Se estima que cada pasajero y tripulante gasta unos US$100 al día en el destino, dinamizando la economía en las comunas de Elqui y Limarí, ya que el 30% consumen productos elaborados por micro y medianos empresarios, principalmente vinos, piscos y artesanías en base a lapislázuli. Además, los “cruceristas” adquieren programas de viajes desarrollados por agencias locales.
Los tres bocinazos de rigor se escucharon fuerte en el puerto de Coquimbo, marcando no solo la llegada del crucero Roald Amundsen, sino que el término de la temporada 2022-2023, periodo que logró contabilizar un total de 22 embarcaciones, con 31.145 personas, entre tripulantes (11.403) y pasajeros (19.742).
Durante la temporada pasada no se recibieron embarcaciones de este tipo por el único terminal multipropósito de la región de Coquimbo. En tanto, la anterior (2020-2021) solo un crucero atracó en la ciudad puerto. Para la seremi de Economía, Pía Castillo, un logro que se encuentra inmerso en un plan importante para posicionar a la región como destino consolidado, donde “el trabajo intersectorial es importante, tanto como Estado y Gobierno, y la relación con los privados, las cámaras de comercio y turismo, los locales gastronómicos, la hotelería, y nuestros empresarios”.
“Sabiendo que tenemos estas cifras nos falta consolidar el año completo, posicionar el turismo en la región durante todos los meses, por eso estamos haciendo mesas con todos los gremios, en un trabajo con miras al 2023 y 2024”, agregó.
La llegada de un crucero no solo es un impulso a un área específica de la actividad turística, sino que activa a diversos servicios públicos que reciben a los pasajeros y tripulantes, tales como PDI, Aduanas, Carabineros, SAG, Sernatur, entre otras, además de toda una la cadena de proveedores de servicios, puesto que cada “crucerista” destina unos US$100 en el lugar de detención.
Los “cruceristas” recorren distintos puntos de Coquimbo y La Serena. Entre ellos, la Cruz del Tercer Milenio, la avenida Costanera, el sector de Guayacán, el Cementerio Inglés, La Herradura, en la ciudad puerto. Mientras que La Recova, el Faro Monumental, el Museo Arqueológico de La Serena, la avenida del Mar y los ejes de las calles Cordovez y Pedro Pablo Muñoz, en el casco histórico, son los destinos en la capital regional.
David Díaz, director de Seguridad Pública de la Municipalidad de Coquimbo, comentó que por encargo del alcalde Alí Manouchehri se han concentrado en ser los mejores “anfitriones”, “preparando los servicios municipales, y trabajando fuertemente en la recuperación de espacios públicos, de manera coordinada entre los inspectores municipales, Carabineros, PDI y la Armada”. En esa línea, el gobernador Marítimo de Coquimbo, Jaime Gatica, explicó que “estamos bastante contentos porque apoyamos la recepción de turistas, especialmente la seguridad de quienes llegan a nuestra región”.
Reactivación
La llegada de cruceros es un fuerte aliciente para distintos destinos turísticos de la región de Coquimbo, especialmente para las provincias Elqui y Limarí, beneficiando a las comunas de La Serena, Vicuña, Coquimbo, Paihuano, y Ovalle, dinamizando la economía local, ya que el 30% de los pasajeros de estas naves consumen productos turísticos en la zona, elaborados por micro y medianos empresarios, principalmente vinos, pisco y artesanías en base a lapislázuli. Incluso, parte de la tripulación que trabaja en los cruceros también genera gasto.
El consumo de los pasajeros de los cruceros se traduce en una generación de divisas generan divisas cada 60 minutos, ya que son turistas que no están más de cinco a seis horas en el destino. Una vez arribados, los pasajeros realizan programas de viajes que se tienen contratados con anterioridad, con tour operadores locales.
Angélica Funes, directora Sernatur Coquimbo, dijo que esta temporada exitosa “también nos pone en el mapa de los destinos a nivel internacional. Hoy, los cruceristas están llegando a La Serena y Coquimbo, pero también al valle de Elqui y Limarí, para poder disfrutar de las experiencias de piscos y vinos, y el patrimonio cultural”.
Laura Cerda, presidenta de la Cámara de Turismo de la región de Coquimbo, sostuvo que existe optimismo a seguir aumentando este tipo de llegadas, pues significa seguir especializando sus servicios, en torno a visitantes internacionales que benefician “el comercio local, pequeños empresarios que tienen artesanías o visitan La Recova o ferias de diferentes lugares de la región. “El beneficio no es al gran empresario, sino a la pequeña y micro empresa”, añadió.
Martín Muñoz, jefe de Sostenibilidad del Terminal Puerto Coquimbo (TPC), explicó “es un orgullo ser parte de una industria que sabemos que es muy relevante para la región. Y, por lo mismo, tratamos de poner todos nuestros recursos de la mejor forma para dar el servicio que los turistas se merecen y tengan una grata permanencia en la ciudad de Coquimbo”. “Tuvimos una pandemia que nos dejó frenados por bastante tiempo, pero estamos conscientes que tenemos un desafío para seguir ofreciendo los atractivos de la región, para atraer más turistas, y esperamos que la próxima temporada, y las venideras, sean tan buenas como esta”, concluyó.
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