Una posible contracción del 0,5% en el PIB de América Latina durante 2016 se generaría por el impacto de sucesos internacionales en el continente.
En el encuentro internacional “Países Emergentes: El Desafío de Mejorar la Productividad” organizado por la Cámara Chileno Norteamericana de Comercio, Amcham Chile, y Principal Financial Group, el director ejecutivo y economista jefe de Principal Global Investors, Robert Baur, junto al ex presidente del Banco Central de Argentina, Martín Redrado, destacaron las claves para proyectar una economía favorable que permita imponer los intereses comerciales en aquellos países que se encuentran bajo una mayor dependencia extranjera.
Para Robert Baur, la tecnología y la innovación son un valor fundamental a la hora de generar una mejora en la productividad y en los estándares de vida. “Chile se encuentra en una posición muy favorable para generar una mayor atracción e interés”, gracias a la buena evaluación de organismos internacionales y de grandes economías del mundo, que lo dejarían en un plano favorable para desarrollar estrategias que le permitan diversificarse en el mundo.
Según el ex presidente del Banco Central de Argentina, la carta para lograr el posicionamiento de los emergentes, es adelantarse como mercado colectivo a las necesidades de los demás estados internacionales. Y sobre la dependencia de la región del precio de las materias primas, señaló que “sería uno de los grandes desafíos que se verían superados no solamente buscando mantener una estabilidad macroeconómica, sino dándole dinamismo a las economías en un entorno más desafiante”.
Sin embargo, la transición enfrentada por China, que podría no ser lineal según los expertos, sería algo considerable que impactaría a los mercados emergentes, teniendo en cuenta que lo que necesita el país asiático es un mayor gasto para promover un balance entre consumo, inversión y el sector externo. Si bien, tampoco se puede precisar qué tan grande será el riesgo en el proceso, lo que podría pasar es que la tasa de crecimiento tenga un impacto en las materias primas, que tocaría a Chile por el cobre.
Esto podría generar una mayor selectividad de parte de los inversionistas a la hora de acercarse a la región, que observarían factores como el crecimiento y la inflación. Así, países con un mayor déficit fiscal y dependencia del ahorro externo, serán los que mayormente sufrirían la salida de capitales.
En tanto, considerando las cifras de empleo en EEUU, una posible alza en la tasa interés de la Reserva Federal afectaría de menor manera a los mercados emergentes, ya que el proceso de toma de decisiones de la Fed se encuentra determinado por lo que ocurre en el resto del mundo y de haber un aumento sería gradual y mayormente esperado.
El desafío, coincidieron los expertos, es incrementar la diversificación para que a largo plazo la región se enfoque en actividades que aporten dinamismo y competitividad al mercado interno, haciendo de la inversión el motor de la economía para Chile y los otros emergentes.
Fuente: Pulso
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