Por segundo año consecutivo, el comercio entre Asia y el Mediterráneo ha registrado un fuerte crecimiento de la demanda, superior a la existente entre el continente asiático y el norte de Europa, según recoge el último informe de la consultora Drewry.
Teniendo en cuenta que el primer trimestre se vio afectado por el descenso de las operaciones durante el año nuevo chino, el transporte de contenedores ha aumentado un 7,8% entre abril y agosto, lo que ha llevado a un incremento del 5,7% en lo que va de año.
En el Mediterráneo occidental, la demanda de productos asiáticos ha repuntado un 5,2% hasta agosto, siendo actualmente España el país más fuerte a nivel de importación, aunque hace tres años era el más débil.
Por su parte, las importaciones asiáticas en el Mediterráneo oriental han aumentado un 6,1% en los ocho primeros meses del año, impulsadas por unas condiciones políticas más tranquilas en Turquía, que han permitido recuperarse al sector turístico. Los mercados del mar Negro y el Adriático siguen superando al resto de regiones, con un incremento superior al 25%.
De forma similar al mercado del norte, la temporada alta ha llegado este año a destiempo y ha terminado antes de lo previsto. Los buques procedentes de Oriente Medio no han notado ningún tipo de presión en cuanto al espacio de carga en agosto y septiembre, lo que ha provocado un ligero descenso de los precios de flete.
La consultora prevé que la elevada tasa de crecimiento disminuirá en los últimos meses del año y que para diciembre el ritmo se reduzca a algo más del 5%. Al igual que en las rutas entre Asia y el norte de Europa, en el ámbito mediterráneo los meses de verano han sido tranquilos.
Las fiestas de China en el mes de octubre han contribuido a una reducción temporal de la capacidad, con algunas cancelaciones de escalas, pero la comparación sigue siendo superior al mismo momento del año pasado, ya que la bancarrota de Hanjin Shipping supuso una drástica disminución de la capacidad.
Buques más grandes y menores precios
No cabe duda de que animados por la relativamente fuerte demanda, los operadores han optado por incorporar buques de nueva construcción de 14.000 TEUs en las rotaciones entre Asia y los países mediterráneos, una tendencia que se ha intensificado desde que las nuevas alianzas iniciaron sus operaciones en abril.
Maersk Line espera reforzar su servicio AE15 con más unidades en 2018, que reemplacen a las de 13.000 TEUs. Por su parte, NYK contará con embarcaciones de este tamaño en su línea MD2, mientras que Evergreen incorporará un portacontenedores con capacidad para 14.000 TEUs y Cosco otros dos ligeramente más grandes a las operaciones de Ocean Alliance en el Mediterráneo para finales de 2017.
Para el último trimestre de 2017 y todo 2018, se esperan numerosas entregas, con lo que embarcaciones más grandes, con capacidad para entre 13.000 y 15.000 TEUs serán trasladados de las rutas entre el continente asiático y el norte de Europa a las conexiones con el Mediterráneo.
Aunque la demanda ha aumentado, no ha sido suficiente para igualar el incremento en la capacidad, con lo que la utilización de los buques ha caído por debajo del 90% en el mes de abril, permaneciendo por encima del 80% desde entonces.
Esto ha ocasionado que las tarifas disminuyeran, llegando a reducirse un 30% a primeros de mayo entre el puerto chino de Shanghai y el italiano de Génova. En cualquier caso, la tendencia muestra que los precios están en general, por encima de los de 2016, aunque seguirán retrocediendo en el cuarto trimestre a medida que nuevos buques se incorporen a los servicios entre Asia y el Mediterráneo.
Fuente: Cadena de Suministro
