La decisión «irreversible» de Maersk de cerrar su fábrica de contenedores de San Antonio provocó una fuerte reacción en el sector productivo de la región, que advierte sobre los efectos que puede generar pensando en el futuro de la zona que tiene ante sí varios proyectos de inversión relevantes, como el Puerto de Gran Escala en el propio San Antonio, o el muelle de cruceros, en Valparaíso.
Desde el Gobierno, el subsecretario de Economía, Ignacio Guerrero, descartó que esto pueda afectar a éstas y otras iniciativas de relevancia en la zona. «Otros proyectos no tienen ningún tipo de relación; por lo tanto, no deberían ser afectados producto de esta decisión. Creo que las razones que esgrimió la empresa son bastante puntuales por lo tanto no vemos un efecto dominó y, lo que queda para nosotros, es seguir trabajando para levantar la inversión a nivel regional», recalcó el personero, sin antes lamentar el golpe que esto significó para más de 1.200 trabajadores.
«Sin duda que es algo que lamentamos como Gobierno (…) nuestro principal foco está en generar inversión y la región de Valparaíso cuenta con proyectos por cerca de US$ 4 mil millones, donde nosotros tenemos que, de alguna manera, generar las coordinaciones para ver la factibilidad de su implementación», recalcó Guerrero.
Por su lado, el intendente Jorge Martínez declaró que «es muy lamentable que este holding naviero haya tomado esa decisión, considerando que en San Antonio las tareas portuarias están en pleno apogeo y además, tomando en cuenta la situación familiar de más de 1.200 trabajadores».
Y a la hora de buscar responsables, apuntó a la pasada administración. «Esto es consecuencia de cuatro años de malas políticas públicas en materia económica. El desafío que tenemos ahora es reimpulsar el desarrollo, para evitar que se repitan situaciones como éstas que afectan a los trabajadores de nuestra región», subrayó, recordando que el Gobierno ya anunció algunas medidas. «El ministro (del Trabajo) se comprometió a poner a disposición de los trabajadores desvinculados, todos los instrumentos de Sence relacionados con capacitación, reconversión e intermediación laboral con la prioridad que se requiere», dijo.
El presidente de la Asociación de Empresas de la V Región (ASIVA), Ricardo Guerra, junto con lamentar la pérdida de empleos, remarcó que el sector de transporte, almacenamiento y comunicaciones es el segundo más relevante en la provincia de San Antonio en cuánto a la cantidad de empresas y número de personas empleadas, luego del sector comercio. «Esto evidentemente, se verá afectado con esta medida», recalcó el líder gremial, subrayando que eventos como éste van en desmedro del desarrollo de la región.
«No hay que olvidar que las construcción de sus instalaciones comenzaron el año 2013, para así en junio del 2015 comenzar la producción. Entonces, no resulta más que decepcionante que después de tres años, decidan cerrar. Lo anterior, no genera más que incertidumbre y cuestionamientos», destacó Guerra, quien se pregunta si se tomaron los resguardos necesarios al momento de decidir construir las instalaciones y luego al entrar en producción.
«Es una decisión alarmante en varias dimensiones, siendo la desvinculación de más de 1.200 colaboradores una de las más preocupantes en lo inmediato», advirtió el presidente de la Cámara Regional de Comercio de Valparaíso (CRCP), Pier-Paolo Zaccarelli.
Junto con relevar la importancia que tenía esta fábrica para el vecino puerto en términos de ocupación, enfatizó que la sensación que queda tras su cierre es muy negativa. «Es preocupante ver las señales que estamos entregando sobre la capacidad de nuestra economía regional para impulsar y concretar grandes proyectos de inversión. A las dificultades que ciertos proyectos han presentado para ejecutarse, ahora vemos, según lo planteado por Maersk, que existe una gran dificultad para contar con proveedores regionales capaces de satisfacer la demanda de insumos», agregando que como gremio «hemos sido enfáticos en señalar la importancia de generar un entorno económico sano, que aporte valor tanto para la sociedad, como para las empresas que ven en nuestra región el potencial para desarrollar sus negocios».
Manifestó que espera que este hecho sea un «llamado de atención» para que todos los actores del ecosistema regional trabajen de forma colaborativa. «Esto pensando en fomentar el emprendimiento e impulsar la innovación como herramientas para aumentar la productividad y competitividad de nuestras empresas y buscar nuevas formas de vincularnos con la comunidad a través de la detección de oportunidades».
Para el secretario ejecutivo del Consejo Regional Logístico (Corelog), Javier León, el cierre de la fábrica de contenedores es un indicio muy negativo. «Es preocupante y una muy mala señal, y al mismo tiempo está demostrando que estamos perdiendo productividad y competitividad en el país y en la región», comentó, recordando que esta era una de las inversiones más importantes en el territorio en el último tiempo.
En opinión del expresidente de la Cámara Aduanera, esto da cuenta de dos necesidades imperiosas que apuntan a modernizar el comercio exterior y rebajar los impuestos a las empresas. «Una buena medida sería replantearse seriamente que la Quinta Región sea zona franca industrial, habría servido para este caso y otros», deslizó León, para quien el término de la inversión representa una ocasión para replantearse otras.
«Es una señal para que veamos y repensemos todas las inversiones que queremos hacer, que sean competitivas. Hay que analizar donde se va a instalar el Puerto de Gran Escala, quién lo va a hacer y si esto va a producir u n monopolio. No hay que cerrarse a replantearse las ideas», sentenció León.
Desde la academia, el director de la Escuela de Ingeniería Civil Oceánica de la Universidad de Valparaíso, Sergio Bidart, indicó que la situación es lamentable para el sector marítimo portuario y la economía del país.
«Ellos tienen que haber evaluado el negocio antes de venirse a Chile y probablemente era rentable con las condiciones de mercado que habían en ese minuto (…) las condiciones van cambiando y probablemente en este caso se tornaron en contra de las ventajas que tenían al principio», reflexionó el académico, quien se refirió a las razones esgrimidas por la empresa para dar un paso al costado. «El aumento de la oferta causada por nuevas fábricas en China, seguramente con precios más competitivos, y lo otro a considerar es que muchas de las materias primas para la fabricación las tenían que importar lo que también sube los costos», subraya.
En cuanto a los efectos que esto podría tener para otras inversiones como el PGE, no cree que puedan ser relevantes. «Pienso que las situaciones de mercado van cambiando muy rápido, ahora estamos hablando de una empresa grande, donde seguramente la evaluación que hicieron fue seria y no tenían otra alternativa que cerrar».
Para el economista, Alejandro Maureira, en la decisión se juntan varios elementos. «Latinoamérica dejó de ser atractiva para los capitales internacionales debido a la deficiente gestión fiscal generalizada en la región. Además, las políticas anti-inversión de los últimos años, como las reformas, han dificultado el quehacer empresarial y los efectos de todo lo anterior en la cadena de suministros explican la decisión que se está tomando», comentó el profesional.
Por último, no descartó que esto pueda replicarse en otras inversiones. «Sin duda. A principios del 2017 Latinoamérica era el lugar dónde invertir. Un año más tarde y debido a bajas de impuestos en Estados Unidos y Europa, sumados a la comparación de gestión fiscal, Latinoamérica dejó de ser atractiva y los capitales se están retirando».
«Creo que las razones que esgrimió la empresa son bastante puntuales; por lo tanto, no vemos un efecto dominó y, lo que queda para nosotros, es seguir trabajando para levantar la inversión a nivel regional» Ignacio Guerrero, Subsecretario de Economía»
«No resulta más que decepcionante que después de tres años, decidan cerrar. Lo anterior no genera más que incertidumbre y cuestionamientos. ¿Se tomaron los resguardos necesarios…?» Ricardo Guerra, Presidente de ASIVA»
«Es preocupante y una muy mala señal, y al mismo tiempo está demostrando que estamos perdiendo productividad y competitividad en el país y en la región» Javier León, Secretario ejecutivo, del Corelog»
1.209 empleos se perdieron en San Antonio a raíz del cierre de la fábrica del holding naviero de origen danés. El Gobierno se comprometió a buscar soluciones.
2015 comenzó la producción de contenedores, lo que ocurrió cuatro años después de que se anunciara la intención de la compañía de establecer operaciones en el vecino puerto.
US$ 200 millones significó para Maersk la inversión en San Antonio y tal fue la importancia que incluso los príncipes de Dinamarca visitaron las instalaciones.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso
