El ministerio analiza la robustez de la Ley de Ferrocarriles de 1931 solicitada por el proponente para la concesión.
El Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) sigue avanzando en el análisis del proyecto de US$ 1.600 millones Tren Valparaíso Santiago (TVS), que impulsan China Railway Group Limited, el grupo chileno Sigdo Koppers y la consultora Latinoamérica Infraestructura.
Los titulares de este plan, que busca concretarse vía concesión sin subsidio mediante la Ley General de Ferrocarriles de 1931, ingresaron ayer al MTT una respuesta al requerimiento que hizo la cartera liderada por Gloria Hutt el pasado 17 de mayo. Esto, dentro del canal jurídico de dicha normativa ferroviaria.
Fuentes del Gobierno señalaron que el siguiente paso que debería dar el MTT es revisar el material técnico entregado por TVS, para verificar en qué medida informa lo requerido.
Las inquietudes técnicas del MTT se enfocan en materias como la robustez de la estimación de demanda y análisis de viabilidad económica. Asimismo, en la interacción operacional de la propuesta con otros sistemas de transporte, como por ejemplo la red de carga de EFE y los metro de Santiago y de Valparaíso.
Al ministerio también le interesa que se cuantifique el potencial gasto público de contrapartida que el proyecto privado podría necesitar para su funcionamiento. Otro de los puntos que busca conocer el MTT es la distribución y mecanismos de mitigación de riesgos de la iniciativa entre proponente, Estado y usuarios, además de los resguardos de libre competencia que pudieren ser necesarios.
El análisis de la propuesta también abordará la robustez del canal elegido por el proponente para la concesión. Diversos actores técnicos y políticos han planteado que el proyecto debería licitarse por el mecanismo de concesiones de obras públicas, por ser este más moderno y competitivo.
El objetivo del trabajo, indican fuentes del Ejecutivo, es salvaguardar el interés público, pues afirman que es «imprescindible» determinar si se trata de un proyecto sólido, viable y sostenible económicamente, que satisfaga las necesidades colectivas de transporte entre ambas regiones, dando garantías de continuidad de servicio y sin exponer a usuarios a contingencias.
Fuente: El Mercurio