A la cabeza de la firma estatal, el exministro de Transportes dice que una de sus metas es pasar de 40 millones a los 80 millones de pasajeros a través de la actual red y nuevos servicios. Respecto de posibles conflictos de interés que podría enfrentar anuncia que optará por abstenerse en cada caso.
Pedro Pablo Errázuriz, empresario y exministro de Transportes, luce radiante en un vagón del tren Alameda-Nos. Nunca había viajado en este servicio, confiesa, y ahora lo aborda en su calidad de presidente de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE). Su optimismo contrasta con el espíritu de su antecesor en ese cargo, Germán Correa: el socialista alertó siempre sobre los serios problemas económicos y de infraestructura que enfrentaba la estatal.
En lo que sí coincide es en los diagnósticos generales en cuanto a la obtención de financiamiento, pero está más bien contagiado del ánimo de alguien que recién asume un cargo: en esta entrevista se propone duplicar la cantidad de pasajeros y mejorar los servicios. Y, en paralelo, dice que llevará adelante el Plan Trienal que implica mejorar el estándar de la vía férrea hacia San Antonio para movilizar carga desde el futuro megapuerto.
Respecto de las críticas que ha recibido, explica que continuará con un pie en el mundo privado a cargo de la dirección de empresas de ingeniería (una de ellas en Perú), la tecnológica Everis y una viña familiar.
¿Cuál es su evaluación sobre EFE? ¿Con qué se encontró?
Creo que los trenes son, lejos, la mejor solución para las ciudades. Entonces, la oportunidad que me dio el Presidente de participar me parece espectacular. No solo por la calidad del servicio, sino que también por la historia: hubo épocas de gloria para los trenes; la gente les tiene un cariño histórico. Piñera potenció los trenes de cercanía y eso hace que hoy día podamos hablar de que se esté transportando el doble de pasajeros que en 2010. En su primer gobierno, pasamos de 20 a 40 millones de pasajeros. Hoy, la idea es pasar de 40 a 80 millones de usuarios. En todo el país, una de las cosas más entretenidas de EFE, es que desde la Quinta Región hasta Los Lagos tenemos posibilidades de dar un buen servicio. Además, está el tren de Arica-La Paz, un tren que está funcionando y que su foco principal es la carga.
¿Qué opina usted sobre el debilitamiento que han sufrido las redes de trenes? ¿Qué se priorizará en su periodo?
Creo que EFE debe tener varios ejes: uno, los resultados operacionales, tenemos una empresa que vende $ 46 mil millones al año. Eso quiere decir que cada pasajero paga como $ 1.200 en promedio; y, a su vez, se gasta para proveer esos servicios del orden de $ 90 mil millones. Es decir, se pierden todos los años unos $ 46 mil millones. Pero, en definitiva, e independientemente del ránking, hay que mejorar ese eje. No tiene sentido que un servicio tan maravilloso esté siendo una carga tan importante para el país.
¿Cómo reducir estas pérdidas?
Hay que proponerse una meta factible: tampoco hay que mentir, pero hay que proponerse metas de crecimiento. Por eso se necesita aumentar a 80 millones los pasajeros. Tener un ingreso mejor y eficiente. Otro eje corresponde a desarrollar proyectos: en el plan que se diseñó hace unos cinco años se planteaban los trenes de cercanía Santiago-Melipilla, Santiago-Til-Til (Batuco), Victoria- Gorbea, los trenes de cercanía en la zona de Puerto Montt. Y los estudios están bastante avanzados.
¿Se planea la compra de material rodante?
Hoy tenemos una licitación, en un mes más llegan las ofertas para nuevos trenes para Concepción-Coronel, el tren corto Laja, el Victoria-Temuco y, sobre todo, uno que es muy importante: el de Talca-Constitución. Pero también hay que adquirir los trenes que se utilizarán hacia el norte, hacia Melipilla, para el recorrido en Puerto Montt, e incluso algunos que se necesita renovar. Entonces el impulso renovador es realmente grande.
¿Quiere dejar operando esos trenes o avanzar en el proceso de Estudio de Impacto Ambiental?
No, los estudios están bastante avanzados, el periodo del presidente Germán Correa dejó bastante avanzado eso y en ese sentido, están muy alineados estos planteamientos de plan estratégico con lo que se ha venido haciendo en los últimos años.
¿Se concretará un plan trienal si EFE no tiene recursos?
Ese plan fija presupuesto para años y tiene etapas. En una primera fase implica el mejoramiento de la zona de operaciones en el puerto de San Antonio y Santiago. Están los recursos para ello, pero eso no impide en nada que el gobierno decida hacer una convocatoria en paralelo de un sistema para que lo realicen privados, en forma competitiva, presentando alternativas. Para nosotros es positivo que haya interés de actores privados, ojalá muchos, en realizar un proyecto que ayude al país en el desafío de ser un gran exportador. Es genial. En la medida que pase el tiempo, las decisiones de EFE puede que sí sean competitivas en el futuro. Hay tiempo para escuchar ideas. Yo entiendo que el gobierno está súper interesado en escucharlas, y el mecanismo que elija para hacerlo, cualquiera que sea, está bien. Pero siempre que haya competencia y sea acorde a lo que el país necesita. Por lo tanto, las decisiones hay que tomarlas en un plazo no tan largo.
¿Si el gobierno aprueba un tren de un privado, implica que no se concretará el plan de EFE?
Pienso que si uno entrega una concesión al privado, luego de un plazo ese proyecto pasa a manos del Estado y vuelve a la red de EFE. Lo importante es la definición del Estado sobre qué es más conveniente: si la operación requiere una inversión que el Estado no puede hacer, es bueno que lo haga un privado.
Su tío impulsa un proyecto de tren a Valparaíso y usted es director de una empresa proveedora del Merval. ¿Hay conflicto de interés?
Para evitar cualquier incomodidad, donde a EFE le toca tomar decisiones, me abstendré y en mi declaración de intereses lo dije. Ese es un proyecto muy grande; tiene muchas aristas. Pero eso no quiere decir que EFE, como empresa, se vaya a abstener. Ese proyecto (tren privado) requiere de actores fuertes que se involucren: el Ministerio de Transportes tiene que involucrarse con fuerza, Obras Públicas se va a involucrar y la Presidencia. Es un proyecto fantástico.
¿Usted tendrá una labor part time como presidente de EFE?
Está definido que es part time. Tengo otras actividades que mantengo. Soy director de compañías y una de ellas es Everis. También trabajo en la viña de mis padres y tengo un proyecto de ingeniería. En todos los temas en que pueda haber un proyecto de interés me voy a abstener. En el caso de Everis, si hay algo que decidir me voy a abstener.
¿No serán demasiados proyectos en los que no podrá involucrarse como presidente de EFE?
Las decisiones sobre proyectos son del directorio de EFE. Es normal abstenerse. Es bueno que esto esté en la mesa y no quedarse callado.
Fuente. La Tercera