Transcurridos más de diez días de paralización en los terminales portuarios, debido a la movilización de los trabajadores eventuales que mantienen bloqueadas las operaciones en Terminal Pacífico Sur (TPS) y en Terminal Cerros de Valparaíso (TCVAL), ya comienzan a surgir los primeros balances respecto a los costos que ha generado el conflicto.
«Se estima que en Valparaíso puntualmente se ha generado una pérdida de 20 mil contenedores que no han podido ser atendidos (…) y se supone que cada contenedor, de acuerdo a algunos estudios, genera un movimiento de alrededor de 800 mil pesos por unidad», comentó el director de la Cámara Aduanera, Ramón Espejo. De acuerdo a ello, el cálculo llegaría a $ 16 mil millones, lo que en dólares superaría los US$ 23 millones.
Pero el mismo personero explicó que hay otros elementos a considerar. «Aparte está el movimiento del valor de la carga que estaría involucrada, lo que significa costos también; de la oportunidad de la entrega de esas cargas que genera demora, atoches o reprogramaciones en los otros puertos vecinos (…) Es una pérdida enorme y no es una cifra pequeña, te podría decir cerca de 400 millones de dólares, porque hay muchos factores que influyen y que están sumando a este daño», comentó el personero, para el que también existe un perjuicio mayor y que no se puede contabilizar.
«Creo que la pérdida más grande y millonaria es la imagen de la ciudad que por 13 o 14 años se mantuvo con una proyección de estabilidad y seguridad frente a las cargas y a los usuarios que no se le había dado ningún otro puerto del país. Por lo tanto, el daño que se le ha hecho es enorme, más allá de que las situaciones puedan ser entendibles. Creo que ellos no han podido dimensionar el daño», remarca Espejo, añadiendo que espera que el conflicto pronto llegue a su fin.
Al respecto, desde la EPV, el gerente general Gonzalo Davagnino manifestó que «no quiero referirme a un monto, pero piensen ustedes que un puerto detenido implica no solamente el no transferir cargas, sino que también afecta al transporte terrestre, a las operaciones del comercio exterior, significa no tener turnos de trabajadores, detener la operación de una línea naviera, aumentar costos asociados directamente a los productos que se están exportando. Entonces, estamos hablando de un número muy, pero muy grande», subrayó.
Sin embargo, por ahora se estiman en US$ 3,5 millones los ingresos perdidos hasta ahora por la estatal y los terminales, aunque en esa cifra falta determinar algunas variables, como almacenamiento, el muellaje a la carga que generalmente está dado por el peso de contenedores, o el ingreso por aforos, entre otros.
Los trabajadores movilizados también apuntan a una cifra alta y por ello mismo -señalan- no se explican cómo las empresas se niegan a conversar con ellos.
«Nosotros hemos tenido la disposición a conversar con las empresas todo este tiempo y, de hecho, teníamos una reunión de trabajo el miércoles en el municipio y no llegó ninguna de ellas. A mí me llama la atención que prefieren perder más de 320 millones de dólares que sentarse a conversar con nosotros», comentó el dirigente del sindicato de estibadores portuarios de Valparaíso, Pablo Klimpel, quien también remarcó que no es cierto de que producto de este paro las líneas opten por no venir más al puerto.
«Eso no es así, ustedes tienen que ver la cantidad de paros que ha habido en San Antonio y siguen teniendo buques, la cantidad de movilizaciones en el Biobío y en el norte y siguen atendiendo», remarcó.
También agregó que además de las conversaciones sostenidas con autoridades como el intendente y parlamentarios también han concretado acercamientos con TCVAL -el concesionario del Terminal Dos-, precisando que están a la espera de una respuesta.
«Hemos estado intercambiando un petitorio, ellos aceptaron varios puntos que nos parecen importantes (…) Esperamos que TCVAL responda la carta que le enviamos el viernes con una contrapropuesta y estamos pendientes de eso», enfatizando que la situación es distinta con TPS, el concesionario del Terminal Uno. «Nos preocupa y esperamos que se sienten a conversar. Creo que hay un tema de poder y no quieren dejar un precedente para conversar con nosotros de esta forma. Eso habla de una falta de altura de miras gigante. Creo que deberían pensar en el país, en los trabajadores y darse cuenta que ellos ofrecen un servicio al comercio exterior del país y no son los dueños de ese comercio», dijo.
Klimpel también señaló que, paralelamente, han sostenido reuniones con organismos internacionales de trabajadores con el objeto de que no se reciba carga proveniente de Valparaíso o de naves que se hayan desviado del mismo puerto. «No es que nosotros queramos generar un boicot a Chile ni nada por el estilo, lo que pasa es que somos trabajadores y no tenemos más herramientas de presión que la paralización, y cuando el diálogo no funciona nos vemos forzados a este tipo de medidas», indicó.
Esta sería una medida no menor, tomando en cuenta que ya se inicia la temporada de exportación de frutas y considerando que por Valparaíso se exporta más del 50% de esa carga. «Hoy está comenzando la temporada de la fruta, que requiere tener fechas ciertas para poder cumplir con el arribo de estos productos principalmente al mercado norteamericano. No olvidemos que ese mercado tiene el marketing order, que es una fecha máxima de arribo de buques chilenos a eses mercado, y esa fecha hay que cumplirla; por lo tanto, es preocupante», precisó el gerente de EPV, Gonzalo Davagnino.
Desde el Gobierno se acentúa un llamado al diálogo para salir del conflicto descartando, por el momento, una medida extrema como sería la aplicación de la Ley de Seguridad Interior del Estado.
«Es una medida que corresponde al ministro del Interior y Seguridad Pública; y él, en función de los antecedentes, deberá analizarlo. Cada movilización amerita un análisis en particular y no me corresponde a mí hacerlo ni adelantar este tipo de medida, pero como Gobierno y representante del Ministerio de Hacienda hago a los trabajadores un llamado al diálogo», dijo el subsecretario de la cartera, Francisco Moreno.
Remarcó también los intentos que se han realizado por normalizar la operación portuaria. «Se han constituido dos mesas de trabajo, una por parte del intendente Jorge Martínez y otra del alcalde Jorge Sharp. Valoramos esas instancias de diálogo porque creemos que es la única manera finalmente de confluir hacia acuerdos que nos permitan ponerle fin a estas paralizaciones que lo único que hacen finalmente es perjudicar no sólo a los trabajadores, sino que a sus familias y a todos los que participan de la empresa portuaria de Valparaíso».
En tanto, el alcalde porteño, Jorge Sharp, solicitó formalmente al intendente, Jorge Martínez, realizar de manera urgente una sesión extraordinaria del Consejo Ciudad Puerto. «Es sumamente grave la falta de voluntad que ha habido de parte de las concesionarias y del Gobierno para querer responder esto lo antes posible, me parece que es insostenible y al final quien ‘paga el pato’ es Valparaíso. Nosotros vamos a seguir intentando con nuestros llamados al diálogo, hasta ahora los trabajadores portuarios han aceptado este llamado», sentenció.
Al respecto, el jefe comunal aseveró que es la instancia pertinente para abordar el conflicto. «¿Si no es el Consejo Ciudad Puerto, como lo propusimos, entonces qué instancia es? Creo que no hay todavía una muestra clara de voluntad de las partes involucradas en el conflicto como para poder resolver esto».
Por su parte la Confederación de Trabajadores Portuarios de Chile (Cotraporchi), que en Valparaíso representa a los sindicatos TPS1, TPS2, Ultraport contratados y eventuales, emitió una declaración en la que se pone a disposición de los involucrados para llegar a un acuerdo.
«Hacemos un enérgico llamado a los compañeros que mantienen bloqueado el acceso al puerto de Valparaíso y una sugerencia de reflexión que nos lleve al buen camino del diálogo y la cordura», señala el escrito.
«Es una medida que corresponde al ministro del Interior y Seguridad Pública; y él, en función de los antecedentes, deberá analizarlo»
Francisco Moreno Subsecretario de Hacienda, por aplicación de Ley de Seguridad Interior del Estado»
«ESTO MUESTRA LA PRECARIEDAD EXISTENTE»
«La crisis de los trabajadores portuarios muestra la precariedad del mundo laboral, pero esta precariedad también se ve en el conflicto de las cargas limpias, en la falta de una institucionalidad portuaria, de una legislación, de una normativa que permita regular, conducir y armonizar los conflictos que existen entre las ciudades, los ciudadanos, los trabajadores y la comunidad con sus puertos», explicó el diputado Rodrigo González (PPD), en el marco del Seminario Ciudad Puerto, organizado por él, en el Congreso Nacional, en su calidad de presidente de la Bancada Regionalista, agregando que esto exije una nueva institucionalidad en el sector.
20.904 contenedores han sido desviados desde Valparaíso a otros puertos, producto de la movilización que iniciaron trabajadores eventuales hace más de una semana.
536 pasajeros de dos cruceros programados para Valparaíso debieron desembarcar y embarcar en San Antonio a raíz del conflicto. Otra nave está anunciada para el 7 de diciembre.
13 naves han sido desviadas del puerto de Valparaíso a otros enclaves producto del paro portuario. En carga de fierro y otras suman más de 23 mil toneladas.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso