Entregarán un informe con las condiciones en que se encuentran las embarcaciones con el objeto de que las autoridades locales puedan tomar determinaciones. El futuro de las naves podría ser que algunas se reparen por sus patrones y vuelvan a sus funciones, otras podrían ser deshuasadas y un tercer destino sería hundirlas mar adentro.
Expertos de la Armada de Chile, encabezados por el gobernador marítimo de Valparaíso, Juan Gajardo Romero, se encuentran en la zona realizando una serie de peritajes e inspecciones a las seis naves que se encuentran en estado de abandono en la bahía de Coquimbo.
El equipo que realiza estas labores llega luego una serie de reportajes que ha realizado diario El Día, donde se ha dado cuenta de la contaminación visual que provocan estas embarcaciones y la contaminación submarina, por a lo menos otras 10 naves que están hundidas en las aguas de esa rada.
Los expertos entregarán un informe al gobernador marítimo de Coquimbo, Javier Cáceres, quien solicitó la presencia de este equipo para conocer las condiciones en que se encuentran estas naves. Estado real El gobernador marítimo de Valparaíso, Juan Gajardo, señaló que arribaron a la zona por requerimientos de su congénere, el comandante Cáceres, quien quiere conocer el estado real de las embarcaciones en abandono.
Mencionó que llegaron con profesionales con mucha experiencia en ese tipo de buques cuando estuvieron operando y “la idea es que hagan un levantamiento y ese diagnóstico que va a quedar a disposición del gobernador marítimo le permita tomar decisiones en cuanto a los riesgos que tengan estos y a los cursos de acción que han definido con las autoridades”, precisó Gajardo.
El alto oficial encabeza el equipo de expertos ya que es el presidente de la Comisión Local de Inspección de Naves, que tiene asiento en Valparaíso y cubre la primera zona naval, desde Caldera hasta San Antonio. “El diagnóstico no está apuntado a ningún caso alarmista, sino que nada más que para definir los perfiles que tienen hoy día estas naves bajo el paraguas de que están abandonadas». Juan Gajardo, gobernador marítimo de Valparaíso.
El inventario y diagnóstico de las naves permitirá conocer las condiciones de sus máquinas y de la estructura y en primera instancia se habría descartado el riesgo inmediato de hundimiento. “El diagnóstico no está apuntado a ningún caso alarmista, sino que nada más que para definir los perfiles que tienen hoy día estas naves bajo el paraguas de que están abandonadas y permita tomar las mejores decisiones”, precisó el gobernador marítimo de Valparaíso.
Prestando apoyo Añadió que no se trataba de una inspección habitual, sino que obedecía a la solicitud de la autoridad marítima de Coquimbo y se le estaba prestando el apoyo con todos los aportes técnicos. Juan Gajardo, que también fue gobernador marítimo de Coquimbo, dijo que estaban prestando todo el apoyo que se necesita, porque la experiencia que le tocó vivir a él con la embarcación Don Humberto, que se hundió en la bahía local, si hubiese tenido la mismas voluntad en el época “yo creo que uno podría haber sido más efectivo.
Por lo tanto, de las experiencias uno aprende y es lo que el comandante Cáceres está haciendo para ir jugando un poquito más adelantado que los posibles riesgos que está viviendo la bahía”, afirmó. Naves rescatables Si bien no se entregaron pormenores de la inspección que se realiza a las embarcaciones que llevan años inutilizadas en las aguas coquimbanas, algunos de los expertos indicaron que era factible recuperar algunas parta que vuelvan a las funciones originales de pesca que tuvieron, pero todo está en proceso de evaluación por parte de la autoridad que tomará las determinaciones finales.
De todas formas, el gobernador marítimo de Coquimbo al referirse al trabajo general que se está haciendo con estas embarcaciones, manifestó que en diciembre ellos iniciaron el proceso de informar a los armadores (representantes o dueños) de que se tienen que hacer cargo de estas naves que ya no pueden seguir en las condiciones actuales en la bahía. «Hace muchos años que esta bahía alberga naves que quedan de para o en abandono y de una u otra forma queremos sanear esta condición»: Javier Cáceres, gobernador marírimo de Coquimbo.
Reconoció que hasta ahora no ha habido respuestas oficiales, por lo que se inició el envío del segundo oficio y si no hay respuesta, la ley les permite hacerse cargo e incluso rematar estas embarcaciones.
Largo período Javier Cáceres, gobernador marítimo de Coquimbo recordó que “hace muchos años que esta bahía alberga naves que quedan de para o en abandono y de una u otra forma queremos sanear esta condición, aprovechando también los cambios legales que ha sufrido la ley de navegación respecto a las naves de para y las que se encuentran sin dotación”.
Explicó que si los armadores a los que están notificando no recuperan sus naves, aplicarán la ley y lo que correspondería es que pasen a manos del fisco y sean rematadas. “Estamos en la segunda notificación que establece la ley y lo que procede ahora es levantar el inventario de las naves para posteriormente proceder a la subasta correspondiente, en esa etapa es en la que estamos”, dijo la autoridad marítima local. Recursos para sacar barcos Según lo señalado por el capitán de fragata, Javier Cáceres, los recursos obtenidos de los remates de las embarcaciones pasan directamente a poder del fisco y la intención es que con esos dineros se pueda costear el retiro de las naves, porque el objetivo final es que salgan del lugar en que se encuentran hoy. El eventual destino
El probable destino de las embarcaciones es que algunas sean reparadas y de reinserten a sus faenas originales, otras puedan ser deshuasadas (desarmadas) y otras vertidas, de acuerdo a lo que dice la legislación vigente. Verter, en la práctica significa que sean remolcadas mar adentro y allí ser hundidas, donde no revistan ningún tipo de peligro ni contaminación.
Eliminar riesgos Lo que busca la autoridad marítima es eliminar riesgos al estar fondeadas en las actuales condiciones, ya que algunas datan del año 2002 y si bien la bahía goza de buenas condiciones climáticas, la historia reciente ha dado cuenta de fuertes temporales y lo que no quieren es que dichas naves terminen varadas en la playa, por eso han decidido actuar en forma proactiva para retirarlas y que la bahía de Coquimbo vuelva a recuperar su sitial y su belleza natural, contribuyendo, de paso, al desarrollo armónico de los intereses marítimos del sector.
Varado e incendiado El 09 de septiembre de 2011, el barco factoría “Brisca” que había varado en Playa Changa durante el último temporal luego de soltar amarras, se incendió provocando grandes dificultades a los bomberos para poder extinguir las llamas, determinándose que el fuego se inició por la acción de terceros.
Debido a datos como el descrito, es que las autoridades marítimas están tratando que vuelva a producirse un hecho de estas características, aunque las naves que se encuentran en la bahía son de bastante menor tonelaje. Otras embarcaciones que estuvieron largos años varada en Playa Changa, producto de temporales son el Llaima y el Vicuquén, que se aprisionaron en la arena de la costa en 1997 y solo años después fueron deshuasados y vendidos como chatarra. Asimismo, el año 2000 varó frente a la Avenida Costanera de Coquimbo el barco factoría Margot María Stengel, el que incluso las autoridades de la época quisieron transformarlo en un restaurante, pero nunca hubo reales interesados y también terminó vendido como chatarra.
Fuente: Diario el Día