Nicaragua necesita reducir la burocracia establecida en las operaciones relacionadas con las importaciones y exportaciones si quiere agilizar el comercio internacional, según afirman los expertos del sector.
Nicaragua tiene un exceso de burocracia que obliga a los importadores y exportadores a presentar un documento que acredite su solvencia fiscal. Ese documento tenía en un principio una validez de 15 días que posteriormente se extendieron a 30, pero importadores y exportadores creen que sigue siendo una traba.
Responsables de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social han destacado que ningún otro país en Centroamérica exige el requisito de la presentación de un documento que acredite la solvencia fiscal. Esto implica una pérdida de competitividad para Nicaragua al tardarse una media de 11 días en la solicitud y obtención de los documentos que son necesarios para poder llevar a cabo importaciones por vía marítima.
Algunos de los afectados solicitan al gobierno que se reduzca la burocracia dando al documento que acredita la solvencia fiscal del importador o exportador una vigencia de un año. La Cámara de Agentes Aduaneros y Almacenadores de Nicaragua (Cadaen) va más allá y manifiesta que no se debería pedir solvencia fiscal en los pasos fronterizos, sino que debería establecerse un impuesto en la fuente, como ocurre en otros países.
La burocracia puede llegar a ser un lastre para los países. De hecho, Costa rica está perdiendo empresas por su alto nivel de burocracia.
Fuente: noticiaslogisticaytransporte.com
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