Uno de los factores que puede afectar la cadena logística del puerto de San Antonio es el fenómeno de marejadas, que implica una serie de desafíos en materia de seguridad y planificación. El gerente de Operaciones de la Empresa Portuaria San Antonio, Jorge Santos, se refirió a las principales acciones realizadas para asegurar la continuidad operacional.
¿Qué medidas están tomando para evitar un atochamiento de naves a la hora de la reapertura del puerto?
-Como Puerto San Antonio hemos estado monitoreando muy de cerca el fenómeno de las marejadas y su incremento durante este año. El complejo portuario no ha escatimado esfuerzos para mitigarlas. Para minimizar los efectos sobre la atención de naves, se trabaja junto a la Armada, se revisan el pronóstico del tiempo y los sensores que miden parámetros en tiempo real. Con todo, hemos logrado reducir horas de cierre y contar con una mayor disponibilidad portuaria.
¿Qué medidas se han llevado adelante para reducir el tiempo de restricción del puerto por mal tiempo?
-Se trabaja con instrumentación avanzada para monitorear las variables meteorológicas en tiempo real. Es el caso de un segundo sensor que aumenta la capacidad del sistema VCMOV para medir altura de ola; las enfilaciones electrónicas que mejoran la visibilidad en la operación; el sistema Cat Max, que utilizan los prácticos para el geoposicionamiento en la carta náutica electrónica, y diversos estudios de maniobras. Lo anterior, en estrecha comunicación con la Armada, que son los expertos en resguardar la vida humana en el mar.
¿Cuántos turnos menos significa el desvío de buques y a qué puertos se van las naves?
– Principalmente a Lirquén, Ventanas y Coquimbo. La condición meteorológica es sólo uno de los factores que puede significar el desvío de una nave. Hay que considerar factores comerciales y de servicio. Es importante destacar la coordinación que existe con los actores de la cadena logística para mantener la continuidad operativa del puerto con todos sus turnos.
Fuente: puertosanantonio.com
