Poder conocer la situación laboral y social que hoy viven los trabajadores de las Empresas Movilizadoras de Apoyo a Fiscalización (EMAF), quienes históricamente –desde 1976- ha desarrollado las actividades de “aforo” de las cargas que moviliza el Puerto de Valparaíso, fue el principal motivo por el cual este viernes el gerente general de Empresa Portuaria Valparaíso (EPV) se reunió con representantes de los “aforistas”.
La cita se llevó a cabo en las oficinas de EPV y en la ocasión se abordaron temas como los efectos que hoy ha tenido en el trabajo de las EMAF el conflicto de las denominadas “cargas limpias”, y la incertidumbre que les ha generado la pretensión que un grupo de estibadores portuarios tiene de realizar esta labor especializada que desde los años ’80 se realiza fuera de los terminales.
Junto con reconocer su preocupación por los efectos instalados por un conflicto que calificaron como “artificial”, los trabajadores aforistas manifestaron su interés en poder buscar formas de reimpulsar la labor que realizan principalmente en la ZEAL, donde llegaron en el año 2008 tras largos años operando en forma disgregada en la zona de Barón, luego de que la comunidad portuaria consensuara definir un nuevo modelo logístico para el puerto.
“La gente que está reclamando en estos momentos el trabajo del aforo, nunca lo ha tenido. No saben cómo se inició, con quien se trabaja. Nosotros siempre trabajamos en el tema, junto con los agentes de aduana. Hoy el señor Baeza reclama una cosa que no justifica (…) Lo que reclamamos es un derecho adquirido que tenemos por muchos años, desde el año 1976 a la fecha. Somos los aforistas verdaderos”, indicó Pedro Domínguez, de la empresa aforista Daycha y vocero de los trabajadores.
Los representantes de las EMAF agregaron que tras profesionalizar su labor en 2008, tuvieron que invertir en equipamiento, certificaciones y contratos de trabajo, inversiones que hoy están en tela de juicio con la controversia que enfrentan tras la pretensión de un grupo de estibadores de realizar los aforos dentro del puerto.
“Quieren reclamar una situación que no corresponde. ¿Dónde harían los aforos en TPS? No tienen espacio para hacer inspecciones, para hacer los trabajos como corresponden y que hoy se hacen en ZEAL. Allá se planificó para hacer todos los trabajos. Los camioneros tienen su baño, comedor, las oficinas del SAG y de las agencias de aduana están bien habilitadas. ¿Dónde va a quedar esa inversión? Se va a perder”, agregó Domínguez.
Por su parte el gerente de EPV indicó que tenía interés en conocer la situación que hoy viven los trabajadores aforistas. “Me interesa saber cómo están. Ellos han hecho inversiones en equipamiento, prestaron un servicio de primer nivel y calidad en el tema de los aforos. Eran personas disgregadas que operaban en Barón se unieron, formaron pequeñas empresas, le dieron trabajo a gente de Valparaíso y además generaron niveles de servicio altos, capacitaron a su gente, y actuaron como empresarios. Eso sin duda tenemos que respetarlo, cuidarlo, y saber qué están proyectando en el futuro, porque como ellos se han visto mermados en sus aforos, también debemos entender cómo vamos a poder caminar en el corto plazo para que este efecto negativo no sea tan grande como el que ha sido”, explicó Davagnino, quien invitó a los dirigentes portuarios a precisar las cifras que han instalado respecto a supuestos 30 mil turnos perdidos.
“Lo que ocurrió fue un caso absolutamente puntual, en donde se bajaron inspecciones al sector del puerto. Eso duró seis meses, y lo que se hizo ahí fueron solo 5.800 turnos. Hay que ser precisos en los números. Y además estamos hablando sobre algo que no existía, eran turnos que hacía la gente aquí presente, los aforistas, que me han pedido conversar para ver la manera de retomar lo que ellos han venido haciendo siempre. No ahora, siempre”, afirmó.
En la ocasión además, Davagnino les expuso los diferentes proyectos de infraestructura portuaria que impulsa la EPV, entre ellos el Terminal 2, la nueva Terminal de Pasajeros y el Terminal Multimodal Ferroviario de Yolanda, proyectos que a su juicio, debiesen redundar en el crecimiento del movimiento logístico y sus consecuentes beneficios económicos a la ciudad y a los trabajadores.
“Hoy el puerto moviliza del orden de los 10 millones de toneladas, y con estos proyectos debería llegar a movilizar más de 20 millones de toneladas, que deberían ser de beneficio no sólo para EPV, sino para todos los trabajadores que de una u otra manera operan o trabajan en Valparaíso. Esto es un efecto dominó: los empleados de agencias de aduana, los aforistas, los extraportuarios, los transportistas, navieros, ingenieros, constructores, trabajadores portuarios, es decir, cada uno de los actores que participan de la cadena logística del puerto deben verse beneficiados”, explicó Davagnino.