bien el presidente de Fedefruta (Federación Gremial Nacional de Productores de Fruta) y ex embajador de Chile en China, Luis Schmidt, quien explica que para estas fechas los chinos suelen regalar cerezas.
Según cifras entregadas por ProChile, nuestro país es el primer exportador de cerezas frescas del mundo. Desde la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (Asoex) señalan, en tanto, que en la temporada 2015-2016 Chile exportó el 84% del volumen de esta fruta al mercado chino, más de 70 mil toneladas (ver infografía), equivalentes a US$ 553 millones. En un desglose de cifras, en las semanas previas a la celebración del Año Nuevo chino los exportadores locales venden en promedio US$ 304 millones, lo que corresponde al 55% del total de ventas, de acuerdo a datos de iQonsulting, empresa especializada en el sector agroexportador.
Tan importante es para los productores nacionales este mercado, que han modificado su forma de producción. Isabel Quiroz, directora ejecutiva de iQonsulting dice que «tanto productores como exportadores han modificado las prácticas de producción para cumplir con requerimientos de China. En el caso de las cerezas, se ha trabajado en que estas sean de gran calibre, firme, de color rojo oscuro y pedicelo verde, sin muestras de deshidratación». Agrega que, además, los productores han aumentado la proporción de variedades con mejores características de poscosecha que puedan soportar un viaje largo.
Asoex y ProChile se unen en campaña de promoción
Entre 550 millones y 600 millones de habitantes son los que se movilizan por el país asiático para reunirse con sus familiares y amigos durante los quince días que dura la celebración. Este año comienza el 28 de enero, una fecha bastante adelantada en comparación con años anteriores. Sin embargo, la temporada de cosecha se adelantó entre 10 y 15 días producto de las lluvias que afectaron a Chile, lo que resulta favorable para poder llegar a tiempo.
La gran mayoría se exporta vía marítima. A pesar de que es más lento que la vía aérea, el costo por barco es significativamente menor. «Una carga aérea tiene un costo de casi 11 veces más que uno marítimo. El costo aéreo es de US$ 4,3 por kilo, versus el marítimo, que es de US$ 0,4 por kilo», explica Juan Ignacio Allende, export manager de Agrícola San Clemente.
Desde Asoex señalan que el desafío es aumentar la demanda de cerezas. Para esta temporada, el Comité de Cerezas de esta asociación, en conjunto con ProChile, planificaron la mayor campaña promocional que haya sido desarrollada por una especie en un mercado específico. Con un monto de US$ 5 millones, incluye acciones para aumentar el consumo con foco en China, pero también en Corea del Sur, Japón, Estados Unidos y Brasil.
«China es el principal destino de nuestras cerezas. El Año Nuevo chino es el período más importante para las cerezas chilenas, ya que, como el color rojo y forma redonda están asociados a buena fortuna o éxito, son compradas para acompañar la cena familiar o como regalo. El desafío de los exportadores es aumentar el consumo antes y después del Año Nuevo chino», sostiene Ronald Bown, presidente de Asoex.
Fuente: El Mercurio
