«A mí me sorprendieron, porque es evidente que un Presidente de la envergadura de Ricardo Lagos y la influencia que tiene en la política chilena, que se preocupe de un problema tan específico como es el Terminal Dos naturalmente que es sorprendente», comenta de entrada el intendente, Gabriel Aldoney, respecto a las críticas que realizó el ex Mandatario al emplazamiento portuario, al que calificó como un «chiste».
«Pero no sé si nosotros aún tenemos resabios de la época de la dictadura que cuando alguien habla armamos una gran tormenta y no somos capaces de dialogar, que creo es el objetivo de él respecto a este tema», reflexiona el jefe regional.
– ¿Cómo interpreta esta afirmación?, porque uno puede estar a favor o en contra de un proyecto, pero es distinto cuando se dice que es un chiste.
– Al Presidente Lagos lo conocemos y sabemos lo vehemente que es en algunos momentos, pero esa es una manera de decir las cosas. Pienso que lo que él ha planteado en el fondo es una reflexión dura en el sentido de llamar la atención sobre cómo se podrían hacer las cosas, porque al final el problema del Terminal Dos, como puede ser también el de Puerto Barón y en general el desarrollo portuario de Valparaíso, tiene que ver con el desarrollo integral de la ciudad y no con un lugar específico en el borde costero.
Empleo
– Entonces, ¿qué lectura hace de sus palabras?
– Creo que el Presidente hace aseveraciones o llega a determinadas conclusiones porque pienso que asume como cierta determinada información que seguramente alguien le ha dado. Él no es un experto en la materia y creo que ahí es donde está el problema. Como por ejemplo, afirmar que los terminales portuarios no tienen incidencia en la mano de obra porque todo está automatizado. Bueno, yo podría decir que si la política es gestionar que haya más puestos de trabajo, saquemos todos los terminales de Chile, si ese fuera el raciocinio. Hay un estudio de la Universidad Adolfo Ibáñez que señala que cada mil toneladas se generan como 1,9 puestos de trabajo y eso significa que el puerto más o menos estaría generando cerca de 20 mil. Por eso digo que me parece que hay ciertas afirmaciones que es necesario discutir y no tengo la menor duda que el ex Presidente Lagos va a estar dispuesto a hacerlo.
-¿Considera que pudo haber sido mal asesorado?
-No sé si mal o bien asesorado, lo que estoy diciendo es que desde mi experiencia como profesional en el ámbito portuario hizo aseveraciones que no me parecen que son correctas, o que están incompletas. Por ejemplo, tiene razón cuando dice que más o menos, dependiendo de las rutas, el tiempo de viaje hacia China desde Buenos Aires es más o menos el mismo que desde Valparaíso. Es variable, pero lo que no se dice es que en la posibilidad que Valparaíso y San Antonio se transformaran en una salida al Asia, de esa parte del continente como en Argentina, es que dentro de ese país hay condiciones por ejemplo de subsidio al transporte interno que hace que sea muy distinta la tarifa final. Además, tampoco se dice que la oferta marítima en Buenos Aires es mucho mayor a la que se da en la costa oeste de América Latina. Entonces, creo que la relación de Valparaíso con ese mercado hay que relativizarla un poco.
Influencia en el proceso
– Por el peso que tiene la opinión del ex Presidente Lagos, ¿usted cree que puede perjudicar el proyecto del T2?
– No, porque todos sabemos que los procesos de estudio de impacto ambiental tienen un procedimiento legal y yo lo que tengo que hacer es que se cumplan las leyes. Yo no puedo pronunciarme si el T2 va a cumplir o no con la norma ambiental, eso lo veremos en el resultado del proceso, pero mi obligación como autoridad es asegurar que se cumplan las leyes y las normas establecidas para este efecto. Por lo tanto, ese es el trámite. No hay que olvidar que Ricardo Lagos por mucho que sea un gran estadista, es un ciudadano común y corriente desde el punto de vista de este proceso.
– ¿Por lo tanto, su opinión no debería influir?
– Su opinión no tiene ni debe influir en las decisiones que los servicios tengan en esta materia.
– ¿Pero los inversionistas tienen que estar un poco preocupados?
– Es que no deberían estarlo porque el Estado de Derecho en Chile está por sobre las personas. No deberían tener ninguna preocupación al respecto.
– De todas formas, ¿usted comparte que es un chiste?
– No. Yo creo que cuando me vea con Ricardo Lagos, si es que existe una posibilidad, nos vamos a reír de esto. Creo que el tema de fondo que está en discusión aquí es cómo sacamos a Valparaíso de la situación en que está. Hay personas que creen que el patrimonio es lo principal de Valparaíso.
Patrimonio
– ¿Cuál es su visión?
– Creo en el patrimonio y creo que los temas culturales son relevantes, y tanto es así que volvimos a formar una Comisión de Desarrollo Patrimonial, pero la pregunta es si en Valparaíso lo hemos logrado. Y uno ve con espanto, por ejemplo, que los valores patrimoniales están llenos de grafitis. Eso significa que no hemos sido capaces de que el ciudadano común comprenda que el patrimonio es un valor intrínseco en el buen vivir. La otra pregunta es si Valparaíso puede vivir solo del patrimonio.
– ¿Qué piensa usted?
– Creo que no y es ahí donde está el problema. Además, pienso que el valor patrimonial de Valparaíso fuera de su centro histórico está en la manera cómo vive la gente, el concepto de barrio en los cerros. Y cuando se dice que hay que proteger las vistas, claro que es así, pero seamos racionales en el sentido de cómo compatibilizamos una realidad portuaria que genera externalidades que hay que resolver, de lo contrario renunciemos a ser puerto. Hay que buscar un equilibrio y yo creo que el tema es más complejo por lo siguiente, porque si uno extrema los argumentos va a llegar a la conclusión que lo mejor es preguntarle a la gente y no tengo la menor duda de que el ciudadano de Valparaíso está más preocupado de tener trabajo y resolver sus problemas económicos, lo que es absolutamente legítimo. ¿Cómo compatibilizamos las cosas? Creo que el Terminal Dos compatibiliza la necesidad de que el puerto siga siendo puerto, entre otras cosas por un valor que San Antonio no tiene, que es el tener aguas abrigadas.
Realidades distintas
– El ex Presidente Lagos puso en el tapete el caso de Barcelona…
– Cuando el Presidente Lagos compara Valparaíso con Barcelona y dice que en Barcelona cambiaron el eje, la verdad que eso es así. Pero ojo, hubo un gran esfuerzo nacional. El puerto de Barcelona se empezó a desarrollar a partir de los Juegos Olímpicos y hubo un aporte muy fuerte del Estado español. En el caso de Valparaíso, eso no ha sido así y creo que va a ser bastante difícil que lo sea. Cuando se discutió acá la apertura del borde costero en contraposición a lo que afirma el Presidente Lagos de lo que se hizo en Barcelona, también en parte se cambió el eje. No el portuario, sino que el eje de apertura al borde costero. Y se hizo así porque teníamos aguas abrigadas en Valparaíso.
– ¿Y en el caso de Barcelona?
– Además de los recursos públicos, lo hicieron porque daba lo mismo hacer el puerto en Las Ramblas, donde estaba antes, a hacerlo en el lugar en que se ubica ahora. No había esa dicotomía y por eso son dos realidades distintas. Yo quiero invitar a que estas cosas se vean con perspectiva de desarrollo global porque nosotros podríamos tener un borde costero bellísimo aquí y tener a la espalda una pobreza enorme en los cerros. Entonces, hay que buscar una ecuación. No estoy diciendo que el Terminal Dos va a resolver todos los problemas, pero va a colaborar a hacerlo. Es parte de la solución.
– Y respecto al puerto de Callao…
– Cuando el Presidente habla de Callao, creo que esto de tener una preocupación de lo que pasa en la costa oeste de América Latina y particularmente de Callao siento que es necesario, pero también siento que hay que ser rigurosos en cómo tratar el tema.
– ¿Qué quiere decir?
– Primero, el sistema portuario de Perú está concentrado en un altísimo porcentaje en Callao. Chile en esta zona ocupa el primer lugar y la diferencia con el resto es que por nuestra geografía tenemos muchos terminales que responden a comercio y áreas económicas distintas. Entonces, si uno quiere hacer una comparación, hay que decir que San Antonio junto a Valparaíso es mucho más que Callao. Chile como país es interesante para las navieras, en el sur hay carga forestal, en Angamos por el cobre. Entonces, pensar de que en Chile se va a producir un aumento del costo porque Callao se va transformar en un transbordo es bastante difícil. Nuestra tarea es hacer que la cadena logística sea más eficiente. Más que mirar al Callao tenemos que generar condiciones para competir entre nosotros mismos.
PGE
– ¿Qué piensa del Puerto a Gran Escala (PGE) y su definición?
-El desarrollo de un PGE requiere mucho tiempo y no se puede hacer de la noche a la mañana porque hay muchos temas que resolver y hace bien el Gobierno en estudiarlo y seguir avanzando para estar preparado cuando llegue el momento de financiar las obras. Porque si no lo hacemos así y esperamos el momento más apremiante vamos a hacer mal las cosas o las vamos a hacer tarde.
– ¿Qué opina de la carrera entre San Antonio y Valparaíso por este tema?
– Voy a ser bien franco porque hace bien que la opinión pública reflexione sobre estas materias. Valparaíso es una ciudad que le pone muchos problemas al puerto y en San Antonio hay una actitud de la comuna y el municipio, en general, de facilitarle la vida al puerto. Y eso naturalmente que influye.
Megapuerto: un impulso de ciudad
Respecto a las diferencias que existe entre Valparaíso y San Antonio en su relación con el puerto el intendente Aldoney señala que «desde que se inició el proceso de concesionamiento en todos los procesos siguientes Valparaíso salió segundo y San Antonio primero, a pesar de que en Valparaíso tenemos un terminal como TPS que desde el punto de vista de los servicios es uno de los más eficientes en el mundo. Allá hay un impulso de la ciudad por ser los primeros en el PGE, pero ambos tienen sus ventajas para albergarlo».
«No hay que olvidar que Ricardo Lagos, por mucho que sea un gran estadista, es un ciudadano común y corriente desde el punto de vista de este proceso» «Nuestra tarea es hacer que la cadena logística sea más eficiente. Más que mirar al Callao tenemos que generar condiciones para competir entre nosotros mismos»
2013 OHL Concesiones se adjudicó el proceso de licitación del Espigón al ofrecer las tarifas más bajas.
US$ 500 millones es la inversión que representa la extensión del Terminal Dos del puerto de Valparaíso.
2016 hasta abril de ese año TCVAL, filial de OHL, tiene plazo para responder las consultas del Icsara.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso
Intendente Aldoney: «Lagos no es un experto en puertos» https://t.co/x7OdZ8hDo2 https://t.co/qIsjthpXMI