Para el presidente del sindicato de Estibadores N° 1 de Valparaíso, Pablo Klimpel, la realidad es que la problemática que dio origen a la paralización de diciembre pasado subsiste. «Se mantiene en la medida que al final es un modelo. En el fondo, las empresas señalan que cumplen lo que dice la ley, pero ésta es insuficiente. Las causas del paro en el fondo tienen que ver con la falta de un marco regulatorio y con temas de fondo como la excesiva cantidad de permisos portuarios que existen en Valparaíso», subraya.
-¿Cuántos hay en Valparaíso?
-Son más de 7 mil, cuando el trabajo no da para un poco más de mil. Eso genera una especie de ejército de reserva que está siempre disponible y al ser eventual se precariza mucho el trabajo. Tras el paro (TPS) cambió el paradigma de trabajo y tenemos 80% de contratados y 20% de eventuales, cuando antes era al revés. Entonces es algo que se está implementando y que en la temporada de fruta no se aprecia mucho, pero luego se va a notar. Hay trabajadores contratados fijo, los que están con convenio de provisión de puestos de trabajo y luego los eventuales puros.
– ¿Estos últimos serían los más perjudicados?
– Claro, entre 200 y 300 quedarían sin trabajo. Y en el fondo la empresa va a decir que no echó a nadie, pero hay que preguntarse quién vive con uno o dos turnos al mes, cuando las proyecciones de turno que hacemos nosotros respecto a las toneladas transferidas el 2017 y el 2018 hacen tener una proyección al 2019 de tres turnos por trabajador eventual, que son alrededor de cien mil pesos al mes. Entonces el futuro no se ve muy auspicioso.
– Ustedes hicieron propuestas.
– Hay propuestas en dos niveles, a la empresa y el Estado. Hacia la empresa planteamos que se mantuviera la misma cantidad de trabajadores que había previamente al paro, que se respeten las plantas con trabajadores profesionales, oficio y antigüedad. Y que las personas que entraron de mala manera, como rompehuelgas, no siguieran trabajando. Lo único que hizo eso fue inflar las estadísticas de empleo en Valparaíso. En cuanto al Estado, si queremos solucionar el problema de la excesiva mano de obra en los puertos pedimos que se cancele la entrega de permisos portuarios.
-¿Esto por un tiempo?
-Si. Por ejemplo que durante tres años no se entregue ningún permiso porque ya con los carnet rojos que existen se da solución a la necesidad de trabajo que hay en los puertos. Se entregan de manera indiscriminada y generan falsas expectativas de empleo. Además, que a los trabajadores eventuales puros, es decir, sin convenios se les pueda dar dos vías. A los que tengan entre 53 y 60 años se les pueda dar pensiones de gracia y a los más jóvenes se les pueda reconvertir laboralmente y eso implica capacitación técnica certificada.
– ¿El Gobierno ha cumplido los compromisos del acuerdo?
– Si, pero de manera parcial, porque se habían comprometido a que no iban a existir listas negras y tenemos 22 compañeros que quedaron fuera de la empresa (…) y en ese sentido el Estado de Chile no tiene capacidad de hacer cumplir eso.
¿Pensaron retomar las movilizaciones a raíz de ello?
– De hecho, después del paro seguimos dos semanas haciendo ‘brazos caídos’ de una o dos horas, lo que endureció mucho más a la empresa. Vemos que existe la incapacidad política de sentar a todos los actores y llegar a un acuerdo. Por eso se hace necesario que en la nueva legislación el Estado tenga facultades de arbitraje en conflictos de este tipo. El único que tiene facultades de hacerlo es el Ejecutivo. Está en manos del Presidente Sebastián Piñera generar la gran reforma marítimo portuaria que necesita el país.
– ¿Qué destaca de la movilización?
– Haber dejado un precedente respecto a un problema de fondo que aún persiste, y que es la precariedad que tiene el trabajador marítimo portuario, que se condice con el modelo de relaciones laborales que impera en el país.
«(Los permisos) Se entregan de manera indiscriminada y generan falsas expectativas de empleo»
Pablo Klimpel, Presidente de Sindicato de, Estibadores N° 1 de Valparaíso»
Fuente: El Mercurio Valparaíso
