Sin acuerdos terminó ayer la segunda reunión que los trabajadores portuarios eventuales y la empresa Terminal Pacífico Sur (TPS) sostuvieron, con el fin de negociar un convenio que ponga fin al conflicto que se mantiene desde el 16 de noviembre.
Los representantes laborales comunicaron a la empresa concesionaria del Terminal 1 del puerto que las bases rechazaron el ofrecimiento de un préstamo por $400 mil y una giftcard por $150 mil, contenidos en la propuesta que TPS presentó en la primera reunión, el pasado miércoles. Ellos aspiran a un bono compensatorio de $2 millones, el que no fue acogido por la concesionaria TPS.
Se fijó para hoy un tercer encuentro, en que aparte del tema económico los trabajadores insistirán en la constitución de una mesa para mejorar las condiciones laborales portuarias y que no existan represalias, lo que tampoco ha sido aceptado por el empleador.
Violencia en las calles
A diferencia de lo ocurrido en gran parte del extenso conflicto, cuando las manifestaciones callejeras de los portuarios se caracterizaron por interrupciones del tránsito en las calles Errázuriz y Blanco, preferentemente en las horas punta de la tarde -al término de la jornada laboral de los porteños-, ayer se registraron serios incidentes de madrugada, con barricadas en varios puntos de la ciudad, lo que provocó fuerte congestión en el desplazamiento de las personas que se dirigían a sus trabajos.
Sin embargo, los hechos más graves se registraron en las calles próximas a la plaza Sotomayor, en el barrio Puerto. Hubo manifestaciones en la sede del Sindicato de Estibadores, en la calle General Goñi, y en la Facultad de Humanidades de la U. de Valparaíso, en calle Serrano.
En el barrio Almendral, las movilizaciones se concentraron en la Escuela de Derecho de la U. de Valparaíso, desde cuya terraza en la parte superior del edificio una decena de personas lanzó objetos contundentes contra los vehículos que se desplazaban por la avenida Errázuriz. Por el rol estratégico de esta calle, la única de Valparaíso que permite una circulación sin interrupciones a lo largo de la ciudad, su bloqueo repercutió en la avenida España, que une al puerto con Viña del Mar.
Desde el techo de la sede del Sindicato de Estibadores, manifestantes lanzaron bombas molotov contra instalaciones de los recintos portuarios, una de las cuales provocó un principio de incendio en una subestación eléctrica.
A los tribunales
El intendente regional, Jorge Martínez, y la gobernadora provincial, María de los Ángeles de la Paz, dedujeron dos querellas criminales, una en contra de quienes resulten responsables por los delitos de desórdenes públicos graves y otra en contra de un trabajador portuario que al momento de ser detenido durante las manifestaciones agredió -según Carabineros- con un elemento cortopunzante a un policía, quien portaba un chaleco antibalas que evitó que fuera herido a la altura del tórax. El agresor, identificado como Gustavo Vera Olmos, según la versión policial, atacó con el mismo elemento a otros dos uniformados que acudieron en auxilio de su compañero. En tanto, Vera aseguró que él fue golpeado por los carabineros.
El intendente señaló que «ninguna negociación ni ningún conflicto justifican en caso alguno acciones de tal violencia. Lanzar bombas molotov y elementos contundentes a la empresa portuaria no lo vamos a tolerar».
Normalización en sitios
La concesionaria de los sitios 1, 2, 3, 4 y 5, que representan el 80% de la capacidad portuaria, resaltó ayer que opera normalmente, luego de levantarse el «bloqueo ilegal». Más de 500 trabajadores realizaron faenas, con más de tres mil movimientos de contenedores.
FRUTERO
La empresa TPS atendió al buque «Star Best», que embarcó 70 contenedores.
Fuente: El Mercurio