Contra el tiempo debido a los graves perjuicios económicos que está generando el paro portuario en Valparaíso, que se acerca a las dos semanas, el gobierno tomó cartas en el asunto y convocó a los representantes de los trabajadores eventuales para conocer sus demandas y buscar vías de solución al conflicto. La premura apunta al inicio de la temporada de exportación de frutas y el desvío de buques y cruceros a San Antonio, sobredemanda que también está generando problemas logísticos en dicho terminal marítimo.
El temor del Gobierno también se da por la «politización» del conflicto, que ayer escaló hasta el Congreso, donde los senadores de oposición criticaron la «pasividad» de La Moneda para abordar la crisis y no existan soluciones concretas.
La ministra de Transportes, Gloria Hutt, recibió ayer a una delegación de dirigentes porteños que lideran la movilización. Junto con agradecerles la «disposición al diálogo», reconoció la urgencia de que los dos terminales concesionados de Valparaíso retomen sus operaciones habituales, mientras se acotan las materias a resolver entre estibadores y las empresas TPS y TCVAL.
En un tono conciliador, la titular de Transportes enfatizó que «siempre hay caminos de salida por la vía pacífica y del entendimiento. Es muy importante que cuando uno se sienta a conversar sepa también qué cosas son negociables y cuáles no, dónde están los límites, qué cosas se pueden avanzar en el plazo corto y qué cosas quedan para una discusión de más largo plazo».
La ministra Hutt afirmó que parte del rol que le corresponde al Gobierno es «ayudar a ordenar eso, decir qué cosas son las que podemos abordar ahora, con qué grado de éxito y qué cosas necesariamente tienen que pasar a una siguiente etapa, que va a necesitar tal vez más tiempo, otros recursos y participación del Estado», en referencia a temas como la regulación laboral, que implica un tratamiento distinto de acuerdo a los requerimientos en el corto plazo de los trabajadores eventuales para resolver el conflicto.
La secretaria de Estado también agradeció la actitud de los trabajadores al «preferir sentarse a una mesa y avanzar en esta conversación, pero no vamos a avanzar nada si no logramos que se produzca el necesario diálogo para resolver el conflicto. Aquí hay dos empresas concesionarias que tienen que cumplir con sus operaciones, EPV es la empresa del Estado que está obligada también a hacer cumplir estos contratos de concesión y la continuidad de operaciones es un requisito importante dentro de la marcha de esa empresa, por ello cuando hay estos conflictos es importante que los resolvamos en un plazo corto, tanto por el interés de la empresa pero también de los propios trabajadores».
El vocero de los trabajadores eventuales movilizados, Pablo Klimpel, subrayó la disposición al diálogo. Sin embargo, mientras se avanza en un eventual acuerdo con TCVAL (Grupo Von Appen), entregó un ultimátum a TPS ante la negativa a negociar el petitorio entregado.
«Hemos tenido disposición al diálogo y hoy (ayer) no tuvimos problemas para que entraran trabajadores contratados a TPS. El paro en el puerto de Valparaíso no se ha depuesto, estamos en conversaciones, lo que implica que con nuestra voluntad de diálogo estamos esperando una señal concreta y garantías mínimas que impliquen una negociación con TPS. Con TCVAL estamos llegando a un acuerdo que esperamos, de aquí al viernes (mañana) se pueda cerrar, ya hay varios puntos del petitorio que han aceptado», recalcó el dirigente.
Añadió que «con TPS todavía no tenemos garantías ni condiciones para sentarnos a conversar y esperamos que este gesto de los trabajadores sea tomado en cuenta, tanto por el Estado como por la empresa para sentarnos a conversar».
Ante la dilación en las conversaciones, Klimpel advirtió que «nuestra paciencia no es infinita, esperamos que de aquí a 24 horas podamos tener una respuesta concreta, no podemos seguir esperando una respuesta».
Más tarde, en un comunicado en el que los portuarios movilizados explicaron los alcances de la cita con la ministra Gloria Hutt y el coordinador de la División Socio-Sindical del Ministerio del Trabajo, Mario Livingstone, precisaron que esperan para hoy, «a más tardar a las 13 horas», una respuesta de TCVAL y conformar una mesa de trabajo este viernes con TPS.
El concesionario del Terminal 1 del puerto no respondió al ultimátum de los trabajadores eventuales, pero a través de un comunicado volvió a efectuar un llamado a la autoridad para que se restablezca «el orden público y ponga fin de modo definitivo al bloqueo de los accesos al puerto de Valparaíso por parte de un grupo de manifestantes».
En este sentido, el gerente general de TPS, Oliver Weinreich, reiteró que «nuestra empresa no mantiene temas pendientes con los más de 600 trabajadores portuarios que trabajan al interior del terminal».
La huelga de los portuarios también escaló al Congreso. Senadores de oposición criticaron la falta de acción del Gobierno para intervenir en el conflicto.
El senador Ricardo Lagos Weber (PPD) cuestionó que «ya han pasado muchos días de paralización y el Gobierno desde el nivel central, ministros y subsecretarios, deben tomar la decisión de interferir y negociar directamente en el conflicto. El efecto sobre nuestra imagen país es mucho más grande y estamos ad portas de comenzar la temporada de exportación».
El legislador insistió que «éste ya no es un tema regional, es un tema nacional con efectos sobre la economía que repercute en el empleo y el crecimiento. Prefiero ver ministros activos usando su capital político para resolver este conflicto, más que observando y opinando sobre los efectos».
Lagos insistió que «las empresas y trabajadores deben sopesar los efectos que esta movilización tiene, pero la responsabilidad mayor es la del Gobierno central, ya que este paro afecta la economía y el empleo en la región».
A través de una declaración conjunta, los senadores de la Región de Valparaíso, Isabel Allende Bussi (PS); Juan Ignacio Latorre (FA); Francisco Chahuán (RN); y Kenneth Pugh, entregaron su visión sobre el conflicto.
Enfatizaron que «nos preocupa que esta situación se alargue más en el tiempo, pues no sólo perjudica a la ciudad como lo han destacado los medios de prensa, sino que principalmente a los propios trabajadores y sus familias».
A través del comunicado hicieron un llamado al diálogo: «Es posible, justo y urgente que las empresas involucradas se sienten a conversar seriamente con sus trabajadores, pues este tipo de conflicto siempre se ha resuelto mediante conversaciones y negociaciones, y es a eso es a lo que hay que apuntar».
Y añadieron que «vemos con preocupación que se puedan estar gestando odiosidades entre distintos grupos de trabajadores y esto, lejos de resolver la situación, nos puede hacer escalar hacia consecuencias de violencia que nadie desea».
Por último, hicieron un llamado a las autoridades regionales para que «tomen un rol mucho más activo, no sólo para tratar los temas de mediano y largo plazo, sino principalmente para colaborar en la resolución de este conflicto».
Debido al «enorme impacto público» de la huelga, el core Manuel Millones informó que el pleno del Consejo Regional, acordó «citar a la brevedad» al presidente de EPV, Raúl Celis, «para exponer los alcances de la movilización y cómo se llegó a este problema desde sus orígenes», ya que, de persistir el paro, «los efectos para el puerto y la ciudad de Valparaíso podrían ser irreparables».
«Valparaíso representa un eslabón estratégico de la logística a nivel nacional, por lo que su normal funcionamiento es imprescindible»
Gloria Hutt, Ministra de Transportes»
«Con nuestra voluntad de diálogo estamos esperando una señal concreta y garantías mínimas que impliquen una negociación con TPS»
Pablo Klimpel, Vocero de los trabajadores, portuarios»
Fuente: El Mercurio Valparaíso