Gobierno de dicho país se reunirá con autoridades locales, para explicar los argumentos que justifican la aplicación de salvaguardias.
Más de una semana ha transcurrido desde que el gobierno ecuatoriano informara sobre la aplicación de salvaguardias arancelarias, de entre 5% y 45%, a parte de las importaciones que realiza ese país, entre las que se encuentran las chilenas.
Según estimaciones de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), cerca de 646 productos, de un total de 1.161 que exportó Chile en 2014 a Ecuador, se verían afectados por el aumento del arancel de ese país a sus internaciones. Estos representan el 60,2% de los embarques nacionales a ese mercado, equivalente a unos US$ 306 millones.
Se estima que los sectores más comprometidos serían frutas frescas, preparaciones alimenticias, maderas, vinos y licores y manufacturas. En promedio, el arancel de esta medida llegaría a un 21,5%, y el costo total alcanzaría los US$ 109,3 millones.
El director general de la Direcon, Andrés Rebolledo, señaló que ya iniciaron gestiones con el envío de una nota solicitando consultas, en el marco del Acuerdo de Complementación Económica, y están a la espera de la respuesta para poder enviar una misión a Ecuador, que planteará la posición chilena y buscará minimizar los costos para los exportadores locales.
«Esta se trata de una decisión soberana de Ecuador amparada en las regulaciones internacionales, por lo que lo importante es que se apliquen con apego al derecho comercial internacional, las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) sobre estas materias y lo estipulado en el acuerdo comercial bilateral vigente», dice.
Según medios internacionales, las autoridades ecuatorianas aseguraron que sostendrán reuniones en los próximos días con sus pares chilenos, para explicar los argumentos que justifican la aplicación de este arancel.
El Presidente de Ecuador, Rafael Correa, argumentó que esta medida busca proteger la economía nacional de la caída del precio del petróleo y de la depreciación del dólar.
Los medios señalan que Ecuador está decidido a reducir las internaciones, sobre todo de bienes que se producen en el país. El objetivo de ello sería achicar el porcentaje de divisas que salen al extranjero.
Sectores afectados
El sector frutícola nacional es el más afectado por el salvaguardia. El arancel para estos productos se fijó en un 45%.
El presidente de la Asoex, Ronald Bown, explicó que Ecuador es uno de los principales mercados de la fruta chilena en Latinoamérica, exportándose, en promedio, un total de ente 4,5 millones y 4,9 millones de cajas, por un valor cercano a los US$ 70 millones FOB anuales. Según estiman, la medida generará un impacto para el sector, del orden de US$ 35 millones a US$ 40 millones al año, lo cual imposibilitará continuar con las exportaciones en forma regular y de acuerdo con los programas de exportación establecidos con los importadores y cadenas de supermercados, generando un gran trastorno comercial.
El presidente de Fedefruta, Juan Carolus Brown, indicó que si Ecuador no respeta los acuerdos comerciales vigentes -en referencia al Acuerdo de Complementación Económica, que deja exentas de arancel a las frutas-, Chile debería responder con reciprocidad.
«Una medida equivalente de nuestro país sería gravar la importación de plátanos o flores desde Ecuador», sostuvo.
Consultada la Direcon sobre la opción de ejercer esta alternativa, dijeron: «No ha habido referencia pública a ese tema».
En el caso de los vinos, los embarques de este producto embotellado a Ecuador tendrán una tasa de salvaguardia del 25%. Los vinos fortificados gravarán con una tasa de un 45%.
El gerente general de Vinos de Chile, Claudio Cilveti, señaló que estas alzas pueden llegar a perjudicar tanto a los exportadores como a los consumidores.
«Es fundamental que se resguarden las prácticas que fomentan la libre competencia; Chile siempre ha estado alineado con las buenas prácticas y políticas de la Organización Mundial de Comercio. Este tipo de decisiones repercute tanto en los exportadores como en los consumidores», aseguró Cilveti.
Fuente: El Mercurio de Santiago
