Sin esperar a responder al llamado del alcalde Jorge Sharp de consensuar las grandes obras transformadoras del borde costero, la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV) ingresó al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental el proyecto para ampliar el acceso sur a sus terminales marítimos.
El proyecto exige invertir US$ 50 millones para aumentar de dos a cuatro las pistas de ingreso de camiones al puerto, lo que implica demoler el actual viaducto para construir uno nuevo, y derribar el edificio que cobija a las empresas EPV y TPS, y al SAG.
Junto con eliminar la congestión de camiones en el túnel La Pólvora, la inversión tiene como objetivo «revitalizar el entorno del puerto y los espacios públicos», destaca el gerente general, Gonzalo Davagnino.
Para ello habilitará un paseo peatonal sobre el nuevo viaducto, rescatando el espacio bajo este e incluyendo una pasarela y un puente que cruza al cerro Artillería, lo que conectará al paseo 21 de Mayo ubicado en su cima a través de un paseo en la ladera del cerro. En el muelle Prat, soterrará el paso de camiones liberando la explanada para su exclusivo uso turístico, la que será remodelada revalorizando los puestos de artesanía y embarcaderos de lanchas.
El vicepresidente del Colegio de Arquitectos, Alberto Texido, y el concejal Daniel Morales, de la comisión Patrimonial, coinciden en que las bondades del proyecto no deben verse de modo aislado, pues están conectadas al aumento del paso de camiones por ese sector que generará la construcción del Terminal 2, lo que tendrá impactos inmitigables sobre el sitio Patrimonio Mundial.
El alcalde Sharp cuestionó «si por la vía de los hechos se está queriendo avanzar en una expansión portuaria que tiene múltiples dificultades. Hay que fortalecer la vocación portuaria, pero sin eludir el debate de la relación entre Valparaíso y el mar».
Fuente: El Mercurio