Un costo total estimado de US$ 44 millones de dólares se requieren para la construcción de un muelle exclusivo para cruceros, según el estudio de prefactibilidad que encargó la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV) a la firma de planificación e ingeniería marítima Moffatt & Nichol.
La consultora norteamericana, que ganó una licitación para hacer el estudio, entregó a la estatal algunos resultados preliminares que básicamente corresponden a las etapas de ingeniería, modelo de negocios e investigación de mercados, los que actualmente se encuentran en proceso de revisión y que serán dados a conocer en el mes de septiembre.
Sin embargo, uno de los puntos más relevantes tiene relación con las características de la estructura, determinándose a priori que una de las opciones más óptimas apunta a un muelle dedicado Clase 4, cuyo costo total se estima en la suma mencionada.
De acuerdo a lo indicado por la empresa portuaria, ya se avanza en una segunda etapa que comprende una serie de factores a analizar en pos de un resultado óptimo para una estructura que, explican, se ha hecho imperiosa luego de los últimos incidentes que afectaron la llegada de cruceros a Valparaíso y que provocaron, hasta ahora, el desvío de ocho recaladas a San Antonio, puerto que entró de lleno a este mercado.
«Se comenzará una segunda fase que considera el análisis financiero, que complementa el modelo de negocios de la primera parte, y también un análisis legal del proyecto», comentó el gerente de Asuntos Corporativos de EPV, Cristián Calvetti.
En lo que respecta a los plazos de este proceso específico, indicó que esta etapa debiera estar terminada en tres meses y medio, aproximadamente.
En cuanto a la localización, la estatal ya adelantó que la mejor ubicación para construir una obra de estas características es el sector donde se ubica actualmente el terminal de pasajeros, VTP.
Al respecto, la EPV consignó que ello se debe a múltiples factores que fueron evaluados por el estudio de prefactibilidad, tales como las condiciones meteorológicas y oceanográficas, las características barimétricas, de navegación, operacionales y prestación de servicios y de infraestructura, entre otras.
«Venimos trabajando hace bastante tiempo en la solución para entregar condiciones apropiadas a la industria de cruceros en nuestro puerto», subrayó el ejecutivo.
En ese plano, hay que consignar que desde fines de 2015 la estatal comenzó a explorar con fuerza la idea de construir una estructura dedicada puntualmente a la industria de los cruceros, lo que finalmente se concretó al año siguiente cuando se diseñaron las bases de la licitación del estudio de prefactibilidad que finalmente se adjudicó la empresa norteamericana.
«Una infraestructura de este tipo requiere hacer un análisis de calado, de profundización del frente de atraque y una morfología especial que hay que ver también… pero hemos visto que cada día se hace más necesario un análisis en este sentido por la importancia que viene tomando en Valparaíso el mercado de los cruceros», comentó previamente a la adjudicación del estudio el gerente general de EPV, Gonzalo Davagnino. La idea cobró un impulso extra luego de las dificultades que encontró la industria para operar en Valparaíso en términos de reserva de sitios, tarifas y el bloqueo que sufrieron dos cruceros en febrero pasado por parte de trabajadores portuarios, en protesta por el conflicto de las cargas limpias. Ello afectó directamente a cerca de 3.500 pasajeros, lo que hizo que la industria calificara a Valparaíso como un puerto inseguro.
La alternativa que analiza la estatal actualmente considera un muelle fijo que permita responder a las exigencias de la industria en términos operacionales. Y en ello ha estado trabajando la firma Moffatt & Nichol, presentando una serie de opciones.
De acuerdo a lo señalado por la EPV y operadores turísticos de cruceros, esa característica es esencial, sobre todo en lo que respecta al abastecimiento de las naves. Sin embargo, existen otras propuestas, como la que presentó Terminal Pacífico Sur.
Ella tiene como eje central el sector de Barón y tendría un costo aproximado de US$ 11 millones, pudiendo recibir naves de pasajeros de hasta 300 metros de eslora. De acuerdo a los estudios realizados al respecto la zona donde se ubicaría el terminal presentaría óptimas condiciones adecuadas para las maniobras de navegación, permanencia y operación de los cruceros.
Un aspecto que difiere de lo manifestado por la estatal, que señala que la zona es inapropiada para tal desarrollo, pues corresponde al sector más expuesto de los considerados, ya que no goza de la protección del rompeolas del Terminal 1 y recibe en forma directa oleaje de periodos más largos. A ello se suma que interferiría con el desarrollo del concesionario Plaza.
Lo cierto es que, más allá de las diferencias en cuanto a sus características y ubicación, la opción de un muelle exclusivo genera consenso, lo que incluye también al alcalde porteño, Jorge Sharp, que ve en su construcción la única opción definitiva para solucionar el problema que actualmente afecta a los sectores económicos que dependen directamente de esta industria para subsistir.
El jefe comunal manifestó la necesidad de contar con esta infraestructura, la que a su juicio debe ser administrada por la ciudad, a través del municipio.
LOS PASOS
En septiembre de 2016 la empresa portuaria inició el proceso de licitación para el estudio de prefactibilidad del muelle de cruceros.
La empresa Moffatt & Nichol se adjudicó, en diciembre de ese año, la realización del informe para explorar tal posibilidad.
En julio de 2017 EPV dio a conocer que, según el análisis, la mejor ubicación posible sería en el sector donde se emplaza el VTP.
US$ 44 millones es el valor estimado que tendría la estructura según los estudios preliminares entregados por la firma.
LOS NÚMEROS DE LA ESTRUCTURA
Si bien el costo total que se estima para la estructura es de US$ 44 millones de pesos, el que considera los gastos variables y otra serie de elementos, el denominado costo directo que se maneja para esta obra llega a los US$ 26 millones. Esto corresponde a la suma de los trabajos a realizar con materiales, mano de obra directa, maquinarias, equipos y subcontratos, entre otros. Es así que el paso que se va a dar ahora consigna el análisis financiero de la obra para determinar las distintas opciones que existen para que finalmente pueda ser cubierto en su inversión y concretado.
Un fuerte incremento de 19,5% acumuló la carga general transferida en los terminales del puerto de Valparaíso al primer semestre de 2017. A la fecha se movilizaron 6.000.767 toneladas, lo que contrasta con las 5.021.670 que se habían registrado en el mismo periodo del año pasado. Por tipo de carga, hay que consignar que la contenedorizada alcanza la suma de 4.985.963 de toneladas, mientras que la llamada fraccionada se situó en la cantidad de 1.014.804.
En lo que respecta específicamente al mes de junio, el aumento alcanzó a 1.083.216 de toneladas, lo que representa un 32,6% respecto a similar mes de la pasada temporada, cuando se movilizaron por Valparaíso 816.659. Esto va en línea con la recuperación que han mostrado las exportaciones, en particular la de bienes -no cobre- y también de servicios.
Con esto, lo más probable es que a fines de 2017 se sobrepase la cantidad de carga transferida el año pasado, que llegó a 10.188.893 de toneladas.
CARGA MOVILIZADA REGISTRA AUMENTO DE UN 19,5% EN PRIMER SEMESTRE
2016 comenzó el proceso destinado a la construcción de un muelle exclusivo para cruceros, una idea que surgió a raíz del crecimiento de la industria.
10 empresas nacionales e internacionales participaron en la licitación del estudio de prefactibilidad del muelle de cruceros, resultando ganadora la norteamericana Moffatt & Nichol.
8 recaladas perdió ya Valparaíso, en favor de San Antonio, producto de los problemas con que se encontró la industria en el puerto de Valparaíso.
Fuente El Mercurio de Valparaíso