Al dar un paseo por los principales balnearios de Valparaíso y Viña del Mar, quizás una de las cosas que más llama la atención es que con las últimas marejadas el mar se llevó un gran porcentaje de arena, quedando varias playas afectadas sin superficie para ser utilizadas. Tras este escenario surgen las preguntas de cómo se volverá a estabilizar el lugar y si las playas este año van a volver a tener la superficie que gozaban antes del temporal.
El ingeniero civil oceánico de la Universidad Valparaíso, Mauricio Molina, es el único especialista en la zona que puede dar una mirada objetiva de cómo será el proceso de recuperación natural de las playas y responder a las interrogantes frente a la materia, porque hace dos años con sus alumnos de la carrera de Ingeniería Civil Oceánica, en el ramo de costas, ha monitoreado el comportamiento de las arenas en diferentes balnearios de la zona.
Las diversas mediciones y observaciones que ha efectuado de las arenas de playas en el borde costero incluso lo llevan a la conclusión de que, «probablemente, de aquí al verano no se recuperen como estaban antes de las marejadas, pero sí en parte estamos hablando probablemente de un porcentaje que va entre el 50% a un 70%», afirmó Molina.
– ¿Cuál es la evaluación que hace del régimen de las arenas tras las marejadas?
– En particular este evento de marejadas produjo en promedio una disminución vertical de 3 metros de arena, perfectamente antes una persona se podía parar y el nivel de arena le llegaba hasta dos semanas atrás sobre su cabeza, por eso es tan visible este retroceso. En términos horizontales, los retrocesos anduvieron en el orden de los 10 a 30 metros, esto nos habla de un volumen bastante grande en casi todas las playas, entre Barón por el sur y la playa El Sol por el norte. Reñaca tuvo erosión, pero menor y eso tiene que ver un poco con la dirección del oleaje.
– ¿Cuándo estarán en su estado normal?
– Tenemos que esperar a que se recupere esto, es una posibilidad, como el oleaje fue muy intenso, que haya llevado la arena hasta profundidades donde la ola no sea capaz de devolverla, esa es la principal preocupación. Ahora, eso lo vamos a saber recién en octubre o noviembre.
– ¿Hay más registros o estudios que den cuenta del régimen de las arenas para tener algún referente?
– No, al menos no hay registros de comportamiento de playas en este momento. De hecho, antes de las mediciones de nosotros, las únicas mediciones datan del año 1978, hechas por el profesor Hernán Vergara, también de la Universidad de Valparaíso, y después de eso nada más.
– ¿Cuánto tiempo estima para la recuperación de las playas que resultaron más afectadas en Valparaíso y Viña del Mar?
– La recuperación de las playas es un proceso que ocurre todos los años. En esta época del año generalmente las playas se encuentran erosionadas, pero no tanto como están en estos momentos; por lo tanto, es previsible que la recuperación no sea tan rápida como ocurre todos los años porque el oleaje tiene que recuperar mucho más de lo que normalmente recupera. De ahí entonces es posible estimar de que la playa este año probablemente no se recupere a niveles normales, pero sí hay posibilidad de que el próximo año retornemos un poco a la normalidad de sus dimensiones.
– ¿Podrán ser utilizadas de igual forma?
– Sí, que la playa tenga algunos metros horizontales menos no limita su utilización, igual va a haber un espacio suficiente para que la gente pueda acudir, tal vez en un porcentaje menor de turistas, pero pueden ser utilizadas.
– ¿Cómo vuelve a su estado natural?
– El oleaje se encarga de ese proceso, inclusive de ambos porque erosiona y recupera la superficie. Cuando las olas son muy grandes se produce un retroceso de la arena y se va al mar, a lugares cercanos. Esto lo podemos apreciar donde rompe la ola. Por lo tanto, cuando hay marejadas erosionan las playas; cuando el proceso se acaba, las olas tiran la arena hacia afuera. En dos días una playa puede quedar completamente erosionada, pero para que se recupere a un nivel normal pueden pasar de dos a tres meses, la playa se va a recuperar mientras no haya más marejadas.
– ¿Se podría adelantar el proceso con relleno de arena?
– El suministro de arena a las playas se debe hacer con cuidado, ver si son compatibles y que no traiga contaminantes. En Viña del Mar hay un antecedente importante con el estero Marga Marga que ahora se encuentra embancado, esto significa que todo ese material que trajo la lluvia corresponde al alimento de las playas. El estero tira la arena hacia el mar y el oleaje la distribuye. La arena que goza Viña del Mar se debe en gran parte al aporte del estero, por eso que ahí la preocupación es la intervención constante a la zona, la extracción de áridos y el proyecto Margamar que considera la construcción en la desembocadura y no ha ofrecido una solución satisfactoria al aporte sedimentario en las playas. Creo que ni siquiera nuestras autoridades tienen conciencia de ese problema.
– En relación a Viña del Mar, ¿por qué cree que ahí se produjo el mayor daño?
– La falla en esas playas fue principalmente por socavación, se pensó que no iba a bajar más, las estructuras quedaron descubiertas, y al socavar más, la gravedad se encargó de volcar la estructura. Si hubiese existido un conocimiento más acabado de las playas las fundaciones de las estructuras se hubiesen hecho más profundas y por lo menos los daños no hubiesen sido tan cuantiosos como los que tenemos en este momento.
– ¿Estaba mal hecha la estructura?
– Lo que pasa es que la falta de información ha sido histórica, la peor falta que se comete es pensar que el borde costero es estático y, al contrario, el borde costero es altamente dinámico. Por lo tanto, nos encontramos con problemas transversales en la definición de las líneas de alta marea, las definiciones territoriales. Hay inclusive ocasiones en que se espera que las playas se encuentren más grandes para poder marcar la línea de alta marea cuando debiese generarse en invierno.
– ¿Hace falta que los estudios sean considerados antes de construir en el borde costero?
– Sí, hace falta un estudio más acabado de la dinámica de las playas y su relación con el oleaje. Si hubiesen tenido estas mediciones se hubiese diseñado el borde costero de una mejor forma, se podrían haber previstos los efectos necesarios que se produjeron en esta ocasión.
«Hace falta un estudio más acabado de la dinámica de las playas y su relación con el oleaje. Si hubiesen tenido estas mediciones se hubiese diseñado el borde costero de una mejor forma»
Fuente: El Mercurio de Valparaíso
RT @maritimoport: Marejadas: «Probablemente, de aquí al verano las playas no se recuperen a como estaban antes» http://t.co/eqFl4JR8Xk http…