Mayor actividad en Chile busca la constructora Graña y Montero, una de los cinco mayores grupos de este rubro en la región y que desde 2012 opera en el país, tras comprar a la constructora Vial y Vives, que apunta al negocio minero, y luego sumar a DSD, especializada en energía.
Pero la firma peruana busca crecer en otros rubros, lo cual lo ha anunciado a los cuatro vientos. Y ya dio el primer paso: la empresa forma parte de un consorcio que presentó una de las cuatro ofertas para la relicitación de la ruta Nogales-Puchuncaví, que considera una inversión de US$ 210 millones.
La propia compañía ha señalado que quiere potenciar sus operaciones en Chile y Colombia, principalmente. Tanto es así, que el objetivo hacia el año 2020 es que Perú represente entre el 40% al 45% de las ventas y los negocios en Chile pasen al 20% a 25%, al igual que en Colombia, mientras el resto de Sudamérica sea 10%.
Esto, sin embargo, no ha sido fácil dado el bajón minero, que motivó que las obras por ejecutar en el país disminuyeran 85%, a inicios de 2016, totalizando US$ 37,8 millones.
Pero la firma ha avanzado. A medidos de 2015 compraron una participación en Adexus, una empresa de tecnologías de la información. Incluso, tienen en su directorio al ex ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz.
En la actualidad, el 21% de los empleados de la compañía están ubicados en Chile, según la memoria 2015 de la firma.
La licitación
En este afán por diversificarse -que se haría a través del área de infraestructura de la firma-, la semana pasada, el Ministerio de Obras Públicas efectuó la ceremonia de recepción de ofertas para la nueva ruta Nogales, oportunidad en la que cuatro grupos presentaron propuestas: el consorcio conformado por Besalco Concesiones, empresa constructora Belfi e Icafal Inversiones; Sacyr Concesiones Chile; OHL Concesiones Chile, y Nueva Concesión Nogales-Puchuncaví, compuesta por Acciona Concesiones Chile y CAM Holding SpA, filial de Graña y Montero, según un reporte público de la propia compañía.
De adjudicárselo, el proyecto considera mejorar el estándar técnico y los niveles de servicio de la actual concesión, mediante el aumento de su capacidad a dobles calzadas en la mayor parte del trazado y una inversión de US$ 210 millones.
Actualmente esta ruta tiene 27 kilómetros, pero proyecto considera nuevos trazados: el “Bypass Puchuncaví” de 7 km, y la “Variante Ventanas” de 9 km, para totalizar 43 kilómetros, lo que permitirá aumentar los flujos de la ruta y descongestionar vías locales. Además, se construirán tres nuevos puentes, seis pasarelas, calles locales y mejoras en la señalética, así como nuevos pasos de ganados, para beneficiar a los pequeños y medianos criadores.
La hora de la verdad para el grupo será el próximo 22 de abril, cuando la autoridad abra las ofertas económicas que fueron presentadas.
Fuente: Diario Financiero
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