«El sistema portuario está bien preparado para enfrentar desastres, pero hay mucho por mejorar»

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Felipe Caselli es académico de la U. de Valparaíso e integra grupo investigador chileno- japonés para afrontar tsunamis

Tras los tsunamis que afectaron a Chile y Japón -en 2010 y 2011, respectivamente- investigadores de ambos países decidieron formar un grupo que, entre otros temas, elaboró un plan de continuidad de negocio para los puertos de Chile, con el objetivo de que estén preparados al momento de enfrentarse a un desastre natural, en especial los maremotos.

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Esta tarea se desarrolló dentro del programa Satreps – Tsunami, que creó la Agencia de Cooperación Internacional de Japón ( JICA) y la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón (JSS) y que, en un simposio a realizarse entre mañana y el viernes en Santiago, presentará sus conclusiones finales.

«Este es un proyecto bastante grande que tiene bastantes aristas y hay cuatro grupos donde cada uno de ellos se preocupa de algún área específica, y lo que se busca como objetivo general es desarrollar un mejoramiento tecnológico para el desarrollo de comunidades resilientes ante desastres naturales como terremotos o tsunamis», comenta Felipe Caselli, académico de la Escuela de Ingeniería Civil Oceánica de la Universidad de Valparaíso (UV) e integrante del grupo.

– Y en el caso de los puertos, ¿cuál es el objetivo al que apuntan?

– La idea es que los puertos puedan recuperar su capacidad operativa lo más rápidamente posible en caso de desastres de este tipo (…) Estamos trabajando en cómo ayudamos a los puertos a desarrollar un trabajo que les permita visualizar los riesgos a los que están sometidos, particularmente con terremotos o tsunamis, y de esa forma generar planes que les permitan levantarse más rápido.

En el caso de Valparaíso y San Antonio, ¿qué planes pueden aplicarse ante una catástrofe de ese tipo?

– Estamos trabajando una metodología en que a partir de ella cada puerto identifique sus riesgos y pueda preparar las estrategias de continuidad (…) Ahora, para responder eso hay que decir que cada puerto tiene características especiales. Por ejemplo, Valparaíso y San Antonio tienen varios concesionarios, lo que es distinto, por ejemplo, a la situación de Iquique, que tiene uno. Además, la configuración geográfica es distinta, por lo tanto, el comportamiento de un eventual tsunami va a ser diferente. Tenemos lo que pasó ahora en Iquique, lo que ocurrió el 2010 en Talcahuano o en el resto de los puertos de la bahía de Concepción, no son lo mismo.

Mitigar el riesgo

O sea, ¿es un plan único para cada puerto?

– No es que se vaya a generar un solo plan para todos, porque cada uno debe responder a las características propias de cada puerto y es lo que pueden hacer con el plan. Identificamos los riesgos y dada la configuración que tiene nuestra costa estudiamos las diversas posibilidades de localización de un terremoto y a partir de eso podríamos determinar la dirección de un tsunami y estimando las profundidades de inundación.

– Ahora, si el tsunami afectara la zona central sería más grave porque por acá se mueve gran parte del comercio exterior de Chile…

-Efectivamente, y por eso es muy importante que los puertos se preocupen de cómo mitigar el riesgo al que están sometidos por los desastres naturales que, sabemos, van a ocurrir. Lo que ignoramos es cuándo. A partir de esta metodología, si bien no eliminan el riesgo, sí lo pueden mitigar. En definitiva, todo apunta a buscar la manera de disminuir las vulnerabilidades.

– ¿Nuestros puertos están preparados para enfrentar un desastre de magnitud, para reaccionar rápido?

– Diría que en general nuestro sistema está bien preparado. A partir de lo que fue el terremoto de 1985 ya se crearon algunos aprendizajes que llevaron al uso de los seguros, por ejemplo. Se mejoró todo lo que es la negociación con las aseguradoras para poder utilizar estos fondos para una recuperación más rápida. También aparecieron algunos decretos del Ministerio de Transportes que permiten hacer obras urgentes (…), pero aún hay muchas cosas que se pueden mejorar y ahí esperamos aportar como grupo de trabajo.

– ¿Esta investigación se puede aplicar a otras actividades económicas del borde costero como desarrollos comerciales u hoteleros?

– Así es. Como le decía, estamos proponiendo una metodología de desarrollo de planes de continuidad de negocios enfocado y con ejemplos para puerto, pero se pueden llevar a otro tipo de organización.

Fuente: El Mercurio de Valparaíso