1. Síntesis
Drewry, consultora internacional reconocida por sus destacados análisis de la industria marítima y naviera, presentó en su informe del tercer trimestre de 2023 un análisis de las concesiones de terminales portuarios, evaluando los riesgos y beneficios asociados a las extensiones, renovaciones y nuevas licitaciones.
A medida que la ola original de concesiones de terminales de las décadas de los 90 y 2000 se acerca al final de los plazos de concesión, Drewry indica que los cambios en las fuerzas del mercado han desplazado el equilibrio riesgo/ganancia para las autoridades portuarias debido a las nuevas condiciones existentes a nivel mundial. Sin embargo, por ahora, la preferencia general es renovar o ampliar la concesión con el operador original. En particular, el informe reporta que:
- La mayoría de las concesiones de terminales se han extendido o renovado, aunque hay una pequeña, pero creciente proporción en que las concesiones no se han renovado ni relicitado.
- Aunque los riesgos políticos y económicos en los mercados emergentes siguen siendo mayores, otros riesgos han disminuido, como los relacionados con aspectos laborales, infraestructura y demanda.
- Drewry cree que los procesos formales de licitación podrían lograr ganancias significativas para las autoridades portuarias en mercados poco maduros, probados y con potencial de crecimiento.
2. Análisis de las Concesiones
2.1. Las concesiones de terminales como base de la inversión privada en puertos
Los puertos son fundamentales en el comercio global, facilitando el intercambio de bienes entre naciones y conectando mercados. Las concesiones portuarias permiten a entidades privadas desarrollar, operar y gestionar instalaciones y servicios portuarios específicos durante un tiempo predeterminado, introduciendo dinamismo, inversiones, avances tecnológicos y adaptaciones a las necesidades del comercio.
Según el Banco Mundial, una «concesión» es un acuerdo donde la parte privada arrienda activos de una entidad pública durante un período definido, financiando nuevas inversiones y proporcionando servicios específicos a cambio de ingresos por la explotación de los activos, que son devueltos al sector público al finalizar el contrato.
Desde la primera ola de concesiones en los años 90 y 2000, estos acuerdos han evolucionado, cubriendo tanto la concesión de activos existentes como el desarrollo de nuevos terminales. La flexibilidad del modelo ha sido clave para adaptar los acuerdos y equilibrar los intereses del sector privado y público, junto con un marco sólido de mitigación de riesgos para enfrentar la volatilidad económica y los cambios geopolíticos.
Para recuperar las inversiones, las concesiones suelen durar entre 20 y 30 años, aunque pueden extenderse hasta 50 años o más. La duración de estas concesiones es crucial para el valor de las empresas. AP Moller-Maersk, por ejemplo, reporta una duración promedio restante de sus concesiones de 18 años, mientras que ICTSI y DP World tienen duraciones promedio de 17 y 32 años, respectivamente.
Para las autoridades portuarias, la solidez financiera de los concesionarios es fundamental, ya que son los responsables de financiar inversiones en infraestructura, esenciales para acomodar buques y volúmenes comerciales crecientes y cumplir con nuevos estándares de sostenibilidad.
2.2. Concesiones portuarias: vencimiento versus extensión
Drewry analizó 27 concesiones cuyo plazo finalizó en los últimos 3 años. La mayoría (21 de 27) se renovaron o extendieron con el operador establecido, mientras que seis no se relicitaron:
- Cuatro concesiones expiraron o fueron rescindidas de mutuo acuerdo debido a desacuerdos sobre nuevos términos o desinterés del operador en el puerto.
- Dos concesiones expiraron contra el deseo del titular de renovarlas. En un caso, el terminal está bajo gestión provisional y en el otro, se otorgó una nueva concesión de 50 años a un operador emergente comprometido a invertir 220 millones de dólares en los primeros 10 años.
Un caso notable es la decisión de DPW en 2017 de no renovar su contrato para PT Terminal Petikemas Surabaya (TPS) en Indonesia, citando términos de renovación financieramente inaceptables ofrecidos por las autoridades indonesias.
2.3. Evolución de los riesgos de mercado desde la primera ola de concesiones
El modelo de concesiones de terminales privados para el desarrollo portuario se adoptó en casi todas las regiones del mundo, no solo en países con mercados desarrollados.
En los mercados desarrollados, con mayores volúmenes de intercambio de contenedores, más infraestructura logística preexistente, economías relativamente predecibles y gobiernos estables, las concesiones portuarias se centraron principalmente en reducir los costos del comercio exterior y en la entrega de servicios de alto estándar. Los operadores privados podían estimar mejor sus ingresos y costos y fijar precios más competitivos.
Los mercados emergentes presentaban mayores riesgos: menor intercambio de contenedores, crecimiento económico menos predecible y gobiernos menos estables. Las primeras concesiones en estos mercados avanzaron en paralelo con reformas del sector portuario para mejorar la eficiencia y apoyar el crecimiento económico (como en Chile). Los inversores privados, más cautelosos, pudieron negociar términos preferenciales, y los retornos de inversión en estos mercados fueron generalmente mayores que en los mercados maduros.
En la década de 2020, los riesgos asociados con las concesiones han evolucionado. En los mercados emergentes, aunque los riesgos políticos y económicos siguen siendo altos, otros riesgos, como la infraestructura limitada, los aspectos laborales y los bajos niveles de intercambio de contenedores, se han reducido significativamente.
2.4. Oportunidades de crecimiento limitadas para los operadores de terminales privados
El interés de los operadores de terminales por ampliar sus carteras sigue siendo alto. Sin embargo, aparte de fusiones y adquisiciones, solo hay tres vías potenciales de crecimiento:
- Nuevas Concesiones: La participación del sector público ha disminuido constantemente, dejando pocos terminales estatales de gran escala operados por entidades públicas y pocas oportunidades de privatización futura.
- Nuevos Desarrollos: La disociación entre el crecimiento del comercio y el PIB, y la escasez de espacio en puertos existentes, hacen que esta estrategia sea más costosa y arriesgada. Proyectos totalmente nuevos siguen siendo más riesgosos debido a los altos costos.
- Relicitación de Terminales: Con plazos de concesión de 20 a 30 años, muchos terminales privatizados en los 90 y 2000 están llegando al final de sus plazos originales. Tanto autoridades portuarias como operadores privados consideran cómo abordar sus extensiones, renovaciones o relicitaciones. Para los inversores, licitar una nueva concesión es atractivo, dado que el terminal está en funcionamiento y tiene una base de clientes establecida.
2.5. Decisiones estratégicas para autoridades portuarias
Las autoridades portuarias deben decidir con antelación si prorrogarán, renovarán o relicitan las concesiones. Una licitación pública formal es costosa y no garantiza el mejor resultado, por lo que la renovación o extensión con el concesionario actual puede ser la opción más práctica si se está desempeñando adecuadamente.
Sin embargo, las dinámicas del mercado actuales podrían hacerles considerar si una nueva licitación podría ser más beneficiosa.
2.5.1. Extender
Las concesiones originales requerían inversiones adecuadas en su momento, pero no necesariamente consideraban las futuras necesidades operativas. Las inversiones continuas en infraestructura son esenciales para mantener la competitividad del terminal. Las autoridades portuarias proactivas negocian extensiones antes de que expiren las concesiones, asegurando inversiones consistentes y oportunas.
Por ejemplo, CSP Zeebrugge extendió su concesión hasta 2055 para realizar inversiones necesarias, y APM Terminals en Barcelona extendió su concesión hasta 2036 con un plan de inversión de 120 millones de dólares.
2.5.2. Renovar
De las 27 concesiones analizadas, 9 fueron renovadas o ampliadas al vencimiento con el operador existente. Retrasar la renovación hasta el vencimiento introduce incertidumbre y puede retrasar inversiones necesarias, afectando la competitividad del terminal.
Un ejemplo es el puerto de Fremantle, donde la autoridad portuaria firmó nuevos acuerdos de arrendamiento por 10 años con Patrick y DP World dos años después de la expiración de las concesiones anteriores de 22 años.