Durante los últimos días, la Empresa Portuaria de Valparaíso presentó ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) un estudio encargado a Patricio Rojas y Asociados Economistas, en el cual se manifiestan los efectos que podría tener la construcción del megapuerto -específicamente el Terminal Mar- en la competitividad del resto de los terminales de la zona central.
Una de las observaciones apunta a la magnitud de la infraestructura, advirtiendo que «el tamaño que tendrá el Terminal Mar no es irrelevante para una operación competitiva entre todos los operadores que habrá en el mercado relevante portuario de la Quinta Región». El documento consigna que un tamaño demasiado grande le entregará una ventaja al nuevo terminal, fundamentalmente por la posibilidad que tendrá de desarrollar mayores economías de escala producto de las dimensiones del nuevo frente de atraque. En esa línea, agrega que la magnitud de la obra debe ser «coherente» con el desarrollo que pueden alcanzar los otros enclaves de la región.
Además, entre otros puntos, reitera los peligros de prever una demanda «demasiado optimista», los riesgos de una integración vertical y recomienda la opción de que este nuevo enclave tenga dos operadores.
6 millones de TEUs al año podrá movilizar el Puerto de Gran Escala (PGE) cuando esté operativo al cien por ciento.
12 observaciones realiza el informe económico presentado por EPV al TDLC respecto a la licitación de la estructura.
1.730 metros de extensión tendrá el frente de atraque de cada uno de los terminales (Mar y Tierra) que componen la obra portuaria.
Fuente: El Mercurio Valparaíso
