Productividad de la economía completa doce trimestres de caídas consecutivas

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Los cuatro indicadores de productividad total de factores (PTF) que calcula Icare y Clapes UC registraron una caída durante el tercer trimestre de 2016.

En la medición tradicional, que es la parte del crecimiento que no es explicada por el capital ni el trabajo (PTF-A) la contracción fue de 0,8% respecto de igual trimestre de 2015, completando doce trimestres de caídas consecutivas.

Similar resultado anotó la PTF-B, que contiene correcciones por la calidad y uso del empleo. En el trimestre presentó una disminución de 0,9%.

La medida que utiliza solo la corrección por la calidad e intensidad del capital (PTF-C) mostró una caída de 0,8% en el tercer trimestre volviendo a retroceder por segunda vez consecutiva, tras haber mostrado una mejoría en el primer trimestre de 2016.

El cuarto indicador incorpora correcciones por calidad e intensidad del trabajo y también corrige por la utilización del capital (PTF-D). Esta medición tuvo una caída de 0,9% en comparación con el tercer trimestre de 2015, siendo su segundo trimestre con una baja consecutiva.

«Es el peor desempeño en productividad desde que tenemos medidas trimestrales», dice el ex ministro de Hacienda y director de Clapes UC, Felipe Larraín. En su opinión, este resultado deja en claro que «el frenazo de la economía chilena se debe no solo a la caída de la inversión, sino a que la productividad está restando, en lugar de contribuir al crecimiento».

Plantea que si bien la productividad es procíclica, por otro lado también depende de las políticas, las reformas y la incertidumbre. «Las empresas chilenas -incluyendo los cientos de miles de pymes-, han destinado una cantidad enorme de recursos a entender las reformas y adaptarse a ellas, en lugar de dedicar sus capacidades a producir más y mejor», sostiene.

Larraín no tiene mucha esperanza de que este año se logre recuperar la productividad. Advierte que mientras no se implementen iniciativas y políticas para que ello ocurra, «nos mantendremos estancados o cayendo».

Productividad laboral

Por otra parte, la productividad laboral media, esto es, el crecimiento del PIB por trabajador, creció 0,6% en julio-septiembre, en comparación con igual trimestre de 2015, cifra levemente por encima de la variación de 0,5% en base anual del trimestre anterior.

Al excluir los recursos naturales, la productividad laboral media crece 0,9%, por debajo del incremento de 1,3% que arrojó el trimestre anterior.

Considerando solo los recursos naturales (pesca, minería y electricidad, gas y agua,EGA), el crecimiento fue de 3,4% en el tercer trimestre, revirtiendo la caída de 2,9% del trimestre anterior.

En el caso de la minería, la productividad laboral anotó una expansión de 13,4% el tercer trimestre, luego de variaciones positivas de 15% en el primer trimestre y de 3,1% en el segundo, medidos en comparación con igual período del año anterior.

La fuerte caída del empleo en la minería, que no ha dejado de contraerse desde el tercer trimestre de 2013, es lo que explica estas variaciones positivas en la productividad laboral del sector, señala el reporte. Desde el trimestre móvil julio-septiembre de 2013, hasta similar período de 2016, la ocupación en la minería ha caído 20,5%, reflejo de la desaceleración que afecta a esa actividad.

La industria, en tanto, exhibe su primera caída en la productividad laboral desde el tercer trimestre de 2014, con una variación negativa de 1,8% en doce meses, si bien el empleo en el sector muestra un leve crecimiento de 0,38% en el período.

Con una caída de 3,7%, la productividad laboral media de la construcción continúa en terreno negativo, completando seis trimestres de caída. Por su parte, el sector comercio, hoteles y restaurantes anotó el tercer trimestre de 2016 su primera baja, de 1,8% en doce meses, desde el cuarto trimestre de 2015.

En el sector electricidad, gas y agua (EGA) la productividad laboral se contrajo un 14,8% en el tercer trimestre, mientras que el sector agricultura, caza y pesca presentó una variación positiva de 1,6%.

«Lamentablemente en aquellos sectores donde hay aumento de productividad laboral, predomina una reducción de empleo», comenta Larraín.

 

Fuente: El Mercurio