La “reingeniería” que urge en Aduanas

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Hoy, el Servicio Nacional de Aduanas representa casi un tercio de la recaudación tributaria del país. Pese a su importancia para el presupuesto nacional, no son pocas las voces que hablan de una entidad dejada de lado, anticuada, poco eficiente y con malas relaciones laborales.
Mañana, lunes 1 de octubre, se cierra el proceso de postulaciones para el concurso con el que la Alta Dirección Pública busca un nuevo director para el Servicio Nacional de Aduanas. Es que a mediados de julio, Claudio Sepúlveda renunció al cargo que ostentó por poco más de un año, pese a tener una carrera de más de 40 al interior del organismo. Su dimisión, que se debería a motivos personales, solo será un cambio de escritorio, porque permanecerá en la planta.

El fin del período de Sepúlveda vino casi en paralelo con el anuncio y la implementación de un plan de contingencia para la revisión de los más de 30 mil paquetes que se acumulaban en los centros de Correos de Chile, y que eran una clara muestra del explosivo crecimiento que ha tenido el comercio electrónico. Según datos de Aduanas, si en 2012 llegaban 500 mil paquetes, para este año se espera que sumen 20 millones. Y el desafío sigue siendo grande: la idea es que de ahora en adelante un paquete de compras internacionales que llega a Chile solo se demore cinco días en ser despachado a su dueño posrevisión.

Y el boom del e-commerce ya se ha visto en la recaudación. Entre enero y julio el indicador por envíos postales y de courier creció 14,63% frente a igual período del año pasado, un auge que hizo que Hacienda pusiera sus ojos en este nicho y en un servicio que parece estar en deuda. Es más, la propuesta de Modernización Tributaria puso especial énfasis en la fiscalización del “comercio transfronterizo”, que en conjunto con los impuestos digitales se convertirían en el segundo recaudador de la iniciativa, con unos US$ 250 millones.

Aduanas tiene así grandes desafíos. Más aún considerando que hay temas -como el recién mencionado- en los que el organismo se ha visto superado, atareados por un sindicato fuerte que les ha dado grandes dolores de cabeza a los sucesivos gobiernos, y un sistema de trabajo “anticuado”. Quienes conocen de su funcionamiento hablan de una “reingeniería” urgente, una “modernización de sus procesos” y una “actualización” de su normativa. Básicamente, un cambio global que muchos creen que no se ha hecho porque no ha habido voluntad y porque, además, las autoridades no entenderían cómo funciona este servicio con base de operaciones en Valparaíso.

“Generalmente las autoridades de Hacienda desconocen el papel de Aduanas en la economía. Cuando hay tanto desconocimiento, hay un abandono”, sostiene Daniel Vergara, vicepresidente de la Anfach, que cuando se realizó la entrevista era presidente subrogante del principal sindicato del organismo que reúne a un 78% de los trabajadores de Aduanas. Asegura que ellos desde 2004 le vienen anticipando a Hacienda que hay desafíos en temas como el comercio electrónico, pero que aunque han sido escuchados, su posición no ha sido del todo tomada en cuenta.

Parte de esta recriminación es compartida por otros de los consultados que agregan que en este caso ha habido “una falta de dedicación del Estado de Chile” en un servicio que debiera ser tan importante como el Servicio de Impuestos Internos por el rol que cumple. “En días donde se habla de la ley de presupuestos y de lograr mayores ingresos fiscales al país, Aduanas tiene un rol clave. La recaudación tributaria nacional depende en gran medida del servicio, ya que representa cerca del 27% del total de la recaudación del país… Aproximadamente un 5% del PIB nacional”, enfatiza Jacqueline López, presidenta de la Anfach.

Conocedores calculan que se trata de unos US$ 15 mil millones anuales, los cuales provienen principalmente del pago de IVA de importación. Es más, el primer semestre de este año la recaudación alcanzó, según cifras del Ministerio de Hacienda, US$ 7.073 millones, lo que supone un aumento de un 16,7% respecto del año pasado.

Aunque se han hecho ciertas modernizaciones acotadas -la última en 2017, después de 20 años- o el proyecto de ley que lleva meses sin avances en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, hasta ahora no se habla de una reingeniería que le dé al servicio un “nuevo aire” y que lo vuelva a poner en la posición de liderazgo que, cuentan, tuvo en los años 90, cuando se adoptó un sistema de transmisión electrónica.

“Sí tiene solución”

Aunque el desafío es grande, Rodrigo González Holmes, abogado experto en temas aduaneros y exdirector jurídico del organismo, precisa que el problema “sí tiene solución”. Visión que comparte el dirigente sindical Daniel Vergara, que asegura que lo urgente es poner el foco en la fiscalización que es la misión del organismo, y no seguir optando por la facilitación. A esto agrega que, entre otras cosas, se necesita establecer un sistema contundente de sanciones a los infractores. “Dentro de las gestiones de modernización está el de actualizar sustancialmente el área sancionatoria y así permitir penas ejemplares y oportunas”, agrega Jacqueline López.

Para González, las soluciones van en dos líneas. Cuenta que es necesario mejorar la gestión interna eliminando trámites administrativos y fiscalizaciones menores . “Se emiten cientos de resoluciones en formato papel para trámites que perfectamente se puede y debieran hacerse por la vía electrónica”, cuenta. A esto agrega que es necesario facilitar -“pero de manera real y efectiva”- todo el comercio legítimo que se realiza vía Tratados de Libre Comercio y que tiene arancel cero. “Esto permitirá liberar recursos para focalizar los esfuerzos en la fiscalización de los temas que realmente hacen daño fiscal y social: el contrabando, el narcotráfico y el comercio ilícito”, agrega.

Además, González es de la idea de que hay que hacer una “gran reforma aduanera a una normativa que es antigua y que ha sido arrollada por el crecimiento explosivo del comercio exterior en las últimas décadas”. Según explica, tenemos una ley que data del año 1931 y que, aunque ha tenido modificaciones, no ha sido suficiente.

Vergara añade, además, que se debe avanzar hacia tener la información centralizada con organismos como las policías que les permitan, a la hora de fiscalizar, crear perfiles de riesgo y ser más eficientes en el control del contrabando hormiga, pero también de la evasión y de la elusión.

Para todo ello es necesario un trabajo conjunto con el gobierno. Y desde esa vereda, el subsecretario de Hacienda, Francisco Moreno, asegura que “en el contexto del desarrollo del comercio internacional y la inserción de Chile a nivel regional y mundial, sin duda que la modernización del Servicio Nacional de Aduanas es imprescindible para seguir aportando al desarrollo y seguridad del país”.

Según explicó por escrito, en los últimos años se han hecho avances e inversiones importantes, y la Planificación Estratégica de Aduanas 2018-2022 recoge el desafío. “Gran parte de los esfuerzos modernizadores han estado centrados en la dotación y el desarrollo técnico y profesional de los funcionarios”, agrega.Y detalla otros cambios, como el aumento de dotación de funcionarios a lo largo de Chile, la renovación tecnológica constante, la adquisición de equipos, el mejoramiento de infraestructura y la creación de alianzas e intercambio de información de inteligencia con diferentes instituciones nacionales e internacionales. “Así se ha logrado fortalecer el rol de fiscalización y de control del comercio exterior y protección de las fronteras y la ciudadanía”, agrega.

Pese a esto, no se hace cargo de la “reingeniería” que piden expertos y trabajadores. Aunque sí asegura que el proyecto que reestructura las plantas funcionarias que ingresó al Congreso en diciembre pasado cuenta con el apoyo del Presidente Sebastián Piñera.

Tensas relaciones

Si bien desde el sindicato quieren que las cosas cambien, lo cierto es que el camino no sería fácil a la luz de la relación antagónica que históricamente han tenido trabajadores y directivos. Sucesivas y recordadas han sido las paralizaciones de los funcionarios de Aduanas en las últimas décadas.

“Las malas relaciones laborales han sido la tónica de los últimos años”, cuenta un consultado. Es más, hay quienes cuentan que en Aduanas el sindicato no deja que la dirección haga nada sin consultarles y hablan de un servicio casi capturado por sus trabajadores. Y eso complica las cosas internamente.

Es más, a principios de septiembre, y tras una reunión con el subsecretario Moreno, la directiva de la Anfach le hizo llegar una carta con copia a la Presidencia. En ella denunciaban abusos de poder, mejoras de grados “a dedo”, amedrentamiento a funcionarios a contrata, incumplimiento por parte de las autoridades a dictámenes de la Contraloría y declaraban como interlocutores no válidos a varios de los jefes del servicio, entre ellos al actual director subrogante, Pablo Ibáñez.

“Lamentablemente, las relaciones laborales han sido muy malas y creo que es responsabilidad de la autoridad -más que del gremio- hacer los mayores esfuerzos en mejorarlas y buscar los puntos de consenso”, asegura González.

El abogado agrega que cada paro le hace “un daño enorme al país” y que es necesario evitarlo. Y no ve que el camino sea tan difícil. “No veo mala intención u obstruccionismo en la asociación, hay que hablar más con ellos y solucionar lo que se pueda”, comenta.

De hecho, para Vergara, la principal diferencia con las direcciones radica en que lo que hasta ahora se ha hecho ha ido por el lado de la facilitación a las empresas y no de la fiscalización, algo que para ellos es esencial.

Justamente esa es la posta que tomará el nuevo líder de Aduanas que, además, tendrá otros desafíos. De acuerdo a lo que se detalla en el perfil publicado en la página de la Alta Dirección Pública, deberá fortalecer la gestión interna, liderar “un proceso de modernización tecnológica”, “perfeccionar el sistema vigente de gestión del desempeño”, “desarrollar un modelo de capacitación interna” y “facilitar especialmente el rediseño de los procesos asociados a e-commerce”. Todo, para lograr que el servicio esté a la altura de su responsabilidad.

 

Fuente: Pulso