En estado de alerta, se encuentra el sector salmonero frente a lo que podría ser un nuevo problema relacionado con la aparición de un alga nociva.
Ella estaría ubicada en el Golfo de Penas (Región de Aysén) y que generó la mortalidad de peces que eran trasladados en wellboat, por lo que la industria se encuentra atenta a los resultados de las indagaciones internas.
De acuerdo a lo manifestado por Alfredo Tello, gerente general de Intesal, explica que existen antecedentes de que se podría estar frente a un alga nociva en la zona del Golfo de Penas.
Y que se encuentra asociada a la mortalidad de peces durante el traslado hacia la Región de Magallanes.
«Por lo pronto, tentativamente, sería un alga que es nociva y que hace muchos años (1998-1999) causó mucho daño en la industria», detalla.
El alga de la que se habla sería la Karenia mikomotoi, cuya presencia no dejó buenos recuerdos hacia finales de los 90′, dado que su aparición generó mortalidad de peces en la industria.
Por eso, y como una forma de asegurar esta tesis, es que se están realizando los estudios correspondientes.
Uno de los cuales sería la toma de muestra. Para lo cual podrían contar con la colaboración de otras entidades, como Sernapesca y la Armada.
Durante la jornada del domingo -además- realizaron un vuelo a la zona afectada, aunque por las condiciones meteorológicas presentadas no pudieron llegar hasta el Golfo de Penas.
De acuerdo a lo que conocen en el sector de esta alga, esta sería visible desde el aire por su coloración. Y al existir problemas de visión se complica el poder identificar el problema.
Lo que sí deja en claro Tello es que esta alga no se encuentra ubicada donde están los centros de cultivos.
Sin embargo, sí está presente en una zona que es de tránsito de barcos hacia Magallanes, pero «falta información aún para tener claro de qué estamos hablando».
Tello descarta que las embarcaciones afectadas pudiesen transportar a esta zona el alga nociva.
La recomendación dada a la industria es a prevenir y a anticiparse a impactos que esta situación pudiera generar. Por ello, entre los requerimientos destaca el intensificar muestreos y mantener una vigilancia activa de los peces y que se tomen todas las medidas a la hora del traslado de ellos en la zona del Golfo de Penas.
Y así lo reconocen los afectados, quienes temen que pudiera vivirse algo parecido a lo ocurrido a comienzo del 2016 con el florecimiento algal nocivo, que fue conocido como bloom de algas, que provocó la muerte de 40 mil toneladas de peces (unos 25 millones) y afectó a 45 centros de cultivos.
La diferencia ahora es que más que la cantidad que aparezca, se esté frente a una tóxica.
Desde el sector, se comenta que este panorama lo viven desde hace una semana y que afectó a barcos que portaban cosecha y que han transportado smolt.
Además, desde la industria se ha conocido que la muerte fue total de lo que se transportaba en las embarcaciones afectadas.
Uno de los afectados comenta que sufrió la mortalidad total durante mediados y fines de la semana pasada.
Y agregan que -de acuerdo a lo análisis realizados- existiría un 70% de probabilidad de que se esté frente a la Karenia mikomotoi.
En la industria recalcan la importancia de la vigilancia para que no llegue a esta zona este problema.
Fuente : El Llanquihue