La apertura de la industria de cruceros en San Antonio, en desmedro de Valparaíso, que corre el riesgo de perder más recaladas de acuerdo a los análisis que deben realizar las líneas ante las soluciones propuestas por la empresa portuaria, no es tomada por sorpresa en el sector.
Más allá de las circunstancias que gatillaron estos cambios, la denominada «fuga de cruceros» se explica porque desde el punto de vista operacional y comercial esto no implica grandes inconvenientes para las líneas.
«El destino para los operadores turísticos, que en el fondo son los que manejan la situación, es Santiago, y como la distancia entre Valparaíso o San Antonio hacia allá es casi la misma, a las líneas desde el punto de vista comercial no les afecta en nada», comenta el gerente de la agencia ISM Group, Julio Bustamante, que tiene más de tres décadas ligado al rubro.
«Lo que más a ellos les beneficia es el hecho de tener la seguridad que van a poder atracar en cierta fecha y además de un lugar donde poder abastecerse, y eso es lo que está ofreciendo San Antonio. Desde la mirada operativa no hay ninguna diferencia», explica el ejecutivo, quien recuerda que los principales destinos de los cruceros internacionales que vienen a este lado del mundo son las Islas Galápagos, Machu Pichu y la Patagonia.
Agrega que sólo cerca de un 10% de los pasajeros se queda en Valparaíso, mientras que la mayoría opta por Santiago. «Principalmente por un tema de comodidad, porque tiene más alternativas, cadenas hoteleras, en fin. Una persona que paga 3 mil o 4 mil dólares por un crucero quiere tener un alojamiento cómodo y acceso a opciones de entretención que, lamentablemente, acá no encuentran», comenta.
En esa línea, advierte que el puerto de recalada pasa a ser secundario. «Al turista que no tiene Valparaíso en carpeta, le da lo mismo donde desembarcar, ya que su foco es Santiago porque además el operador ofrece el destino por la múltiple oferta que tiene», subraya.
No hay capacidad
Pero ese no es el otro tema que conspira contra el crecimiento de Valparaíso como destino. «Acá no hay espacio para movilizar 10 o 20 buses, basta con imaginarse esa cantidad de vehículos subiendo por los cerros, en Santiago ni se nota».
A juicio del ejecutivo, lo ideal sería que un mayor porcentaje de pasajeros se quedara acá, pero tomando en cuenta también la capacidad con que cuenta la ciudad para recibirlos, pero advierte que no aprecia reales esfuerzos por parte del Estado y las autoridades. «A mí me encantaría que la gente se quedara aquí y desde un inicio lo pensamos así, pero aún hay muchas cosas por hacer. Por ejemplo, se podría disponer un servicio especial de trolley para los pasajeros que se conectara con los ascensores, en fin, pero de otra forma es difícil», concluyó Bustamante.
10% de los pasajeros de cruceros que recalan en Valparaíso se quedan en la ciudad, según el ejecutivo.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso