El mayor grupo de transporte marítimo a nivel mundial cuenta ahora en nuestro país con 1.890 empleados, incluyendo los que están ligados a la fábrica de contenedores en San Antonio.
Nuevos servicios de transporte, con más rutas y mayores frecuencias, y la introducción de nueva tecnología para la movilización de cargas. Esos serán algunos de los efectos que se verán en Chile a raíz de la compra que Maersk, la mayor naviera del mundo, cerró a fines de noviembre y que le implicó quedarse con su par alemana Hamburg Süd, en una operación de alcance mundial. Esta implica, para la compañía danesa, desembolsar 3.700 millones de euros en efectivo.
Hamburg Süd (HS) era hasta inicios de 2017 la novena naviera del planeta y cuenta con una fuerte presencia en Latinoamérica y en Chile especialmente, ya que a inicios de 2015 adquirió al grupo Urenda el negocio de contenedores de la Compañía Chilena de Navegación Interoceánica (CCNI).
Con la compra de la naviera germana, Maersk se quedó con el 19,3% del mercado naviero a nivel mundial con una flota de 773 buques. En Chile su participación llega al 30%, manteniéndose bajo reserva cuál era la cifra previa a la adquisición.
El grupo naviero danés tiene en nuestro país 1.890 trabajadores, de los cuales 350 resultan de la suma de actividades con Hamburg Süd, otras 310 personas están relacionadas a diversas empresas del conglomerado y 1.230 colaboradores corresponden al equipo ligado a la fábrica de contenedores que construyó en San Antonio.
Soren Toft, chief operating officer (director de operaciones) de la compañía danesa, estuvo de visita en nuestro país y también en otros de la región durante esta semana, conociendo las nuevas operaciones de la firma tras el cierre de la compra. Esto lo realizó junto a Frank Smet, member of the executive board (miembro de la junta ejecutiva) de Hamburg Süd.
Ambos anticiparon los planes del grupo Maersk en Chile y lo primero que precisaron es que ambas firmas seguirán operando como marcas separadas, tal cual lo han hecho hasta ahora, pese a que consolidarán luego a nivel de matriz.
Toft aseguró que a raíz de la adquisición de la germana, los clientes del comercio exterior en Chile podrán acceder a una red naviera más grande, a la vez que podrán ejecutar servicios sin tener que llegar a acuerdos con otras líneas de transporte, lo que les da mayor independencia para poder realizar operaciones más efectivas.
Aunque aún están estudiando el comportamiento de los volúmenes y tipos de carga que se movilizan desde y hacia Chile, la intención de Maersk es diseñar nuevos productos para Chile y la Costa Oeste del Pacífico, con tráficos vinculados a Asia, Sudamérica y Centroamérica.
Reducciones de tarifas en los fletes no están contempladas, pero sí mejorar los servicios, admitió Frank Smet. «Ya es muy competitiva la industria naviera. Nunca ha sido tan accesible mandar un contenedor como lo es hoy», sostuvo.
Smet añadió que Hamburg Süd pondrá sus contenedores con sistemas de refrigeración a disposición de las operaciones con Maersk, lo que ayudaría, por ejemplo, a los embarques de fruta locales.
«Capacidad portuaria actual es suficiente»
Los ejecutivos navieros también se refirieron al estado de la infraestructura portuaria en Chile. Frank Smet aseguró que el sistema portuario local «es competitivo dentro de América Latina», aunque aseguró que «hay un poco de exceso de capacidad en este momento, pero con el tiempo eso se absorberá».
Añadió que los costos portuarios siempre son «demasiados», pero en comparación a otros países «son competitivos».
Respecto de la necesidad de construir un Puerto de Gran Escala (PGE) en la zona central de Chile, Soren Toft afirmó que «la capacidad es suficiente hoy día, pero ojalá eso sea necesario porque diría que la economía chilena estaría creciendo a un ritmo más alto».
Toft advirtió que el PGE no sería necesario en los próximos tres a cinco años, pero «puede ser que sí dentro de 15 años, y es importante que los países piensen al largo plazo y estén preparados para lo que viene».
Sobre el futuro económico del país luego de las elecciones presidenciales del próximo domingo, los ejecutivos prefirieron no ahondar. Toft señaló que ve a Chile con un crecimiento estable, pero no al nivel de otros países de la región.
«Chile es un país con buen nivel de crecimiento, quizás no tanto como otros de América Latina, pero es estable».SOREN TOFT, CHIEF OPERATING OFFICER DE MAERSK
«Hay un poco de exceso de capacidad (portuaria) en este momento, pero con el tiempo eso se absorberá».
FRANK SMET MEMBER OF THE EXECUTIVE BOARD DE HAMBURG SÜD
Fuente: El Mercurio