Un día después que se rubricara el acuerdo de ampliación de la cláusula de salida del T2 entre Terminal Cerros de Valparaíso (TCVAL) y la EPV por un plazo de 22 meses, la estatal mostró su satisfacción por el resultado de las negociaciones.
«Estamos satisfechos pues esta modificación confirma que TCVAL quiere quedarse en Valparaíso, lo que ratifica una vez más el apoyo que la empresa portuaria viene entregando a sus concesionarios, en este caso con TCVAL, al presentar un proyecto coherente con la ciudad y que potencia a Valparaíso de cara al desarrollo y las mejores condiciones de vida para sus habitantes», comentó el gerente general de la estatal, Gonzalo Davagnino.
Junto con enfatizar que la iniciativa es indispensable para responder al comercio exterior y repuntar la transferencia de carga en la región y en Valparaíso, subrayó que su construcción es necesaria para la reactivación de la ciudad, creando más de 3 mil empleos y potenciando otras actividades.
Pone plazos
Pero además de ello le puso plazos a la obra, advirtiendo que es fundamental que esté en condiciones de funcionar a fines de esta década. «Es clave que el proyecto se construya y esté operativo antes de 2020, teniendo disponible así nueva infraestructura que absorba la demanda del comercio exterior de Chile; no tenerlo en ese periodo nos puede enfrentar, como país, al riesgo de no disponer de terminales necesarios para transferir la carga que en los próximos años requerirá Chile», sostiene el ejecutivo que, en esa línea, agrega que la competitividad está en juego.
«No concretar la necesaria expansión portuaria podría dar espacio a que ahora sí Callao se proyecte como el puerto líder de la costa oeste sudamericana», advirtió.
Asimismo, destacó la relevancia que tendrá la obra pensando en el crecimiento desarrollo de la industria de cruceros. «El Terminal 2 no sólo aportará infraestructura necesaria para la transferencia de carga, sino también será fundamental para las futuras recaladas de cruceros, que permitirán seguir consolidando a Valparaíso como la capital del crucerismo en la costa oeste de Sudamérica, y proyectar en los próximos años la llegada de más de 150 mil visitantes por temporada», indicó.
Además, resaltó la voluntad del concesionario del T2 en perseverar en la obra. «Prueba de ello, fue la solicitud voluntaria de la ampliación de plazo para presentar las respuestas al proceso de tramitación ambiental y con esto robustecer en forma y fondo el proyecto Terminal 2», dijo Davagnino, recordando que en el marco del trámite ambiental han surgido nuevas exigencias y consultas al concesionario, que desea responder, informar y aclarar debidamente.
Opción para el diálogo
En tanto, el alcalde porteño Jorge Sharp señala que esta ampliación da un margen para seguir dialogando. «Con esto se abre una oportunidad para que nuevos actores, que hasta ahora han estado fuera del debate, puedan incorporarse entregando sus visiones respecto del futuro de nuestra ciudad».
El jefe comunal señala que dada la magnitud de las obras es indispensable debatir. «Yo lo he dicho hasta el cansancio: los cambios propuestos en el borde costero impactarán a cuatro o cinco generaciones de porteños. Por eso, la extensión de este plazo entre las empresas, abre una ventana a que en la discusión de este proyecto, se escuche la voz de los porteños en torno a él», señala.
Agrega que, en ese terreno, es necesario definir cuáles son los intereses que van a primar para guiar la discusión. «Sobre estos proyectos de modificación estructural del borde costero, hay que preguntarse a qué actores en definitiva van a beneficiar, si son los intereses mayoritarios de la ciudad los que están expresados en ellos o de una empresa constructora que a nivel nacional o internacional tiene múltiples proyectos como es OHL», subrayó.
Con respecto a la extensión de la cláusula enfatizó su preocupación. «¿Por qué? Por varias razones, en primer lugar porque ya hubo una primera prórroga, ahora hay una segunda que además, extrañamente, es más extensa que la anterior y eso a mi juicio no se entiende mucho. Allí hay un tema que creo que la empresa portuaria de Valparaíso tiene que explicar para poder informar a la ciudadanía respecto a estos puntos», dijo.
Sharp profundizó sobre la posibilidad de discutir sobre el tema, marcando que la opción de «resolver democráticamente, y a partir del diálogo, qué hacer con el borde costero sigue abierta, al menos la municipalidad y el movimiento Valparaíso Ciudadano se encuentra a disposición para entrar en la discusión al respecto. Me parece que esa discusión es clave para el futuro de Valparaíso».
Reunión con epv
En esa línea señaló que tiene la completa disposición para reunirse con los ejecutivos de EPV. «La empresa portuaria representa al Estado en estas materias y entonces a mi me parece que en este punto debe tener la capacidad para poder abrirse al debate democrático y ciudadano respecto a qué hacer con el borde costero. Creo que esa es la invitación que al menos desde la municipalidad de Valparaíso hacemos. Estamos en el momento para poder hacerlo».
En cuanto a la discusión sobre eventuales compensaciones, indicó que hay que analizar de forma seria y profunda el informe Isaza, pero también el último dictamen de la Contraloría. «Creo que son llamados de alerta para poder enfrentar de manera seria y responsable el debate sobre el borde costero. Hablar de compensación en este momento es adelantarse, es, como se dice, poner la carreta delante de los bueyes, porque aún tenemos que resolver como ciudad cuál es el proyecto de borde costero que más se ajusta a los intereses del país, pero también de la ciudad».
TCVAL : «ES UNA SEÑAL DE COMPROMISO»
Terminal Cerros de Valparaíso (TCVAL) destacó que la ampliación de la cláusula de salida es una muestra de su intención de perseverar en el proyecto del Terminal Dos. «Este hito es una señal inequívoca de nuestro compromiso con Valparaíso, con su gente, con el proyecto de ampliación portuaria y la reactivación económica», señala el concesionario a través de una declaración. Agrega que esto «reafirma nuevamente su convencimiento sobre el positivo impacto de esta iniciativa para sumar al encadenamiento productivo, al desarrollo del puerto y la ciudad».
«Es clave que el proyecto se construya y esté operativo antes de 2020 (…) no tenerlo en ese periodo nos puede enfrentar como país a un riesgo», Gonzalo Davagnino, Gerente general EPV»
«Aún tenemos que resolver cuál es el proyecto de borde costero que más se ajusta a los intereses del país, pero también de la ciudad» Jorge Sharp, Alcalde de Valparaíso»
Fuente: El Mercurio de Valparaíso