La Corporación de Desarrollo de Llolleo (Cordell) llamó a la estatal Empresa Portuaria San Antonio (EPSA) a abrir los canales de comunicación con la comunidad y recoger sus observaciones e inquietudes respecto del desarrollo portuario,
especialmente en relación al proyecto de Puerto Exterior o megapuerto (PGE).
Jorge Gortari, miembro de la directiva de Cordell, manifestó que «por una parte el puerto está planteando una mejora importante, porque es un crecimiento al triple de la capacidad actual del terminal, que va a generar grandes
beneficios económicos para el país. Pero por otro lado, está el beneficio a la ciudad. Recordemos que cuando partió el puerto el trabajo se hacía en mancomunión con la ciudad, pero pasados los años el puerto se ha ido alejando
de la comunidad y la comuna que lo acogen».
REPAROS
El dirigente aseguró que «con el paso de los años la ciudad se ha visto cada vez más invadida por el terminal, en el sentido que el puerto ya no pide permiso, no hace consenso con la ciudad sobre las mejoras que esta misma requiere, y el mejor ejemplo es este proyecto de Puerto Exterior, que para nosotros es una aberración ambiental.
Así lo señalan investigadores y científicos». Calificó la iniciativa del megapuerto como «muy mala ambientalmente, porque priva a la ciudad de prácticamente el único espacio natural de borde costero que le queda, representado en los Ojos de Mar y toda la naturaleza aledaña al parque DYR, incluso con parte del parque mismo, ya que hay una sección de este que será parte de las obras de mitigación del mismo proyecto, causando un conflicto con otros planes de desarrollo para el mismo terreno, como es el Parque del Pacífico que está trabajando el Ministerio de Vivienda».
– ¿Qué debería hacer el puerto para acercarse a la comunidad y dialogar?
– Hubiese sido una buena oportunidad de mejorar las relaciones con la ciudad el retirar el proyecto voluntariamente y que se hubiesen tomado seis meses para haber consensuado las pérdidas o el impacto que le va a generar a la ciudad. Hay varias otras alternativas que el puerto no ha querido nunca escuchar. Gortari añadió que «el puerto partió iniciando
conversaciones con la comunidad con un programa de participación ciudadana temprana, que es antes de ingresar
los proyectos al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, pero en la realidad esa participación ciudadana
nunca se dio. Lo único que hizo el puerto fue informar a la comunidad, porque cada vez que se reunió con la ciudadanía, nunca se recogieron las observaciones que se le hicieron al proyecto.
Fuente: El Líder de San Antonio