Un 21 de mayo bastante especial fue el que vivió ayer la Armada de Chile en Valparaíso. Es que no sólo se realizó el tradicional desfile en homenaje a las Glorias Navales, sino que la jornada también estuvo marcada por la conmemoración de los 200 años de vida de la institución naval; por ser la última ceremonia al mando del almirante Enrique Larrañaga; y la ausencia de la cuenta pública de la Presidenta Michelle Bachelet.
La jornada comenzó a primera hora con la ubicación de los distintos destacamentos de las Fuerzas Armadas en la Plaza Sotomayor y el cierre de calles por donde posteriormente se realizaría el desfile militar en el plan de la ciudad.
La Mandataria y el almirante Larrañaga llegaron al Monumento a la Marina Nacional cerca del mediodía, luego de que el comandante en Jefe de la Primera Zona Naval, contraalmirante Ronald Mc Intyre, recibiera honores y el Obispo de Valparaíso, monseñor Gonzalo Duarte, realizara una misa de acción de gracias.
Cuando el reloj marcaba las 12.10 horas, en la ciudad puerto se escucharon los 21 cañonazos para conmemorar los 138 años desde el hundimiento de la Esmeralda en Iquique.
Dicho homenaje dio el pase para que Larrañaga diera su último discurso como máxima autoridad de la Armada. «Quienes conformamos esta institución bicentenaria, somos herederos de una tradición de valor, honor, sacrificio y un profundo amor a la Patria, que, a lo largo de su existencia, ha forjado en sus tripulaciones, una sólida vocación de servicio, que ha guiado y continuará guiando su accionar en beneficio del devenir de Chile», sostuvo en su alocución.
Respecto a la fecha celebrada, la autoridad naval explicó que «el 21 de mayo y la conmemoración de las Glorias Navales de Chile no es un ritual mecánico de repetición, año tras año, del protocolo de un una ceremonia por todos conocida». «Muy por el contrario -continuó- es un ciclo vivo que cada año se renueva y da flores y frutos, como fuente inagotable de ejemplo, de guía, de liderazgo y de inspiración».
Finalmente, Larrañaga se refirió a la importancia de los acontecimientos que marcaron la historia del país el 21 de mayo de 1879. «La epopeya de Iquique y el ejemplo entregado por cada uno de sus hombres es y será la señal inequívoca de una conducta nacional. Imitarlas es una obligación y recordarlas es un imperativo nacional, siendo el sentido de gratitud y respeto la forma de proyectarlas en las generaciones futuras», dijo dando inicio al desfile donde participaron 1.870 efectivos de Fuerzas Armadas y de Orden, quienes, por primera vez en muchos años recorrieron parte del plan porteño.
Por su parte, el director de comunicaciones de la Armada, Leonardo Chávez, valoró la jornada vivida en la Quinta Región. «Fue una celebración estupenda. La fuerza de presentación hizo una presentación brillante frente a las más altas autoridades nacionales y creemos que ese fue el marco inicial perfecto para poder dar inicio a una fiesta nacional que se vive en Valparaíso y también a lo largo de todo el territorio nacional», dijo.
Además se mostró contento por la decisión de postergar la cuenta pública al 1 de junio. «Hoy se concreta la separación de estas dos fechas, que nos permite celebrar como corresponde nuestro 21 de mayo», comentó Chávez.
Así como las autoridades de la Armada destacaron la espectacularidad que tuvo el desfile del 21 de mayo, transformando esta fecha en una fiesta nacional, miles de porteños también disfrutaron de este desfile que regaló la conmemoración de las Glorias Navales.
En ese sentido, hombres, mujeres, niños y adultos mayores se agolparon a las calles de Valparaíso para volver a disfrutar el recorrido que hicieron los uniformados por las arterías principales de la ciudad, retomando así una tradición que era esperada por muchos y que fue ampliamente festejada por las personas de todas las edades, quienes incluso aplaudieron el paso de los uniformados.
«Es muy bueno que haya cambiado el desfile del 21 de mayo. Hace años traía a mi hijo a ver el desfile, le compraba el gorro de marinero y era hermoso ver cómo disfrutaba cuando pasaba el desfile. Sin embargo, debido a los diferentes problemas que había en esta fecha, sobre todo por la cuenta pública y las marchas que se realizaban, tuve que dejar de traerlo para evitar cualquier cosa. Ahora es diferente y me parece excelente que hayan cambiado la fecha de la cuenta, ya que permite que este día sea más familiar. Toda la familia salió a las calles y eso es bonito. Se notó un ambiente mucho más tranquilo en la ciudad», expresó Ingrid Escobedo.
En esa misma línea, José Collao aseguró sentirse muy emocionado por lo que se vivió ayer en Valparaíso, puesto que «se echaba de menos» volver a ver el desfile en las calles. «Es muy bonito que el desfile vuelva a ser la tradición que era antes, o sea, que todos los porteños salieran a las calles a disfrutar de este recorrido. Hay que agradecer a las autoridades el haber escudado el clamor de muchos de nosotros de que esto tenía que ser separado de la cuenta pública».
En tanto, Mario Belair afirmó que fue una buena decisión cambiar la cuenta pública, ya que «ha permitido que la conmemoración del Combate Naval de Iquique sea diferente al que venía ocurriendo. Ahora es mucho más familiar, se notó otro ambiente».
De esta manera, la Armada y la ciudadanía cumplieron el objetivo prometido de volver a transformar las Glorias Navales en una fiesta para la comunidad.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso