Una dura carta escribió el presidente de Sonapesca, Francisco Orrego, en la Memoria 2015 del gremio, señalando que “hemos debido enfrentar un período en que se ha cuestionado duramente al sector y a nuestra institucionalidad (…) Si hoy ser empresario es difícil en nuestro país, ser un empresario pesquero es más difícil aún”.
Al igual que otros sectores, manifestó que “no sólo hemos debido enfrentar acusaciones de incurrir en prácticas de financiamiento irregular de la política, sino que además hemos tenido que salir a dar explicaciones por nuestras propias actuaciones en materia pesquera”.
Lo anterior no ha sido gratis, a su juicio, pues ha generado el espacio propicio para poner en duda la legitimidad de la Ley de Pesca en medio de un cuadro general de cuestionamiento al modelo político y económico del país. Donde se está analizando hacer que las licencias duren 20 años y que no sean renovables, además de aumentar el porcentaje de licitaciones.
“Esto ha significado que como gremio hayamos tenido que navegar en un mar revuelto y tormentoso, donde los detractores estructurales de la Ley de Pesca y del sector han tenido la oportunidad de sacar provecho de la situación instalando un escenario de alta incertidumbre regulatoria, a través de una campaña que ha tenido amplia repercusión y acogida en áreas populistas y demagógicos que sienten que llegó el momento de “su desquite” contra los empresarios de la industria, siendo el ejemplo más patente la moción de un grupo de diputados del Partido Comunista para anular la normativa actual”, acusó Orrego.
Si a ello se suma que existen actores políticos que tienen problemas para dialogar con el sector empresarial en general y con el pesquero en particular, de acuerdo al líder de la industria, “podemos afirmar sin temor a equivocarnos que el trabajo gremial se ha hecho particularmente complejo en la actualidad”.
Hoy las empresas del sector –incluyendo sus dueños y trabajadores- enfrentan una grave amenaza: una reforma a la Ley de Pesca que modifique aspectos sustanciales de la institucionalidad pesquera que pueden conducir al ocaso de esta importante actividad económica, con todo el impacto que ello implica para el desarrollo regional, admitió el titular del gremio.
“Confiamos en que nuestras autoridades y parlamentarios tendrán la sabiduría de advertir el actual complejo escenario, promoviendo perfeccionamientos a la Ley de Pesca que contribuyan a mejorar y respectar la institucionalidad, la recuperación y sustentabilidad de los recursos, la mantención de fuentes de trabajo estables y la estabilidad en las reglas del juego y derechos de todos sus actores”, apuntó Orrego.
Fuente: Estrategia
Empresarios acusan que hay sectores que se están desquitando con la pesca https://t.co/YWUOusdwlh https://t.co/Qe02XsxrGe