Quedó la grande en la Caleta Portales luego de que unas viejas conocidas del puerto volvieran a visitar el borde costero: las marejadas.
El Servicio Meteorológico de la Armada había anunciado para este fin de semana un nuevo evento de marejadas anormales con olas de hasta cuatro metros, las que provocaron daños en Valparaíso y Viña del Mar. De hecho, en la ciudad jardín hubo que cerrar la avenida Perú para evitar accidentes. Asimismo, la Onemi decretó Alerta Temprana Preventiva en el borde costero.
Donde se sintió más fuerte el golpe de las olas fue en la caleta Portales, donde el mar avanzó peligrosamente por sobre la arena, llamando la atención de los clásicos turistas que miraban y fotografiaban el fenómeno.
El peak de las marejadas se manifestó al mediodía cuando un tren de olas impactó fuertemente los puestos de los limpiadores de pescados, los que se ubican a la orilla de la caleta, muy cerca del mar. Varios de los puntos fueron derribados por el agua, que con un paso furioso arrasó con latas, coolers, redes, mesas y todo lo que encontró a su paso.
Derribaron todo
«Se cayeron casi todos los puestos de los limpiadores porque las olas llegaron hasta adentro, incluso a un caballero se le cayó el puesto encima», menciona Margarita Molina, encarnadora de la caleta, quien advierte que no es primera vez que sucede algo similar.
«Ha habido peores, en la última alerta de marejadas el agua llegó hasta adentro, hasta el otro lado. Siempre que levanta el mar deja la tendalada acá, además había varias personas que se quedan como mirando lo que pasa», explicó la mujer.
Tras el paso del agua, se registró una persona lesionada, que tuvo que ser trasladada en ambulancia.
Celmira Labbé, otra encarnadora de la caleta, cuenta que se trataba de un adulto mayor que estaba comprando en el lugar, y tuvo la mala fortuna de encontrarse con las olas.
«Era un caballero mayor que había comprado pescado adentro y salió para que se lo limpiaran. Estaba en eso cuando pegó una ola grande que botó el puesto, se le cayó encima y se fracturó la cadera», explica Celmira, y enfatiza que este hecho da cuenta de las mejoras de seguridad que requiere el lugar.
«Siempre pasa esto, ya no es novedad. El problema es que los puestos de los limpiadores están muy en riesgo, siempre van a estar en peligro si se ponen al lado del mar. Tienen que protegerlos de alguna forma», apuntó.
Fuente: Estrella Valparaiso