OHL se desliga de críticas a Terminal 2 en Valparaíso y cuestiona incertidumbre

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El presidente de OHL en Chile, Roberto Durán, señala que cualquier decisión respecto al proyecto se establecerá en función de la resolución del permiso ambiental que están tramitando.

Tiempos clave vivirá el proyecto Terminal 2, a cargo de OHL Concesiones, que consiste en la construcción y operación de un nuevo terminal de contenedores. La iniciativa que está en trámite ambiental, ingresó en julio pasado al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) la adenda complementaria. En ella, responde a las más 300 observaciones presentadas al proyecto, tras poco más de un año de que le fueran entregadas por parte de los servicios públicos y la comunidad.

Desde entonces, los organismos han estado formulando nuevas observaciones, mientras otras instituciones ya se han manifestado conforme con la última adenda. El 11 de agosto pasado fue el turno de la Municipalidad de Valparaíso, que ingresó al SEA su respuesta con observaciones a la iniciativa. En un documento firmado por el alcalde Jorge Sharp, el municipio asegura que las medidas de mitigación propuestas por la concesionaria no subsanan el mayor impacto que genera el proyecto y tampoco los impactos sobre el patrimonio cultural. Además, aseguran que el período de la concesión de 30 años, altera las opciones de planificación del territorio comunal.

El proyecto, que ingresó a tramitación ambiental en septiembre de 2014, podría dar por finalizado su tramitación durante el próximo año. En septiembre, el director Regional del SEA Alberto Acuña Cerda, citó a una reunión al titular del proyecto y a la Gobernación Marítima de Valparaíso para hablar sobre disposiciones legales y otros temas pertinentes al proyecto.

Recientemente, OHL vendió su filial de concesiones al fondo australiano IFM. Según el presidente en Chile de OHL Roberto Durán, aquello no tendría incidencia en su permanencia en el proyecto. “Eso es independiente de la llegada del fondo australiano. Es en función de cómo salgan las resoluciones ambientales”, dijo. “Nosotros como empresa en un momento dado atendemos a un llamado de licitación, presentamos y lo ganamos. Como OHL Concesiones o Construcción no tenemos ninguna potestad para definir los planes regionales de desarrollo, ese no es tema nuestro. Nosotros nos ganamos un proyecto para construir un puerto, pero no somos los que definimos si esa ampliación era buena, no es nuestro rol. Simplemente, leímos las bases, presentamos una oferta y la ganamos. No tiene mucho sentido que se haga una licitación, que se la gane alguien y después se empiece a exigir o a decir que estamos destruyendo el patrimonio. De pronto tienen razón, esa parte no la voy a juzgar, pero como empresa que ganó la licitación”, agregó.

¿Si el proyecto no obtiene en el permiso ambiental, se evaluará una salida de la iniciativa? “Como en toda cosa hay que sumar y restar. Como hablábamos anteriormente, hay un proyecto de ciertas características y suponemos que el proyecto va a salir lo más parecido posible”. De todas formas, Durán señalo que “el proyecto tiene lo que se llama los ‘way out’, no conozco el detalle, que permiten desistir del proyecto. Está la posibilidad sin que genere el conflicto. El ‘way out’ permite en un momento dado decir no se dieron las condiciones que estaban establecidas al principio con lo cual, lo dejamos”.

Durán fue crítico además con los procesos de evaluación. “Los proyectos tienen que llegar a la licitación bastante masticados, no puede ser que cuando uno se adjudica un proyecto, entrar en ese nivel de incertidumbre. Los proyectos deberían llegar con una serie de líneas base muy definidas y muy aprobadas, y después cuando se llegue a la ingeniería de detalle se tenga que pasar por un proceso de evaluación”.

 

Fuente: Pulso