Confiado en que la participación de Valparaíso en la última Feria Seatrade dará frutos está el gerente general de la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), Gonzalo Davagnino. El ejecutivo analizó el paso de la delegación que encabezó en la actividad, instancia cuyo principal propósito fue encaminar un eventual retorno de las líneas de cruceros a la ciudad patrimonio.
«Se cumplió el objetivo que teníamos programado en el viaje. Invitamos a todos nuestros concesionarios y también yo fui de la idea de que participaran los trabajadores marítimo portuarios porque creo que no solamente había que poner la cara, sino que también dar una explicación a la industria. Valparaíso es un puerto que por años atiende cruceros y, tal cual se lo dije a la industria, nosotros nos merecíamos la oportunidad de corregir», recalcó el ejecutivo de la estatal.
Respecto a las explicaciones entregadas a las líneas de cruceros, subrayó que lo que más valoraron en Estados Unidos fue la presencia de todos los actores para enfrentar un problema. «La industria lo entendió, aceptó y, es más, recibió con muy buenos ojos el hecho de que se reaccionara tan rápidamente. Hay un tema importante que señalaron también y es que para ellos el puerto y el destino es Valparaíso y la verdad que han tenido varios reclamos porque no ha sido Valparaíso el puerto de recalada», enfatizó.
En cuanto a los avances concretos indicó que existe la opción de que durante el primer semestre de este año una de las líneas que se «fugaron» decida regresar.
«Personalmente le ofrecí a la industria volver a trasladarme a Estados Unidos para cerrar el acuerdo con una de las líneas que se fueron para que vuelva el 2019, porque las otras tienen contrato hasta 2020», precisó.
Davagnino añadió que las líneas reiteraron sus condiciones como el asegurarles sitio con dos años de antelación. «Ellos proyectan su negocio con ese lapso y aquí no podemos estar cambiando las reglas del juego», mencionó, recordando que toda la situación vivida fue en lo personal «muy desagradable».
«Nosotros hemos venido trabajando con nuestro concesionario VTP por años en la Corporación de Puertos del Conosur, y hemos asistido de forma permanente a la Feria de Cruceros y sabemos lo importantes que es», recalcó el ejecutivo, destacando además el papel que jugó en la cita del país del norte el alcalde porteño, Jorge Sharp.
«El hecho de que esta vez estuvieran todos los actores fue relevante, en especial el alcalde de Valparaíso cuya presencia y participación en estas reuniones además fue muy bien valorada por la industria», subrayó.
En cuanto a los resultados de la visita advirtió que se debe ir paso a paso. «Existe la oportunidad de recuperar el mercado de los cruceros en forma paulatina, pero tenemos que dar señales claras. En lo inmediato espero ir en el primer semestre a cerrar una buena noticia, ojalá que nos vaya bien porque ya no depende de nosotros, sino que de ellos», deslizó Davagnino, quien al igual que los otros ejecutivos de la estatal está también a la espera de que el gobierno entrante designe al nuevo directorio.
El otro punto que destacó el gerente fue la reunión con la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe (FCCA), entidad que agrupa a una veintena de líneas y desde donde surgió -a raíz de una propuesta del alcalde Sharp- la posibilidad de crear en la ciudad un comité de cruceros.
«Valparaíso tiene la obligación de hacerlo porque esto nos permitiría poder estar más cerca de la industria y, dándole una formalidad a esta instancia, podríamos ser socios de la FCCA y eso significa tener mayor interacción con la industria y una mayor capacidad de reacción frente a cualquier situación», explicó Davagnino.
En cuanto al muelle de cruceros y los plazos establecidos para su construcción, señala que hay que tomar en cuenta varios elementos como el tiempo que puede transcurrir en que se apruebe la iniciativa y que se materialice, considerando el periodo que puede demorar el estudio de impacto ambiental correspondiente.
«En el muelle hemos sido categóricos, tenemos una proyección de tres a cuatro años», comentó el personero, quien recuerda que se firmó un acuerdo de dos años y medio, siempre y cuando todas las condiciones desde el punto de vista de la construcción y de la aprobación de los estudios de impacto ambiental sea la ideal. «Lo que se requiere para esos estudios son alrededor de dos años y la experiencia así nos lo ha dicho. El construir son dos años o un poco más», remarcó el ejecutivo.
«DEMOLER EL VTP ME PARECERÍA ILÓGICO»
«La información que tengo por parte de la reunión que tuvimos con el concesionario y el alcalde es que ese tema se va a solucionar, y espero que sea así», dijo Davagnino respecto a la situación del terminal cuyo recurso de aclaración respecto a su permiso de obra no fue acogido por la Suprema «Me parecería ilógico y no se me cruza por la cabeza que alguna mente piense en botar una obra que costó casi 10 millones de dólares, catalogada como la mejor de Sudamérica en su tipo».
«Ser socios de la FCCA significaría tener mayor interacción con la industria y una mayor capacidad de reacción», Gonzalo Davagnino, Gerente general de EPV»
Fuente: El Mercurio de Valparaíso