La guerra comercial que ya lleva más de seis meses sacudiendo a los mercados y amenazando el crecimiento de la economía mundial volvió a encenderse ayer, luego de una semana en que parecía estar en calma. Con la entrada en vigencia de los aranceles cruzados que se impusieron Estados Unidos y China, el temor volvió a los mercados provocando una caída generalizada de las bolsas. Por un lado, Washington aplicó gravámenes por un monto cercano a US$ 200 mil millones a las importaciones provenientes del gigante asiático, a lo que Beijing respondió con aranceles iguales a US$ 60 mil millones.
Poco después de que los nuevos impuestos entraran en vigor, China ayer emitió un comunicado donde acusó a la administración liderada por el Presidente Donald Trump de abandonar todas las reglas fundamentales de la diplomacia e impulsar una «intimidación comercial» con la que busca someter a otros países a su voluntad, según reportó la agencia de noticias Xinhua. «Ha predicado desvergonzadamente el unilateralismo, el proteccionismo y la hegemonía económica. Ha hecho falsas acusaciones contra muchos países y regiones, en particular China, intimidando a otros países mediante medidas económicas como aranceles e intentado imponer sus propios intereses a China mediante una presión extrema», señaló el texto.
China también dijo que está dispuesto a reanudar las negociaciones comerciales con Estados Unidos solo si estas se basan en «respeto e igualdad mutuos», indicó la agencia de noticias china, tras citar el libro blanco divulgado por el Consejo del Estado.
Supuestamente, las negociaciones entre ambos países serían esta semana, luego de que Trump propusiera al gigante asiático retomar las conversaciones tras dos rondas en que no hubo frutos.
La guerra comercial comenzó en marzo, cuando Estados Unidos amenazó a China con los primeros aranceles bajo el argumento de que el gigante asiático tiene prácticas comerciales desleales y de robo de la propiedad intelectual y tecnología estadounidenses.
Expansión
La disputa comercial llevo a la OCDE a ajustar la proyección de crecimiento global de 3,8 a 3,7% para 2018.
Fuente: El Mercurio
