El tipo de cambio ha tenido una constante caída en el último tiempo, sobre todo por el aumento del precio del cobre y la mayor confianza y estabilidad económica que existe en el país tras despejarse la incógnita electoral. Así, su valor se situó ayer en $617 por dólar, lo que refleja una disminución de $54 en el año.
Una de las actividades económicas más dependientes de las variaciones del tipo de cambio es el sector agrícola. El secretario general de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Juan Pablo Matte, señaló que la mayor exposición frente a una caída en el tipo de cambio se produce en la exportación de frutas, vinos y semillas. Agregó que también hay un impacto en agricultores ligados a la sustitución de importaciones, sobre todo trigo y maíz. «Les afecta, porque compiten directamente con importaciones que llegan a precios más bajos», afirmó Matte. El ejecutivo agregó que, frente a esta situación, es necesario compensar las fluctuaciones con precios más altos en los mercados de destino, pero no es tan fácil debido a la dura competencia internacional. Indicó que siempre está la posibilidad de tomar seguros de cambio para resguardarse de este tipo de vaivenes, pero es algo que no está globalizado.
El presidente de la Federación de Productores de Fruta (Fedefruta), Luis Schmidt, sostuvo que «nosotros no manejamos precios en los mercados internacionales, sino que somos tomadores de precios. Independientemente de esta caída en el último tiempo, si el dólar se mantiene en torno a los $620 hay tranquilidad». Sin embargo, el líder gremial estimó que si el tipo de cambio cae más profundamente, «evidentemente que muchas inversiones que se están haciendo, sobre todo en cerezas, nogales y avellanos europeos, es posible que se comiencen a repensar». Pese a eso, Schmidt aseguró que «hasta el momento, eso no se ha visto y los viveristas están contentos y cuentan con pedidos para esta temporada y la próxima».
Ante la caída del tipo de cambio, el timonel de la Asociación de Exportadores de Frutas (Asoex), Ronald Bown, manifestó que resulta necesario esperar para conocer cómo le irá al negocio exportador. «La temporada alta recién está partiendo. La fruta que se envía en estos meses se paga más adelante; por lo tanto, hay que esperar a que se hagan las remesas para tener una idea más clara de si el actual tipo de cambio compromete la competitividad del sector», explicó el dirigente gremial.
El presidente de los exportadores frutícolas también se mostró cauto ante la baja de la divisa estadounidense. «Los capitales ‘golondrina’ que han entrado a comprar acciones han provocado un efecto aun mayor, el que a nuestro juicio está apalancado por un exceso de optimismo», indicó Bown. Añadió que «la economía chilena va a salir de su estancamiento, pero no tan rápido como se cree. Cuando el mercado asuma esto, el dólar volverá a su nivel de mediano plazo».
El líder de Vinos de Chile, Mario Pablo Silva, manifestó que es esencial subir el precio promedio del vino chileno en los mercados internacionales, justamente para hacerles frente a las caídas del tipo de cambio. «Hay que hacerlo para tener un respiro y así seguir invirtiendo. Necesitamos también que el Gobierno implemente las políticas necesarias para evitar que el dólar llegue a niveles bajos, como ocurrió en el pasado, porque eso afecta la disposición de las empresas a invertir», expresó el dirigente vitivinícola.
Fuente: El Mercurio