La embarcación arribó por primera vez a Puerto Natales el pasado sábado 10 de octubre alrededor de las 16:00 horas, permaneciendo a la gira debido a las condiciones climáticas de alta intensidad de viento, con rachas sobre 30 nudos, que impidieron el atraque de la nave.
Finalmente, el ferry Esperanza atracó a muelle el domingo 11 de octubre alrededor de las 19:00 horas, logrando su completo amarre luego de 30 minutos de maniobras, las cuales a juicio del práctico a cargo de supervisar la operación se desarrollaron de manera satisfactoria y controlada.
Dado que se trató de la primera operación de la nave en el Terminal Puerto Natales, esta contempló diversas maniobras de prueba exigidas por la autoridad marítima. Por ello, y aprovechando la presencia del práctico en el muelle, la empresa Navimag privilegió el desarrollo de dichas maniobras de prueba, exigidas a toda nave que inicia sus operaciones en cualquier terminal marítimo, las cuales se prolongaron hasta este lunes 12 de octubre. Finalmente se lograron efectuar 5 de las 10 maniobras exigidas por la autoridad marítima.
Posteriormente, y luego de ser subsanados algunos inconvenientes de distribución al interior de la nave, el nuevo ferry Esperanza inició la operación de descarga de rodados alrededor de las 19:00 horas del mismo lunes.
Obras y preparación del muelle
Para la correcta operación de la nave en el Terminal Puerto Natales, la Empresa Portuaria Austral dispuso la realización de una serie de obras destinadas a adecuar las instalaciones conforme a lo requerido por la autoridad marítima, las que implicaron una inversión del orden de los 153 millones de pesos.
Así, Epaustral efectuó la modificación del estudio de maniobrabilidad del Terminal Puerto Natales a través de una Adenda, la cual fue aprobada por la Dirección de Intereses Marítimos y de Medio Ambiente Acuático de la Armada de Chile en marzo del presente año. Dicho documento establece las condiciones que deben cumplir las maniobras de atraque, permanencia y zarpe de las naves que operan en dicho terminal, tales como intensidad de viento, corrientes, cantidad de espías a utilizar en el amarre, bitas y dirección de las líneas de amarre, entre otros aspectos técnicos.
Posteriormente, se realizaron modificaciones en materia de obras portuarias, implementando nuevas defensas, bitas en tierra (y protección de las mismas) necesarias para atender la nave; estas últimas fueron complementadas con un cierre metálico que permite mejorar las condiciones de seguridad del entorno donde se ubican.
En la misma línea, en agosto pasado se realizaron los trabajos necesarios para la certificación bianual de la boya utilizada por los transbordadores, los que contaron con la supervisión y aprobación de la autoridad marítima.
Fuente: Empresa Portuaria Austral
